Quien salva a quien

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Hans se encontraba gravemente herido, definitivamente ni con toda la suerte del mundo, ni con todos los ejércitos humanos posibles, podrían derribar al temible Abrahaxas, necesitaban algo más que eso.

-Estúpidos humanos, creen que pueden llegar hasta mí, que pueden retarme con sus miserables armas y aun con eso creen que iban a ganarme. Debo admitir que me es gracioso.

-No me avergüenzo de venir por mi reina, y seguiré luchando hasta mi último aliento de ser posible. Pero juro por Dios que la sacare de aquí.

-Admiro tu devoción por ella, pero debo confesarte que ella está loca por mí, insistió mucho en quedarse conmigo, pero me negué rotundamente, ya que ahora ya no están bonita. Solo me interesa su don que ya no tiene. ¡Tú la hiciste inservible!

-Que...de que estas hablando.

-Ella no posee ningún don, su bastardo lo ha adquirido lo que es mío.

-Mi...mi hijo no es ningún bastardo ¡maldito infeliz!

-¡TU HIJO AHORA ES MÍO!

-Jamás, jamás dejare que nos hagas esto.

-y como piensas evitarlo reycito de mierda, ante mí no eres más que huesos y cenizas. ¡CONTIGO ACABARÍA EN CUANTO ME DE LA GANA!

-¡PERO A MI NO! – se escuchó decir de entre las penumbras la voz de Mila acercándose a paso firme. Lucia pálida, con su cabello cayendo sobre sus costados suelto, con una bata larga y blanca y sus pies descalzos.

-¡pero que rayos haces tú aquí! ¿No puedes separarte de mí ni un momento verdad? –Dijo Abrahaxas -¡Cerínea! ¡Cerínea! ¡Donde demonios estas!

Cerínea la fiel seguidora de Abrahaxas apareció corriendo detrás de Mila sujetándola del brazo hasta verse sus nudillos blancos.

-Cerínea solo te pedí que la mantuvieras cautiva, ¡que ni eso puedes hacer bien!

-Su...suéltala infeliz, te juro que...que si le haces más daño te matare...de la manera más dolorosa por...posible. –dijo Hans con el aliento entre cortado

-Perdóneme mi señor, la llevare de regreso... ¡muévete!

Mila al ver a Hans gravemente herido, sintió como desde lo profundo de su ser, nacía una rabia incontrolable, haciendo que levantara su mano y la pusiera en el cuello de Cerínea, las manos de Cerínea se colocaron rápidamente sobre las de Mila intentando zafarse, lo cual fue imposible, la rabia de Mila era tal que sus dedos comenzaban a quemar provocando que Cerínea diera gritos de dolor. Continuo apretando hasta que su cuerpo quedo completamente en llamas y sus huesos seguían aún ardiendo, había dejado de moverse, solo era el esqueleto lo que mantenía en su mano y no lo soltó hasta que se convirtió en solo cenizas.

Hans estaba a puntos de desfallecer, sus intentos de dañar a Abrahaxas eran absurdos, unos simples humanos contra un demonio de antecedentes monumentales, iniciaron 11, y en la lucha seguían 7. Cualquier intento de ataque podía librarlo con solo parpadear.

-¿Es en serio? ¿Esto es todo lo que tienes mortal?- dijo Abrahaxas riendo a carcajadas. Hasta que dirigió la mirada hasta donde se encontraba Mila con Cerínea hecha cenizas, sus ojos completamente abiertos no dejaban de reflejar el asombro a tal escena, su fiel servidora, su mejor guerrera completamente hecha polvo.

-vaya, vaya, vaya... pero que tenemos aquí Mila, no estás tan mal del todo he, veo que te has mejorado milagrosamente, y que tu bastardo al fin te regreso lo que es mío.





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se que serán capítulos cortos pero están llenos de emoción jeje

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