Limerence

Capítulo 13: Estamos hablando de ti. Estoy fascinado.

Mi brazo se desplazo hacia atrás y el palo de billar se disparó entre mis dedos, golpeando la bola blanca. Entonces, la bola blanca se disparó hacia delante, impactando la bola roja, destruyendo el triangulo, dejando las bolas desordenadas en todas las direcciones.

- Está bien - dije, quitándome mi chaqueta de Jean. - Tal vez esté un poco
impresionada-  sus ojos estaban tan negros como el mar a media noche, su expresión contemplativa.

- Muy bonito - dijo.

- Cinco dólares a que no puedes meter la azul - dije, seleccionándola a propósito, estaba separada de la bola blanca por un montón de bolas de otros colores. 

- No quiero tu dinero - dijo Patch. Nuestros ojos se encontraron y el más pequeño de los hoyuelos apareció en su cara. Mi temperatura interna subió otro grado. 

- Entonces que quieres? - pregunté y Patch me regaló otra sonrisa seductora. Bajó su palo de billar hacia la mesa. Tomó impulso y golpeó fuertemente la bola blanca. En el instante en que la bola blanca golpeó la verde, esta golpeó a su vez la bola ocho y con el impulso metió la azul limpiamente. Patch aún estaba inclinado sobre la mesa y entonces me miró. Su mirada calentó
mi piel. 

- Nunca llegamos a apostar nada - dije yo.

- Me lo debes. Algún día te lo voy a cobrar.

Me reí, pero salió un sonido fuera de tono. -Eso quisieras.

- ¡Chicos, ya estamos aquí! - dijo Alex desde el fondo. Patch y yo seguimos jugando al billar. Estaba bastante molesta con Alex. Ella se acercó hasta donde estábamos nosotros - ¿Qué hacéis? - Patch estaba reclinado sobre la mesa, apuntando a la bola amarilla. Levantó la vista para mirarme un momento con sus ojos negros y lanzó.

- Estamos jugando - le contestó Patch, yo seguía a lo mío.

- Ya lo veo. ¿Qué habéis hecho hoy? - me dijo Alex, dirigiéndose a mi, pero yo seguía jugando al billar, para que notara que seguía molesta. - ¿Brooke?

Alex se acercó a mi cogiéndome del brazo para voltearme.

- ¿Y a ti que coño te pasa?¡Te estoy hablando!

- Alex, déjala - le dijo Patch en un tono calmado pero con un toque de advertencia.

- ¡Tú no te metas! - le gritó Alex y Patch se le acercó bastante hasta quedar a unos centímetros de ella. Yo le agarré la mano y él me la apretó.

- Mira, desde que hemos llegado has pasado de ella, así que no tienes derecho a reprocharle nada. No le grites ni una vez más - le dijo Patch con voz grave y bastante baja. A cualquier persona le daría miedo. A mi me parecía bastante sexy.

Alex se largó y yo miré a Patch, el me sonrió divertido.

- Si me quieres tener a tu lado toda la noche, solo tienes que decírmelo - me respondió Patch mirando nuestras manos entrelazadas. Yo me ruboricé y las separé rápidamente, pero Patch me la agarró. Se llevó mi mano hasta su boca y besó mis nudillos poco a poco, tranquilo y suavemente. Algo que hizo que mi corazón latiera más fuerte. 

- Patch, ¿podemos hablar un momento? - le dijo Olivia desde la puerta.

- Ahora voy - le respondió Patch sin dejar de mirarme. Acto seguido se largó por la puerta. Yo fui a mi habitación para ducharme. Bajé a cenar y el ambiente estaba un poco tenso entre Alex y yo. 

- Brooke, se que me estoy comportando como una subnormal, y lo siento de verdad. Perdona por ponerme antes así - me dijo Alex, mientras recogíamos los platos.

- Mira estoy molesta porque aquí hemos venido para estar todos y sin embargo hoy llevo todo el día sola con Patch.

- Lo se. Perdona. Louis había organizado un día para los dos en el bosque. Como una cita.

Yo la miré y bueno, es mi mejor amiga, en parte lo entendía. Aunque seguía molesta, el día con Patch había ido mejor de lo que creía.

- Esta bien, pero sigo molesta. 

- Lo se, te compensaré. Por cierto, no me gusta Patch.

- Pues yo hoy me lo he pasado genial con él.

- Puede ser, pero hay algo en él que no me gusta, no se. 

Fuimos al salón a ver todos una peli y la disposición fue como la del primer día. Patch pasó un brazo alrededor de mis brazos y yo me sentí bastante cómoda. Parece que hoy habíamos hecho una tregua. 

Los demás se fueron a dormir temprano pero yo aún no tenía sueño.

- ¿Hacemos algo? - le dije a Patch intentando sonar indiferente. Él me miró sorprendido.

- ¿Tú estas proponiéndome algún plan?¿Estas enferma? - yo le sostuve la mirada - me sorprendes, ángel. ¿Qué quieres hacer?, podemos...

- ¡PATCH!¡BASTA! - le dije adivinando sus intenciones y ruborizándome. Él soltó una carcajada.

- Voy a preparar bebidas para los dos y podemos hablar.

- ¿Hablar?

- Sí, apenas nos conocemos, y quiero hacerlo, créeme.

Yo asentí y fui a sentarme fuera mientras Patch preparaba las bebidas, la noche estaba genial y desde aquí las estrellas se veían perfectamente.

- Brooke, cuéntame un poco de tu vida - me dijo Patch sentándose a mi lado y tendiéndome una copa.

- ¿Qué te cuente?, okay. Me llamo Brooke Lawrence, tengo 18 años. Nací en Fresno. He vivido toda la vida con mis padres. Desde pequeña quise estudiar Marketing y después de barajar bastantes opciones con Alex, decidimos que lo mejor era que estudiáramos en Santa Mónica. Siempre he sido de sacar buenas notas.

- ¿Y echas de menos tu vida allí? - me dijo Patch.

- Claro, allí tenía algunos amigos. Hablo con ellos pero no es lo mismo. Sobre todo hecho de menos a mis padres. Siempre estaban ahí cuando.. - yo me callé un momento. Me dolía hablar de eso y no se porque se lo iba a contar a Patch. Es decir, no es algo que yo vaya contando por ahí.

- ¿Cuando qué? - me animó a continuar.

- Cuando me hacían bullying - él me miró con sus intensos ojos negros y me sentí desnuda.

- ¿Quién te hacía bullying?¿Por qué?

- No lo se, las chicas de mi clase. Cuando conocí a Alex no paró, pero se hacía más soportable. Supongo que por ser una empollona, o a saber. No puedo imaginar por qué estás tan interesado - le dije y él sacudió la cabeza. 

- ¿Interesado? Estamos hablando de ti. Estoy fascinado.

- Bueno, háblame un poco de ti ahora.

- Pues yo me llamo Patch, tengo una hermana que se llama Olivia. Algunos piensan que soy un poco siniestro, otros que soy un mujeriego. Llevo más de dos años con Kate. Vivo solo en un apartamento y llevo toda la vida esperándote - me dijo y yo me ruboricé.

- ¿Y tu madre?

- Gina es genial, pero por diversas razones decidí no vivir con ella.

- ¿Por qué? - le pregunté interesada.

- No soy... no soy bueno, Brooke. La gente que me quiere sufre, así que intento alejarlos a todos de mi.

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