Revelación

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Han pasado días, y el Rey aún no se presentaba en la habitación, Mila estaba cada vez más temerosa, no podía salir, no podía comunicarse con Khan y eso es lo que más le dolía. Podía jurar que lo había escuchado gritar desde la entrada del castillo su nombre, lo que le había destrozado el corazón, pero debido a su cautiverio de ya hace varios días, se convenció de que había sido una mala treta de su mente.


Por otra parte el Rey Hans había mandado traer a su hechicero real, un personaje bastante tenebroso, demasiado poderoso, de aspecto joven, moreno y buenas proporciones, no se confundan con su "aspecto joven" en realidad él tenía más de 120 años, pero su magia lo hacía rejuvenecer cada que aparecía una sola arruga sobre su tersa piel. 

Éste, había confirmado que la joya era legítima, ya que contaba con la marca de la heredera, que consistia con una mancha en la parte trasera del cuello en forma de dragón, solo ella podría despertar el poder de esa antigüedad que por tanto tiempo estuvo perdida. Pero aun no sabia como, y ellos la deberían guiar con rapidez, ya que no estaban seguros, ni ellos, ni Mila, ni el pueblo entero.

-Mi señor, si me permite aconsejarle, yo humildemente le digo que mate a la chica mi lord, así Abrahaxas el terrible no se acercara al pueblo, ni a  su magestad.- Dijo temeroso el Hechicero observado la reacción del rey.


-¡No Rab!- dijo, diciéndole al hechicero por su nombre - Mi padre me advirtió sobre éste momento, y aunque tu opinion es tentadora, no es lo correcto, si hay pelear pelearemos, pero no matare a esa chica, tiene algo en ella que me hace sentir que todo estará bien, ahora debemos decirle lo que se oculta  tras esta joya, y en lo que la convierte.


...


Más tarde se escuchó el cerrojo de la puerta abrirse, y Mila ya no hizo esfuerzo alguno por asomarse a ver quien es. De seguro es Gretta pensó, hasta que una voz gruesa e imponente la saludo desde la salita de estar. 


-Buen dia Mi Lady-

-¿Mi lady?- Esa frase la hizo saltar de la cama y ponerse de pie tan rápido que casi pierde el control de su cuerpo e iba a darse un tremendo sentón, hasta que sintió unos brazos fuertes que la sujetaron pronto rodeando su cintura y así recuperó su equilibrio, poniéndose de mil colores por la vergüenza.


-Te vendría bien tomar asiento, tenemos que hablar.- Dijo, tomando asiento en la sala, haciendo una ademán con su mano, invitándola cordialmente a hacer lo mismo.


Mila tomó asiento en un silloncito justo frente al rey, adornado con un tapiz de flores de colores, demasiado femenino y cómodo, de hecho se había convertido en su preferido desde su encierro en esa fría habitación. Con mirada nerviosa salió de sus pensamientos y puso sus ojos en enorme cuerpo que estaba frente a ella.


-Esto te pertenece- Dijo el rey Hans estirando su mano y devolviéndole el collar de dragón.


-¿Por fin se dio cuenta que no soy una ladrona?¿Va a dejarme salir de aquí? Khan a de estar buscándome, necesito hablar con él, decirle que estoy bien.- Dijo mientras gotas de agua se asomaban en las comisuras de sus ojos amenazando con dejarse caer.


-Antes que nada primero escucha - Dijo inclinándose hacia ella- No se por donde comenzar Mila, pero nada de lo que has vivido es verdad, mi hechicero me ha contado toda tu vida paso a paso, con todo detalle, ha podido ver todo lo que hay , o hubo alrededor tuyo,

ATADA A TI ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora