Capítulo 6

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Katsuki se sintió vivo de nuevo cuando Kirishima le dijo que tenía buenas noticias. No le había dicho más, pero intuía que eran noticias de Deku. No podía creer lo rápido que había aveiguado algo sobre él, y menos que fuera su mejor amigo el que diera con algo de información.

En esos momentos el pelicenizo se encontraba en un restaurante. La condición que le había puesto el pelirojo para contarle lo que sabía era que le invitara al día siguiente a comer a algún lado. Esperó con la poca paciencia que poseía hasta que finalmente apareció sonriente por la puerta.

-Hey amigo, ¿qué tal?- saludó mientras se sentaba enfrente suyo.

-Hola, y dime ¿qué has descubierto?- dijo Katsuki yendo directo al grano.

-Directo y sin piedad, amigo. Ten un poco de paciencia.

Katsuki solo chistó. Si quería averiguar lo que su amigo había descubierto, tenía que ser un poco paciente y esperar a que él decidiera cuando era el momento indicado para decírselo.

Después de ojear la carta durante un momento, ambos pidieron y, mientras preparaban la comida, fue cuando Kirishima empezó a explicarle.

-Bueno, tu sabes que salgo con Denki ¿no?- comenzó a explicar el pelirojo.

-Sí, sí, ese empalagoso novio tuyo, ¿qué tiene de importancia?

-Pues mucha, hermano, es de él de donde he conseguido la información.

Esta  última revelación sorprendió a Katsuki.

-¿Qué has conseguido la información de ese inútil?- preguntó el pelicenizo sorprendido.

-Oye, más respeto o no te cuento nada.

-Si, si, perdón.

-Vale sigo. Sabes que trabaja como policía ¿vedad?

-Sí, claro, no paras de alardear de aquello.

-Pues claro que alardeo, no sabes lo sexy que se ve en ese uniforme- dijo con un tono ensoñador mientras se le formaba una sonrisa en el rostro.

-Aterriza Eijiro- le adivirtió Katsuki.

-Bueno, la cuestión es que un amigo que tenemos ha acudido ahí para que le ayude. Se ve que este último se encontró con un joven de no más de 20 años desmayado por la calle. ¿Adivinas quién es?

-Deku.

-Exacto, tras investigar los tres, no me ha comentado cómo, averiguaron que se llamaba Midoriya Izuku.

-Y ¿sabes dónde está ahora?

-Claro, en la casa de Todoroki Shoto. Aunque creo que no en la de su padre porque me ha dicho Denki que ha vuelto a discutir con él. Bueno esto ya son problemas de mi amigo, pero vamos, es buena noticia ¿no?

-Claro amigo, la mejor que me has podido dar.

Después de que le contara lo que sabía, la camarera les sirvió la comida que habían pedido y ambos comenzaron a comer. Ahora que Katsuki sabía dónde estaba, no podía esperar el momento de que su Deku volviera con él.

En casa del bicolor, durante el tiempo que el bicolor estuvo fuera y descansando, Izuku ya comenzaba a confiar en ambas mujeres que se habían quedado con él. Le habían dejado duchar, cosa que le relajó como hacía mucho que su cuerpo le pedía, y le habían dado ropa limpia.

Cuando acabó de comer junto a Rei y Fuyumi se acercó a la sala y observó cómo dormía el bicolor. Se veía relajado en esos momentos y se distrajo al ver como su pecho subía y bajaba. Estaba tan concentrado que cuando el bicolor abrió los ojos se sobresaltó.

-Hola, b-buenas tardes- le saludó el peliverde.

-Buenas tardes, Izuku- le dijo de vuelta. Usó su verdadero nombre para ver cómo reaccionaba.

-¿I-Izuku?

-¿No te suena ese nombre?

-U-Un poco. En verdad, bastante.

-Bueno, déjame comer algo y te cuento algo que he descubierto- le comentó el bicolor mientras se reincorporaba

Izuku. Izuku. Izuku. Ese nombre se quedó en su cabeza hasta que se acordó de donde le sonaba. Ese era su nombre. Midoriya Izuku. Sus recuerdos, postrados en una esquina de su mente, le azotaron de repente, haciendo que su vista se nublara mientras lágrimas comenzaron a aflorar en sus esmeraldas ojos.

Shoto comió algo rápidamente y cuando acabó volvió al salón. Cuando entró, se encontró con el peliverde llorando con la vista perdida. Eso le preocupó y se apresuró a sentarse a su lado para intentar consolarlo.

-Izuku, ¿qué ha pasado?

-Izuku, ese es mi nombre, Midoriya Izuku. Ahora recuerdo todo- dijo el peliverde mientras lloraba más.

Shoto no sabía qué decir, pero se le ocurrió que lo menos era intentar consolarlo de alguna forma. Pasó uno de sus brazos por sus hombros y le acercó a él, abrazándole y dejando que se deahogara.

Estuvieron así durante un tiempo más, hasta que el peliverde se quedó sin lágrimas. Shoto sinitó en su interior otra vez ese sentimiento de protección hacia Izuku, pero en esta ocasión fue aumentando poco a poco. No podía ni imaginar lo que podría estar sintiendo el menor que tenía entre sus brazos.

Apretujó un poco más su agarre pensando en el desgraciado que se atrevió a hacerle eso al peliverde. Más tarde, aflojó su agarre hasta que al final lo soltó quedando los dos sentados uno mirando al suelo triste y el otro mirando al peliverde.

-Gracias, y lo siento- susurró suavemente sonriendo sin ganas.

-De nada, pero ¿por qué te disculpas?

-Pues, por las molestias que te estás tomando conmigo...siento que soy una molestia para ti.

-Bueno eso tiene fácil solución.

-¿Sí? ¿Cuál es?- dijo subiendo su mirada hacia el bicolor.

-Pues dejando de pensar en eso. No eres ninguna molestia. Y no me molesta que estés aquí, todo lo contrario.

A Izuku se le formó un nudo en la garganta tras escucharlo e hizo que no pudiera contestarle así  que asintió suavemente con su cabeza.

-Bueno, gracias a unos amigos de confianza he descubierto más cosas. ¿Te acuerdas de tu madre?

-Sí, se llama Inko y yo vivía con ella.

-¿Quieres ir a verla? Supongo que no la has visto en un tiempo ¿no?- quería cerciorar lo mencionado, saber si hacía tiempo que no la veía e ir averiguando más cosas.

-Sí que quiero verla, después de tanto tiempo quiero estar con ella- comentó con los ojos esperanzadores.

Shoto e Izuku quedaron que al día siguiente irían a visitarla ya que en esos momentos ya estaba atardeciendo y era demasiado tarde. Fuyumi ya había preparado uno de los cuartos de invitados para que ambos durmieran, así que Shoto se fue a dar una larga ducha dejando que todo su cuerpo se relajara. Esperaba que al día siguiente ayudara a Izuku y le reconfortara.

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