LA VAQUERA SOBRE LA SILLA

Gorrión

Gorrión pov.

Alguien ha estado casando por lunas en la reserva, varios cazadores cuentan historias de una mujer que reside en el único rancho de la reserva que encanta a los caballos como si tratara agua en un jarro, otros cuentan haberla visto cazando con una puntería impecable con arcos y rifles, yo no la he visto y se me ha encomendado la tarea de llevarla al pueblo para que nuestro líder hable con ella para persuadirla de que deje de cazar en nuestra reserva.

La he estado rastreando durante poco menos de una luna y estoy listo para hacerle frente a esa misteriosa mujer; en su pueblo que es el único lugar donde no se me puede escapar y aprovechando que aún vive el anciano que nos cedió estas tierras como reserva voy con él por que me han dicho que es su jefe.

al llegar me abro paso hasta la oficina del viejo y le expongo el caso.

-ella es Brace, lo mejor será que la busques o la esperes en las caballerizas, aveces no va a su cuarto por las noches por estar entrenando caballos.

le agradezco y me dirijo allá. al llegar al corral circular veo una mujer con una texana marrón,chaleco de cuero sobre una camisa de cuadros azules, pelo hasta la mitad de los antebrazos, pantalón de mezclilla cubierto por unas enormes chaparreras de cuero y botas de cuero que con sus fuertes brazos detenía a una enorme yegua azabacha que se había  parado en sus patas traseras y manoteaba en el aire tratando de liberarse de ella, la yegua la arrastró unos centímetros antes de que la mujer diera un fuerte tirón y la hiciera caer a cuatro patas como debía de estar, su gesto se veía confiado, seguro y concentrado. ahí fue cuando me dí cuenta de que había encontrado a la mujer ideal: ella.

-¿podría decirme dónde encuentro a Brace?

-¿Quién la busca?

-Gorrión, en nombre de Falcom.

-¿Falcom? ¿Gorrión? ¿de dónde son ustedes y qué quieren?

-somos de la tribu de la reserva,y tu Brace tiene que venir conmigo por que Falcom, nuestro jefe, necesita hablar con ella a cerca de un asunto importante.

-bien, un minuto y nos vamos.

se sacó un revolver y contó las balas que tenía dentro, luego entró en el granero y regresó con una funda de carabina que traía dicha arma dentro, la aseguró a la silla de la yegua y entró en la casa, regresó con un carcaj lleno de flechas y un arco precioso. se montó en la yegua.

-lista, vámonos.

- necesito llevar a Brace, no a usted

-yo soy Brace. pero si no quiere que valla está mejor por mi que ya hace falta carne en la cocina así que iré de cacería.

se alejó de mi y pronto digerí lo que había dicho así que corrí a mi caballo y galopé en su dirección atravesándome en el paso de su yegua.

- no puedes cazar en la reserva. solo pueden hacerlo los miembros de la tribu.

-entonces seré una de ustedes. llévame done tu jefe.

me sorprendió su comportamiento y su razonamiento, así que supe que sería difícil impresionarla; emprendimos el camino hacia la tribu y llegamos al anochecer.