En cuanto salieron del coche al frío aire de la noche, el bebé empezó a llorar desconsoladamente, haciendo caso omiso de la voz arrulladora de Jimin de sus mimos y cosquillas, de sus gruñidos amenazantes. Cuando parecía a punto de explotar, Jeong Yeon se lo arrebató de los brazos y lo acunó en su pecho. Milagrosamente, el bebe se calló.
Jeong Yeon le arrulló un poco para calmar sus últimos sollozos. Era un misterio para ella por qué su pecho podría consolar al pequeño mientras que el de Jimin no, no podía dejar al hombre en esa situación.
-Por favor -suplicó él, mirando al bebé con una mezcla de ira y temor-, quédate. Obviamente éste es uno de esos momentos en los que necesita el consuelo femenino.
-No puedo quedarme -porfió Jeong Yeon, ante el comentario de Jimin.
Dios guardara el hombre de insinuar que él también necesitaba consuelo femenino.
Jimin la miró durante un rato.- Jeong Yeon, ¿quieres huir por mi causa?
-No quiero huir -aseguró ella.
-Soy un ser humano, no una piraña -dijo él con voz fatigada-. No voy a morderte.
-Lo sé. Pero...
-¿Quieres saber la verdad? -porfió Jimin-. No tendría fuerzas para morderte aunque quisiera hacerlo. Si te llevara a la cama esta noche, la única experiencia que tendrías conmigo seria oírme roncar.
Sin saber cómo contestar a tan abrupto comentario, Jeong Yeon pregunto
-¿Roncas?
Detectó un brillo de travesura en los ojos de Jimin.
-¿Por qué no te quedas y lo averiguas?
- Jimin, hablo en serio -afirmó ella, volviendo a su anterior actitud-. No me puedo quedar esta noche contigo. He venido aquí a trabajar y hemos trabajado. De modo que ahora lo único que puedo hacer es marcharme -dio a Manse un beso de despedida, pero cuando fue a entregárselo a su tío, empezó a chillar.
-¿Conveniente para quién? No para Manse, sin duda. Y menos para mí. Se pasará la noche atormentándome con sus berridos.
-Es tu sobrino, no mío -señaló Jeong Yeon, aunque siguió acariciando al bebé para apaciguarlo.
-A riesgo de parecer una abominable sexista -aventuró Jimin mientras colgaba su abrigo en el armario del vestíbulo-creo que hay ocasiones en las que los bebés necesitan a sus mamis. No a sus papis, sino a sus mamis. Y en este momento tú eres su mami prestada.
Jeong Yeon suspiró y se dirigió a la sala. Se sentó en el sofá con Manse.
-¿Se te ha ocurrido pensar que eres demasiado exigente?-preguntó -. ¿No se te ha ocurrido pensar que pedirme que haga las veces de madre de tu sobrino va más allá de los limites razonables de mis responsabilidades como compañera de trabajo?
Jimin intentó apaciguarla.
- Jeong Yeon, por favor, sabes que yo...
-¿No se te ha ocurrido que he hecho demasiado por ti y el bebé? -le interrumpió ella-. He cambiado pañales sucios, he arruinado mi traje favorito, he comido porquerías y, para colmo, he tenido que soportar tus lascivos avances. ¿No se te ha ocurrido pensar que puedes ser un soberano fastidio, Park?
Jimin clavó su mirada en la de ella. Su cuerpo comenzó a estremecerse por la risa, luego estalló en una franca carcajada.
Jeong Yeon empezó a reír también. Un momento después los dos reían a mandíbula batiente. Manse no sabía si unirse al intempestivo regocijo o ponerse a llorar asustado.
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•It Was Not A Plan• // pjm+yjy
FanfictionLa joven ejecutiva Yoo Jeong Yeon no sentía la menor simpatía por Park Jimin, su atractivo compañero de trabajo, ya que su actitud condescendiente con ella la exasperaba. Debido a ello, no supo si explotar o echarse a reír cuando él le pidió consejo...