Reencuentros

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Bueno bueno buenooo... Aqui os he dejado la viva imagen de Aiden! Cuando encontré esta imagen no pude evitar decir: ¡ES AIDEN!
Espero que esteis de acuerdo conmigo, y ya sabeis, comentad que os parece el libro! 
¡Gracias y muchos besos!

Fui hacia el salón, y cogí la cuerda que colgaba desde el techo, de seguida una escalera de madera de aquellas de bomberos bajó desde el techo. Esa escalera me conducía a mi habitación, la trepé para entrar. Puf, no había cambiado nada, estaba todo donde lo dejé el pasado verano, los libros sobre el mar y las especies, los CD's de música del verano que sólo escucho aquí, las chanclas de la playa, los cuadros que me hizo mi tía de dibujos sobre la costa, los atrapa sueños que tengo hechos a mano por mí...

Era una habitación muy singular, decorada por mí, claro. Estaba hecha toda de madera con una pizarra clavada en la pared, donde allí de pequeña dibujaba y pintaba. Tenía mi propio vestidor y baño, lo que hacía que tuviera más intimidad. Unas ventanas bien grandes que llegaban del techo al suelo, que permitían ver las vistas de primera línea de la playa, con un balcón bastante amplio, donde colgaban dos lamparitas de exterior pintadas de azul oscuro.

Volví hacia dentro, las maletas ya habían llegado. Desde pequeña teníamos como un tipo de mini ascensor que podía subir y bajar cosas pequeñas o medianas, ya que las escaleras que tenía en mi habitación no permitían y no me ayudaban mucho a subir mis cosas. Normalmente, cuando era más pequeña me encerraba en mi habitación a jugar los días que llovía, y me subían la comida con el ascensor, o cuando quería, bajaba yo por allí, como era pequeña cabía, pero ahora por desgracia no, así que si quiero subir y bajar, debe ser por las escaleras.
Sonó la campanilla, era un instrumento que usábamos desde muy pequeña para indicar que bajara el piso de abajo. Bajé lentamente, arrastrándome por las escaleras de bomberos, e hice un salto al suelo.

- ¿Que quieres mamá? - Nadie contestó. No me había acordado, mamá estaba en casa de Annie, la vecina de al lado. Lo primero que hacía cada año, justo al llegar aquí, era sacar las cosas del coche e iba a tomar un café a su casa.
Fui hacia la entrada del comedor, el cual comunicada con la cocina, el recibidor y el jardín.

- BUH! - Me giré sobresaltada por el susto, pero inmediatamente se me iluminó la mirada, era Aiden, después de un invierno sin verlo fue como si no hubiera pasado tanto tiempo, seguía igual que siempre, tan musculado, con aquellos ojos azules que parecían un mar en calma después de una tormenta, su cabello rubio liso de lado, y tan alto como un pino. Venía sin camiseta, como siempre, él como mucho llevaba la camiseta los días que llovía, o por la noche, nada más.

- Holaaaa! A ver si te acostumbras a llamar, que me has acojonado - salté a sus brazos. Estaba tan contenta...

Rió por lo bajo.

- ¡Hola! Lo siento... Quería sorprenderte... ¿Cómo ha ido el año? Estás muy guapa Melia! - Me puse roja, no me decían eso muy a menudo, la verdad...
- Muy bien, tenía muchas ganas de volver a Bura. Las cosas han cambiado bastante por Gaudalia.
Estuvimos hablando sobre cómo había ido el invierno, de los estudios, de qué progresos habíamos hecho en los trabajos personales, y sobre todo empezamos a recordar los veranos pasados. Hubo un día en que Ricky se tumbó sobre un hormiguero y terminó lleno de hormigas. Su salvación fue tirarse a la piscina de los apartamentos.

Aún así yo tenía ganas de acción así que desvié el tema rápidamente.

- Ah por cierto, ¡tengo tablas nuevas! - Le dije con una sonrisa.

- ¿Tablas nuevas? Genial, ¿qué te parece si vamos a probarlas? La playa ahora mismo está bastante llena pero podríamos ir a la cala de los Cristales.

- ¡Pues claro! ¿Me esperas un minuto? Voy a ponerme el biquini. - Me sonrió y asintió con la cabeza, y se dirigió rápidamente al sillón que teníamos en el salón.

Salimos rápidamente de apartamento a empujones y haciendo el tonto, como siempre. Me dirigí al coche que estaba aparcado delante del garaje y saqué rápidamente mi tabla de surf de la vaca del coche, mientras yo cogía mi tabla de surf él sujetaba las otras tablas para que no cayeran, me dedicó una sonrisa. Era tan guapo... Nos dirigimos hacia el garaje y empezamos a poner la cera en la tabla, de modo que en la playa no la debería poner, y podría sujetarme mejor sobre la tabla.

- Oye Aiden, deberíamos pasar por casa Annie y así le decimos a mi madre que estamos en la cala haciendo surf.

- Si, de acuerdo, es mejor avisarla, así no se enfadará si no estás en casa sin decir nada, aunque sólo estás para desayunar, almorzar, cenar y dormir. - Añadió con una sonrisa, me conocía masa. La verdad es que tenía, razón, siempre he tenido mejores cosas que hacer como para estar en casa, pero bueno... ¿Por algo venimos a la playa no? Para pasarlo bien. - Además, si es la reunión que hacen cada principio de verano todos los amigos de los apartamentos, seguro que están allí mis padres, mejor que les diga también.

- ¡De acuerdo! - Asentí y seguimos caminando hacia la casa de al lado. Al llegar vimos a todos los vecinos asentados en el patio principal del apartamento. Nos acercamos rápidamente y claro, como hacía mucho que no vemos a los vecinos nos tocó aguantar los '' ¡oh, Melia, Aiden, pero que guapos y que grandes estáis! '' O la típica frase de la mujer que va de simpática de la vida '' ¿Y qué tal el colegio? ¿Has sacado buenas notas? '' . ¿Y a ti que te importa mis notas? iba pensando para mí.

Cuando lo preguntamos a los padres al principio nos decían que no, que teníamos que ayudar a poner las maletas en su sitio, y colocar todas las cosas, pero después de poner caras de pena y decir muchísimas veces que ya habíamos encerado mi tabla nos dijeron que sí, eso sí, con una cara de, '' pobres de vosotros que volváis por aquí a molestar ''. En un gesto de agradecimiento, le di un beso en la mejilla a mi madre, y salí corriendo detrás Aiden. Fuimos corriendo hacia su apartamento a por su la tabla.

- ¡Y sobre todo vigilad! - Oí decir a mamá de lejos.

Don't let me fall [no me dejes caer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora