¿Y Diego?

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Mateo miró su reloj una vez más desesperado, Diego aún no aparecía en la parada del camión y llegaría tarde a sus clases.

No sabía que hacer, si lo esperaba el llegaría tarde pero quería verlo y saber si todo estaba bien, el día anterior cuando terminó su entrenamiento y fue a buscarlo ya no estaba ahí.

- Diego aparece...

El camión paró frente a él y el chófer lo miro serio esperando a que se subiera, Mateo suspiro resignado esperando que Diego estuviera bien y llegará pronto.

Terminó subiendo al camión solo, como cualquier otro día, pero está vez era tan raro para el, porque cada jueves se había vuelto tradición que Diego llegará tarde y se fueran juntos.

Intento marcar a su teléfono pero su amigo nunca atendió, resignado coloco sus audífonos esperando que todo estuviera bien.

(...)

Diego por otro lado dormía plácidamente, su teléfono seguía apagado y su cargador de teléfono mal conectado, su familia ya no estaba en casa y nada lo haría despertar en un buen rato.

(...)

Temo salió de la cafeteria, Aristóteles quién lo veía de lejos intento acercarse a el pero se detuvo cuando video al tal Mateo hablarle. No sabía porque se hablaban tanto y tampoco el porque eso le molestaba pero terminó por dejar de mirarlos y se fue.

- Hola Temo.

- Hola Mateo ¿Has visto a Diego?

- No, justo venía a preguntarte eso...

- Yo juraba que estaría contigo, últimamente pasan mucho tiempo juntos

- Lo se, pero hoy no llego a parada del camión y no responde los llamadas y estoy preocupado porque...

Temo puso una mano en su hombro pidiéndole que se calmara y Mateo dejo de hablar.

- No pasa nada, quizá se quedó dormido, o puede que pusiera mal su alarma, si quieres y para que estés tranquilo podemos ir su casa saliendo de aquí.

- ¿De verdad?

- Si, te espero a la salida.

(...)

Diego se levanto demasiado rápido, busco su teléfono desesperado, lo vio tirado y sin batería y se dió un golpe en la frente, miro su reloj colgado en la pared y se tiró a la cama de nuevo, era demasiado tarde, las clases ya habían acabado.

Bueno quizá debía considerar más dejar sus clases de natación si no quería pasar por más aventuras cada jueves por la mañana.

(...)

Temo esperaba en la salida a Mateo, pensó mucho en la forma que ese chico se preocupó por su mejor amigo y sonrió porque posiblemente está vez no se equivovaba y ese chico sentía algo por Diego. Solo esperaba de verdad no esquivocarse, no quería que su amigo pasará lo mismo que el.

- Hola Temo, se que hablamos de que querías tu tiempo pero enserio te extraño.

- Hola Ari, no te preocupes, creo que exagere un poco, eres mi amigo y también te extraño.

- ¿Entonces crees que podamos ir a..

- Listo Temo, ¿Nos vamos? - interrumpió Mateo.

Aristóteles lo miro molesto, y Temo solo asintió, Mateo comenzó a caminar en dirección a la parada del camión y Temo se despidió rápido de su amigo.

- Lo siento Ari, hablamos luego.

El rizado suspiró frustrado. Esto había sobre pasado su límite, aún no podía entender cómo Temo lo deja por irse con ese chico, no dejaba de preguntarse si ellos eran algo o como se conocieron, solo podía entender una cosa y era que estaba celoso, pero aún no admitía que esos celos no eran porque Mateo le robara a su amigo, el estaba así por algo más. Por fin estaba aceptando sentir algo más por Temo.

(...)

- Siento mucho el haber interrumpido tu plática pero enserio tengo que hablar con Diego.

- No te preocupes, luego le explicaré...

- Es que me miró muy raro tu amigo, creó que se molestó

- No te preocupes, Aristóteles es así, ya se le pasará.

- Siento que ya lo he visto antes...

- También es parte del equipo

- Claro, con razón se me hacía conocido.

(...)

Luego de haber perdido todas sus clases Diego decidió convertir su día en un jueves de películas, y optó por quedarse en pijama.

Preparo palomitas y un montón de golosinas más, busco un par de películas y estuvo apuntó de comenzar aquel maratón, pero el timbre sonó y sonrió, quizá eran las pizzas que ordenó, esperarlas había parecido una esternidad.

Corrió rápido a la entrada y abrió la puerta emocionado.

- ¡Por fin llegaron!

Mateo y Temo lo miraron confundidos, mientras el se sonrojaba de la vergüenza.

- ¿Sabias que veníamos?- preguntó Mateo.

- Creí que eran las pizzas que pedí...

Temo comenzó a reír mientras pasaba a la casa de su mejor amigo, Mateo lo siguió y Diego cerró la puerta.

- No es que no me alegré de verlos pero ¿Que hacen aquí?

- Mateo se preocupó porque no llegaste a la parada del camión, ni a clases y no contestabas el teléfono.

Diego sonrió cuando su amigo menciono que Mateo estaba preocupado por el.

- Está todo bien, mi teléfono no tenía batería y lo conecte mal al cargador, así que no sono mi alarma no escuché las llamadas.

- Bueno, yo tengo que irme pero nos vemos mañana - se despidió Temo

Su amigo salió dejándolo de nuevo a solas con Mateo, sabía que Temo lo hacia al propósito y lo amaba por eso.

- Me alegra que estés bien, ayer te fuiste del entrenamiento y luego hoy no llegabas..

- Lo siento, debí avisarte cuando desperté.

- Tranquilo, Temo me dijo que no es la primera vez que te quedas dormido.

- Si, se ha vuelto un mal hábito.

Ambos sonreían sin saber que más decir. Mateo no quería irse y Diego quería que se quedará pero no sabía cómo pedírselo.

Luego de un silencio no tan incómodo y un par de miradas después, Diego decidió romper aquella burbuja y trato de convencerlo de quedarse.

- ¿Quieres quedarte? Tengo un maratón de películas muy buenas, también hay palomitas, golosinas, pedi pizza y bueno aún no llega, ya se tardo pero será gratis y..

- Claro que quiero quedarme, aún si la pizza no llega.

Diego sonrió mientras caminaba de nuevo al sofá, después de todo, como cada jueves, el y Mateo terminaban pasando el día juntos.



No quiero ser tu amigo / MATIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora