-Esta mañana ha empapado cinco pañales en una hora. Se ha pasado cuarenta y cinco minutos llorando sin parar. A la hora del desayuno no sé cómo ha conseguido tirar de una patada mi taza de café.
-Si era café instantáneo, yo también habría sentido la tentación de tirarlo -bromeó Jeong Yeon.
-Y yo de darte a ti un puntapié -gruñó Jimin. Pero el magnifico clima parecía estar surtiendo efecto en él, porque Jeong Yeon vislumbró un asomo de sonrisa en sus labios.
Pasearon por un sendero bordeado de árboles y cubierto con hojas doradas y pardas. El camino terminaba en un centro recreativo que contenía un club, una piscina y una pequeña zona de juegos infantiles.
-Llevemos a Manse a los columpios -sugirió Jeong Yeon luchando por empujar el carrito sobre la hierba.
Jimin frunció el ceño, luego la siguió.
-Es muy pequeño todavía.
-Puedo cogerle en mi regazo.
Jeong Yeon se detuvo junto a un columpio, apartó la montaña de mantas que le cubría y le cogió. Sus bellos ojos color marrón brillaron con fascinación mientras le llevaba al columpio.
-Es una idea absurda -objetó Jimin-. ¿Qué pasará si le sueltas?
-No lo voy a soltar -prometió Jeong Yeon, sentándose en el columpio con el bebé en las piernas.
Después de estrechar a Manse contra ella, empezó a moverse para darse impulso.
Jimin la observó por un momento, sacudiendo la cabeza.
-No merece divertirse después de los tormentos a que me ha sometido -se quejó.
Luego, a regañadientes, se colocó detrás del columpio y empezó a empujarlo.
Manse emitió un gritito de alborozo y Jeong Yeon oyó la risa casi involuntaria de Jimin a su espalda.
-Bien, ¿por qué no hablamos de la encuesta? -sugirió Jeong Yeon.
-¿Qué?
-Tenemos mucho trabajo que hacer, Park. Por eso es por lo que estoy aquí, ¿recuerdas? Una de las cosas que debemos hacer es una encuesta a los propietarios de ordenadores para conocer su opinión. ¿Has pensado algo al respecto?
Jimin no contestó inmediatamente. Jeong Yeon miró hacia atrás y notó que trataba de reprimir una sonrisa.
-¿De verdad quieres hablar de negocios ahora?
-Claro que sí.
Jimin rió abiertamente.
-Está bien, Yoo. De hecho, he pensado un poco en ello. Lo que ofrece Kim es flexibilidad y adaptabilidad. Lo que debemos averiguar es si los clientes potenciales están dispuestos a probar un nuevo producto basado en esas características.
Durante la siguiente hora discutieron qué tipo de encuesta debían planear y a cuáles compañías entrevistar. Jimin se sentó junto a Jeong Yeon en el columpio. Cuando Manse comenzó a culebrear peligrosamente en el regazo de Jeong Yeon, Jimin se ofreció a llevarle al tobogán.
Cada vez que Jimin aterrizaba al pie del tobogán con el bebé en su regazo, Jeong Yeon le explicaba a gritos algunas ideas sobre su plan para la encuesta, luego Jimin iba hacia la escalera del tobogán y una vez arriba le decía sus propias ideas al respecto.
Después de su décimo descenso por el tobogán, Manse comenzó a gemir, interrumpiendo lo que podía haber sido un diálogo muy productivo.
-¿Tiene hambre? -preguntó Jeong Yeon.
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•It Was Not A Plan• // pjm+yjy
FanfictionLa joven ejecutiva Yoo Jeong Yeon no sentía la menor simpatía por Park Jimin, su atractivo compañero de trabajo, ya que su actitud condescendiente con ella la exasperaba. Debido a ello, no supo si explotar o echarse a reír cuando él le pidió consejo...