Mi madre desde pequeña siempre me ha dicho que parezco salida del mar, pero por desgracia no lo soy. La verdad es que siempre me ha apasionado este tema, el mar y todos los secretos que contiene y que nadie ha descubierto.
Siempre he sido una chica bastante delgada, ojos verdes claros, pelo rubio, con mi larga melena que mi madre siempre quiere cortar porque la tengo muy enredada, en fin, la típica chica de playa. Mi madre me enseñó a bucear antes de aprender a contar. Con ocho años ya me mantenía sobre la tabla de surf y podía mantener el equilibrio cuando cogía una ola y hoy en día con quince años no se me da nada mal. Cada año paso el verano en la playa, donde tengo amigos y amigas de mi edad. Lo mejor de todo es que mi cumpleaños siempre cae a principios de agosto, así que tengo la ventaja de poder pasar mi cumpleaños en la playa cada año.
Sobre mi padre nunca he sabido nada, la verdad es que me crió mi madre. Ella me ha explicado que ella se enamoró de un pescador, pero que a la abuela no le parecía bien, ya que ella pensaba que no era un trabajo muy digno, así que mi madre y el pescador huyeron juntos. Compraron un apartamento en la playa y se casaron. Al cabo de un año me concibieron a mí. Pero cuando cumplí los 8 meses, él fue a caminar por la playa como de costumbre y nunca volvió. Este tema siempre ha sido tabú para nosotras, ya que a mamá no le gusta hablar de ello y cuando pregunto está durante todo el día cabreada, así que trato de no preguntar demasiado.
Esa misma tarde nos ivamos a la playa, la cual, está situada en la isla de al lado. Para llegar siempre cruzamos el puente Roswill; es uno de los puentes más largos que hay en nuestro país. En la isla nos alojamos en un apartamento, el cual está adosado con otros apartamentos. Delante de mi apartamento está el de Aiden, es el chico que me gusta desde hace un año, va mi grupo de verano y es tan... ¿Guapo? ¿Perfecto? Si perfecto. Es un chico educado, divertido, dulce y diferente a todos los chicos que he conocido, físicamente es... bien, es un chico que se podría decir que se cuida; alto, piel bronceada, una sonrisa blanca y unos ojos azules como el cielo. Me vuelve loca.
- ¡Melia! ¡Baja ya la maleta que la tenemos que poner en el coche que ya nos vamos! - Me llamó mi madre desde el piso de abajo.
- ¡Si, Ahora bajo, espera que cojo el móvil! - Salí corriendo a coger la maleta que la tenía en mi habitación, la cual estaba decorada a mi gusto, con paredes de color azul turquesa donde se dibujaban unas gaviotas volando ante mi escritorio. Mis estantes llenos de libros , los armarios vacíos de la ropa de verano y todos mis mejores vestidos veraniegos doblados dentro de la maleta entreabierta, donde también sobresalían algunos collares enredados en mis chanclas y algunas partes de arriba de los biquinis que me había comprado para lucir este verano. Este verano sería el mejor de mi vida, o eso pensaba. No he tenido mucha suerte con los chicos durante mi vida, simplemente porque mi príncipe azul no había aparecido nunca, o simplemente porque mis amores no habían sido correspondidos.
Subí al coche. ¡Por fin! Por fin volvería a la rutina del verano, bueno, no es una rutina porque allí todos los días siempre son diferentes. Veía como nos alejábamos de la ciudad e íbamos entrando a la autopista dirección hacia el puente Roswill, de ahí hacía la isla, llamada Dóride.
Situada al lado de la isla donde yo vivo, es la típica isla apartada de los turistas. La playa a la que yo voy se llama Bura. La playa está llena de unas piedras llamadas sacras, que son muy comunes aquí, todas están hechas de cristales.
Pero bueno, me esperaban cuatro horas de viaje así que conecté los auriculares al iPod y deje que pasara el tiempo.
- Tesoro despierta, ya hemos llegado a Bura. - Mi madre me estaba balanceando de un lado a otro del asiento para despertarme.
- Ya voy, ya voy.
Cuando me desperté del todo me di cuenta de que ya estaba aquí, en Dóride, el lugar donde siempre he estado, donde me he criado, a la orilla del mar. Ayudé a mamá a sacar las maletas del coche y bajar las tablas de surf de la vaca; genial, tablas nuevas.
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Don't let me fall [no me dejes caer]
Romance¿Qué pasaría si tuvieras un secreto que solo sabe una persona? ¿Y si tu verdadero amor no es quién crees que era? La fantasía, el humor y el amor, están servidos en esta historia envuelta de seres mitológicos y leyendas. Acompaña a Melia a descubrir...