Amigos.

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Diego guardo la ropa ya seca que Mateo le había prestado, algo que podía hacer en agradecimiento era lavarle su ropa de deportes y devolverla cuanto antes.

Aprovecho cuando la hora de la salida llego, se despidió de sus amigos y corrió al edificio C donde los chicos del segundo grado se encontraban.

Era aún más difícil al no saber su salón, pero de algo ayudaba el que fuera viernes y como cada viernes la escuela se encontraba casi vacía.

Decidió esperar en la puerta principal del edificio, el chico tendría que salir por ahí en algún momento. ¿No?

(...)

Mateo por otro lado salia del edifico E donde tomaba sus clases de computo. Miro al rubio bonito fuera de su edificio y se pregunto si lo había ido a buscar a el.

Bueno eso era mas que obvio, tenía que regresarle su ropa. Así que suspiro tratando de regular su respiración y se fue acercando.

No sabia lo que estaba apuntó de hacer pero se coloco tras el y cubrió rápido los ojos del chico antes de que girara.

-¿Temo?

- No, no soy Temo

-Oh.. ¿Mateo?

-Si, lo siento si fue extraño pero nunca había hecho eso y creí que seria divertido porque tardarias en adivinar

-No importa de verdad pensé que era mi amigo Temo porque el siempre hace estás cosas

-Vaya, bueno pero si adivinaste quien era

- Tu voz

-Cierto que estúpido

-No eres estúpido, eres agradable.. Que mal que no quieras ser mi amigo

Mateo lo miro confundido y luego recordó. El primer día que se conocieron había sido un tremendo cabrón con Diego y le negó una amistad.

Diego lo seguía mirando esperando una respuesta, pero Mateo seguía lamentándose mentalmente por lo que hizo que no sabia que decir.

-Bueno igual gracias por lo que hiciste por mi, creo que ya no nos debemos nada...

Le tendió la bolsa con la ropa y luego se fue.

Mateo sabia que lo había arruinado ¿Ahora como haría para tenerlo cerca? ¿Y porque lo quería cerca?

(...)

Era difícil para Mateo tratar de entender porque tenía tanta necesidad de encontrarse con aquel rubio bonito, no lograba entender porque le gustaba tanto verlo y hablarle.

Solo sabia que no estaba bien mirarlo tanto. Pero llevaba más de quince minutos sentado  desde la lejanía para mirarlo cómodamente, y es que le gustaba verlo reír con sus amigos, era increíble como un chico como el podía irradiar tanta luz.

Diego abrazo a sus amigos antes de irse con unos de ellos, fue entonces que Mateo pensó tanto en lo lindo que seria ser su amigo pero el nunca pudo conservar una amistad y perder a alguien como el podría ser muy duro. ¿Debía intentarlo?

(...)

Diego sonreía más de lo normal, Su mejor amigo sospechaba que algo había pasado y no dejaba de preguntar que era lo que tanto pensaba.

- ¿No puedo estar feliz Temo?

- Claro que si, pero a ti te pasa algo más... Cómo cuando veo a Aris

- Yo no estaba viendo a tu Aris

- No tonto, habló de que tienes cara de enamorado. Ya se... Te gusta alguien.

- Bueno..  quizá, pueda que tengas razón

- ¡Lo sabía! ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Lo conozco? ¿Es de la escuela? ¿En que grado va? ¿Es guapo?

Diego sonrió, su amigo era un tonto.

- Muchas preguntas pero, si es de la escuela y no, no lo conoces, si está guapo y se llama Mateo pero...

- ¿Pero que? No me digas que es hetero...

- No lo sé, no hemos hablado mucho, a el no le gusta hacer amigos y yo le debía algo y el a mi pero ahora ya no nos debemos nada y dudo que volvamos a hablar.

- Tal vez deberías hacer un intento más por acercarte, no pierdes nada

- Tal vez lo haga. Pero ahora cuéntame tú cómo te fue con "el amor de tu vida"

Temo borro su sonrisa y suspiro antes de contarle lo sucedido, Diego no sabía aún nada pero por la cara de su amigo dedujo que no era nada bueno.

(...)

Diego se despidió de su amigo y se quedó en la parada del bus, había perdido el que tomaba siempre pero el chisme con su mejor amigo estaba más que  bueno. Temo se le había confesado al chico que le gusta y el solo le dijo "Temo no, yo no puedo corresponderte. Yo no soy gay" y lo había dejado  llorado en el parque, pero ya habían pasado unos días y su amigo se veía más animado y concentrado en sus exámenes. Y a Aris... bueno a el no lo había visto, pero ahora no lo odiaba por la misma razón, antes quería alejarlo de su mejor amigo y ahora lo odiaba por hacerlo sufrir. Vaya vueltas que daba la vida

Diego pensó que cuando su mejor amigo se diera cuenta de que no pasaría nada con Aristóteles podía ser él quien estuviera a su lado pero ahora después de conocer a Mateo esa idea no le emocionaba.

- Hola Diego.

- Mateo... Hola ¿Qué tal?

- Quería decir que lo siento por lo que te dije.

- ¿Que dijiste?

- Que no me interesaba ser tu amigo

- Oh no te preocupes, sé que puedo ser un poco irritable y entiendo que no quieras un amigo así.

- Pero no creo que seas irritable, solo que soy muy malo socializando y realmente me di cuenta que eres un chico agradable

- ¿De verdad Mati?

- De verdad Diego...

- ¿Entonces quieres ser mi amigo?

Mateo asintió regalandole una sonrisa y fue entonces que Diego lo abrazó muy fuerte.

Pero Mateo no podía dejar de pensar el porque respondió solo así, aquella pregunta lo tomo por sorpresa, el en realidad no quería ser su amigo, si no tal vez algo más, aunque aún no lo aceptará por completo.

Diego por otro lado no paraba de sonreír, había logrado que Mateo cambiará de opinión sobre ser amigos, incluso ahora estaban compartiendo sus audífonos durante el camino a casa y por fin gracias a sus ocurrencias pudo escuchar la risa de Mateo.

Diego podía jurar que esa risa sería su nuevo sonido favorito.

No quiero ser tu amigo / MATIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora