G N U Y H E A T M I K

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Se sentía como la persona más miserable del planeta.

Todo dentro de él sabía que su pequeño círculo de amigos se estaba desintegrando, el perfecto círculo de su vida se estaba despedazando poco a poco. Y la llamada que recibió ese día no hizo nada más que confirmárselo.

-¿Mamá?

- Tae...- un sollozo del otro lado de la línea lo alarmó, porque por más que su madre lo extrañara en casa y lo deseara de vuelta ella jamás había llorado por ese motivo tan ridículo.

- Mamá, ¿qué pasa?- preguntó, con un nudo en la garganta y pequeños temblores empezando a reinar su cuerpo.

- Mi bebé... Tae, tu padre...- otro ataque de sollozos sin control interrumpió sus palabras, y TaeHyung odió ésas malditas escenas de películas cliché en las que siempre que había una mala noticia no podían dejar de llorar y decirlo de una buena vez. Ésas escenas se asemejaban a lo que estaba viviendo.

- ¡Mamá!, ¿qué le pasó a papá?- las voces de sus amigos fueron apagándose, hasta quedar completamente en silencio, y él no quiso voltear porque estaba seguro de lo mal que se veía.

- Tuvo un accidente, un horrible accidente... mi bebé,- lloró, sorbiendo su nariz para poder seguir hablando.- está muy grave en el Med-Will Hospital (메드윌병원), Tae, por favor ven. Los doctores dicen... dicen que no resistirá mucho tiempo más.- en ese momento, TaeHyung sintió que todo se le iba de las manos.

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-Tienes que volver conmigo, bebé, no creo soportar todo esto yo sola. Por favor, vuelve a casa...- su cabeza dolía por la falta de sueño, su garganta seca picaba exigiendo algo de beber.- Tae, sé que es difícil para ti, pero también para mí lo es, apoyémonos en esto, juntos, como familia. Vuelve.

Rascó su nariz, sorbiendo por la misma segundos después. Le dolía la espalda y el cuello, sus extremidades se sentían pesadas y sus ojos ardían horriblemente.

TaeHyung era caracterizado por llevar siempre una sonrisa amigable y juguetona en sus labios, pero justo ahora, ya no existía ni la sombra de esa sonrisa.

Era algo gracioso, pues sin saberlo, todos en su grupo de amigos escondían el dolor tras una sonrisa. El problema era cuando el dolor era más del que podían soportar.

- ¿Tae?- JiMin se asomó por la puerta de la habitación del menor con timidez, sus ojitos buscándolo por la extensión de la misma hasta que dio con él, casi metido en su armario mientras sacaba toda su ropa de este. - TaeTae, ¿quieres que te ayude con eso?

Se dio la vuelta, enfrentando al pequeño pelirosa que no se atrevía a dar un paso dentro.

JiMin se sintió mal al ver las ojeras de su mejor amigo, su aspecto cansado y dolido aún no se iban y lo único que quiso en ese momento fue abrazarlo. Pero no lo hizo, no sabía cómo podría reaccionar el contrario.

- No te preocupes ChimChim, me falta poco.- respondió al fin, suspirando y metiendo algunas prendas en su maleta.

- ¿Estás bien?- JiMin sabía que esa pregunta era estúpida, por supuesto que era estúpida. Incluso él la odiaba, la odiaba porque sólo era una manera de librarse del dolor de los demás. Ellos jamás dirían lo mal que la estaban pasando, y él era un testigo de eso.

- Lo estoy, JiMin.- TaeHyung no pudo prever los cortos bracitos que se enredaron en su torso, ni la carita de su amigo escondiéndose en su espalda, tratando de hacerlo sentir mejor.

- No tienes que mentir, Tae, tienes permitido sentirte mal porque era tu padre, nadie va a juzgarte por eso.- no puedo hacer más que pensar la gran persona que era su hyung, removiéndose un poco para darse la vuelta y fundirse en los brazos de su amigo.

Don't smile on me. myg; pjm. YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora