Jeongyeon no sólo estaba sorprendida por la revelación de Hyesun, sino complacida. Tanto, que tuvo que pugnar por controlar la enorme sonrisa que afloraba a sus labios. Comento:
-Quizá haya hecho el café también para ti. Te quiere mucho.
Hyesun suspiro....
-Los dos nos sacamos de quicio -exclamó, resumiendo con esas palabras su relación fraternal-. Él me considera frívola e inconsciente, pero a fin decuentas piensa que todas las mujeres son así. Es un machista de la cabeza a los pies.
El machista apareció en ese momento en el umbral, con la maleta del bebé en una mano y el enorme oso de peluche en la otra.
-A menos que tengas alguna objeción, me gustaría quedarme con la cuna -le dijo a su hermana-, por si se tiene que volver a quedar aquí.
Los ojos de Hyesun se abrieron desmesuradamente al ver el oso.
-¿No crees que tener una cuna en la casa sería perjudicial para tu imagen? -preguntó.
Jimin parecía a punto de replicar algo con ira, pero se controló y en cambio dirigió a su hermana una sonrisa.
-En realidad, creo que seria beneficioso para mi imagen-dijo-. A ciertas mujeres les conmueve un hombre que sabe cambiar pañales -miró a Jeongyeon por un momento que pareció interminable, luego, salió de la cocina con la maleta y el oso.
Hyesun se volvió hacia Jeongyeon.
-¿Estoy alucinando o era un oso panda lo que llevaba en un brazo?
-Era un oso -certificó Jeongyeon con una sonrisa-. Lo compró para Manse el jueves.
-Caramba. Espero que no le haya provocado pesadillas al bebé -bromeó Hyesun, aunque estaba obviamente encantada por el detalle sentimental de su hermano. Posó su mirada sobre Jeongyeon por un momento.
-Quédate con él, Jeongyeon-dijo con sinceridad-. Creo que le haces mucho bien.
Antes de que Jeongyeon tuviera tiempo de reaccionar, Jimin entró de nuevo en la cocina.
-Todo está en el coche -dijo, pasando una mano bajo el brazo de Hyesun, para ayudarla a ponerse de pie-. Se te hace tarde.
-Ya, ya, no tienes que empujarme -protestó Hyesun-. Me alegro mucho de haberte conocido, Jeongyeon-dijo antes de salir de la cocina.
Jeongyeon permaneció inmóvil.
Oyó las voces de Jimin y su hermana al despedirse y luego el sonido de la puerta al cerrarse y los pasos del hombre al volver.
-Lo siento -dijo.
Jeongyeon miró la taza de café y frunció los labios.
-Deberías sentirlo. Este café es asqueroso -se puso de pie y vertió el contenido de la taza en el fregadero, convencida de que si quería tomar café debía preparárselo ella misma.
Nada más poner la cafetera al fuego, Jimin la tomó en sus brazos y la besó con pasión.-Lo que he querido decir es que lamento que hayas despertado para encontrarte con Hyesun. Es difícil de soportar, incluso para quienes no necesitan una taza de café al levantarse.
-A mí me ha parecido muy simpática -declaró Jeongyeon con sinceridad.
-Debió llamar por teléfono antes de venir -observó Jimin no muy convencido-. Estaba dándole el biberón a Manse cuando llegó inesperadamente -soltó a Jeongyeon para que pudiera llenar las tazas de café ya listo-. ¿Quieres desayunar? -preguntó-. ¿O comer? Es casi mediodía.
Jeongyeon movió la cabeza.
-Mi pobre estómago tardará una semana en recuperarse de ese veneno que has tratado de hacer pasar por café -bromeo.
Se sentaron a la mesa, Jimin movió el azúcar en su café mientras observaba a Jeongyeon dar un sorbo al suyo. Parecía estar esperando que ella dijera algo, pero ella se limitó a sonreír y a dar otro trago a su café.-No vas a preguntar, ¿verdad?
-¿Preguntar qué?
Jeongyeon sacudió la cabeza con asombro mientras la observaba con detenimiento.
-Nunca he conocido una mujer como tú, Jeongyeon.
-¿Es eso un elogio?
-Oh, Jeongyeon...-tendió una mano sobre la mesa para coger la de ella-. Cualquier otra mujer me estaría ametrallando a preguntas sobre Hyesun, lo que había dicho, qué le había sucedido. Pero tú... te has limitado a sentarte delante de mí con una sonrisa de esfinge.
-Si quieres hablarme de Hyesun, lo harás sin que yo te pregunte nada -declaró Jeongyeon con un leve encogimiento de hombros-. Si no quieres contarme nada, ¿qué sentido tiene preguntar?
- Jeongyeon- Jimin volvió a mover la cabeza con asombro-. Creía que todas las mujeres eran curiosas.
-¿En qué basas tu opinión? -inquirió Jeongyeon, divertida, más que irritada-. ¿En tu experiencia con Hyesun? Ella es bastante curiosa.
-En ella y en mis otras hermanas. El crecer rodeado de tres chismosas incorregibles es suficiente para que un hombre haga generalizaciones sobre las mujeres.
-Tres hermanas -murmuró Jeongyeon con cierto azoro.
-Mis otras dos hermanas son mayores que yo -informó Jimin, mientras añadía otra cucharada de azúcar a su café y lo movía-. Las dos son unas atolondradas, como Hyesun...-
Jeongyeon no pudo menos que sonreír ante la expresión de contenida exasperación de Jimin.
-Ahora comprendo por qué has adoptado esa actitud respecto a las mujeres.
Jimin movió la cabeza pensativo y miró a Jeongyeon con los ojos entornados.
- Min Ho dijo que va a volver a Incheon, pero no está seguro de que se quiera casar con ella -informó, de repente.
Jeongyeon le miró con extrañeza.-¿Min Ho?
-El padre de Manse. Parece que el viaje de Hyesun a Busan no ha dado los resultados que ella esperaba.
-Estoy segura de que será mejor para Manse que su padre este cerca de él, esté o no casado con Hyesun -opinó Jeongyeon-. ¿Viven en Incheon? -ante el asentimiento de Jimin, sonrio-. No está lejos de aquí. Se debe tardar menos de una hora en coche.
Los ojos de Jimin encontraron los de ella y también sonrió. Fue una sonrisa de entendimiento mutuo.
-Es cierto -confesó--. Ya echo de menos a Manse. Casi quisiera que Hyesun no hubiera vuelto todavía.
-Supongo que te has acostumbrado a tenerle aquí.
-Nunca me acostumbraré a que no me dejen dormir por las noches -admitió él-. Pero aparte de eso, ha sido divertido. En especial porque tú estabas aquí, compartiéndole conmigo.
-Sigo aquí -murmuró Jeongyeon.
Un suspiro ronco escapó de los labios de Jimin.
-¡No sabes cuánto me alegro de ello! -se puso de pie, se acercó a ella y la ayudó a levantarse.
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•It Was Not A Plan• // pjm+yjy
FanfictionLa joven ejecutiva Yoo Jeong Yeon no sentía la menor simpatía por Park Jimin, su atractivo compañero de trabajo, ya que su actitud condescendiente con ella la exasperaba. Debido a ello, no supo si explotar o echarse a reír cuando él le pidió consejo...