Red Sox Girl

One

Ella

Las calles infestadas de comida rápida. Un carrito de perros calientes y una rubia pagando insanmente su desayuno. Esa mañana había terminado de escribir la entrevista que había tenido con Chris Sale. Por un momento creyó que era una broma pesada de su jefe el señor Snipper pero no. Días antes había preparado las preguntas que haría hacia el lanzador apodado "The Condor". Se moría por dentro y cuando cruzó palabras con él perdió el habla aunque siendo profesional terminó por hacer una buena entrevista.

Intento no chocar con nadie. Mucho menos perder tiempo, necesitaba desayunar había salido por la mañana agitada y ofuscada por la presencia de Lena. La mejor amiga de su hermana mayor, Lena era un bióloga marina que trabajaba en el mismo laboratorio que Alex. La conoció cuando acaba de mudarse a Boston, Lena era calculadora, engreida, aburrida y con unos modales tan refinados que le ponían los pelos de punta. Estaba segura que nunca había probado un perrito caliente, aunque llevaba dos años en Boston casi podía jurar que Lena era mala solo con ella. Todo lo contrario Winn o Stephanie o Sam. Winn era un nerd amante de los comics, la ciencia y sobre todo del béisbol. Algo que compartían todos dentro del grupo era el amor por el béisbol. Ese año ya empezaría la liga de otoño, por primera vez a recomendación de Alex y Sam su casa sería el palco central de las transmisiones. Ahora tenia que lidiar con Lena en las tardes de amigos. -Sonrió al recordar como descubrió a Lena viendo Friends-. De hecho este gusto era compartido con Stephanie su amiga de la Universidad y acompañante de aventura. Cuando ambas encontraron trabajo en Boston saltaron de emociones y terminaron con moretones, Kara era torpe y Stephanie bueno era una bruta.   Su mejor amiga era un tanto especial y una buena jefa de mercadotecnia.
Llegó al enorme edificio donde trabajaba y algunos saludaron a la reportera estrella de la revista "After".

Lucho por encontrar un elevador sin saturación. Junto a ella estaba Samantha su cuñada y todo hizo "Clic".

-Olvidaste las llaves esta mañana -dijo- te llame cinco veces, Alex se canso a la tercera y Lena te dejó un mensaje largo cosa muy rara ¿Le hiciste algo esta mañana?

-¿Qué? -pregunto sin entender- no le hice nada porqué todo el mundo piensa que yo le hago algo -tomó las llaves- gracias cuñada. Ahora debo tomar las escaleras.

-Por favor Kara no te enojes, es que Lena nunca se enoja con nadie y contigo siempre termina irritada.

Sentía los pasos de su cuñada y se giro para encararla.

-Bien... Yo tengo la oculpa que Doña perfecta se irrite. Nos vemos en la cena.

Estaba dicho ese día el tema era Lena. Al llegar continuo con su trabajo de la siguiente entrevista con Mike Artex, un modelo activista pero continuaba con Lena en su mente. Tanta era el malestar que no se percató de la presencia de Barbara la chica con la que llevaba un mes saliendo en privacidad solo Alex y Sam sabían sobre la relación.

-Hey...-susurro desde el umbral y Kara despegó la vista del computador- estabas tan intensa que no quería molestarte -camino un poco y dejo un beso en los labios- uh..pero mira que guapo hombre.

-Por Dios Barbara -la miro con el ceño fruncido- aquí está la chica con la que sales.

-Chica celosa -apretó las mejillas- eres mucho más linda.

-Uhm...No te creo nada.

Kara se aparto y continuo trabajando. Cierto que Bárbara y ella siempre discutían no quería decir que llevar un mes saliendo y un año siendo amigas se fuera al desagüe.

-No actues así. Sabes que no estoy ciega y que...ser bisexual no me hace una mujeriega o  faltar a tu confianza.

-Yo no quería decir eso...

-Lo insinuas constantemente.

Ella conocía a Barbara como una mujer abierta y algo agresiva. Una cosa era verdadera, Bárbara estaba muy enamorada de Kara. La pregunta era que sentía Kara. Ella le gustaba la chica y hacían una pareja muy sensual por el momento no había chispa.

-Perdóname -terminó frente a la pelirroja- no lo digo con ese término y sabes lo celosa que soy, no mido mis palabras...¿Te parece una cena?

No daría su brazo a torcer tan fácil. El gruñido que salió y el gesto ilegible.

-No.

-Entonces ven a una de las tardes de béisbol.

-Sabes bien que no entiendo el juego.

Trato de abrazarla.

-Te presentaré con mis amigos como mi novia. ¿Aceptas?

-Me siento halagada -sonrió- esta bien pero me explicas.

-Con gusto te explico el juego. Y lo amaras como yo lo hago.

Ese día fue lo cambiaría todo. Después de la liga de Otoño todo sería diferente.

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************************HOLA**************************************************

Este trabajo es de capítulos cortos, actualizare cada tercer día. 

Serán poquitos capítulos, ya que me gustan las historias cortas, ¿no lo sé?. Creo que estoy loca.