A W A K E

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La luz de la mañana parecía traer tranquilidad y paz, el silencio rodeándolos como un fiel compañero dispuesto a cobijarlos en su compartido sufrimiento. Los ojos inocentes de su hijo más pequeño mirándolos confundido, perdido entre el mar de la ignorancia. Oh, la dulce ignorancia.

Definitivamente ellos no estaban tranquilos, el dolor y la ansiedad los consumía a partes iguales. La desesperación acompañada de la desesperanza atenazando sus corazones y doblegando sus almas. Su amor puro ardiendo entre la sosegadora llamarada de agonía.

Se sentían como si fueran a desfallecer, la pareja casi ahogándose en el silencio y la tranquilidad, indispuestos a aceptar la desafortunada realidad. JiMin no había bajado esa mañana, y ambos sabían lo que eso significaba. 

Park EunHee  todavía almacenaba un mínimo rayo de luz, aguardando por la llegada de su pequeño, el tic tac del reloj avanzando sin señal de su sol. De su vida. ¿Cómo iba a ser capaz de sobrevivir en el mundo sin él?, ¿cómo haría para no ahogarse en el infinito vacío de tristeza sin su bebé?

Park JongSu, por otro lado, sentía el pecho contraérsele en espasmos violentos ante la idea de lo que había provocado. Sus ojos desenfocados intentando no morir ahí mismo. Había echado a perder a su más grande orgullo.

Nadie estaba listo para levantarse de la mesa esa mañana, Park JiHyun tratando de comprender el estado anímico de sus padres, de sus miradas temerosas y destruidas. El matrimonio quería dejar pasar todo el día hasta que su niño apareciera por la puerta con una enorme y hermosa sonrisa, yendo directo a su lado para darles los buenos días y un beso en la mejilla, como hace más de dos años atrás. ¿Qué es lo que había cambiado desde entonces?

Después de unos tortuosos minutos, JongSu se obligó a levantarse, siendo casi tumbado al suelo por el desgarrador llanto de su esposa, que se desató al verlo ponerse en movimiento. Ella no quería aceptarlo, pero él estaba dispuesto a llevar la carga emocional de ambos.

JiHyun veía a su madre con la mirada desenfocada, intentando averiguar qué es lo que pasaba. Cuando el señor Park estuvo con el teléfono en mano, listo para llamar a una ambulancia, algo inesperado pasó.

Entre el llanto de EunHee, las constantes preguntas de JiHyun, el tic tac del reloj y el sonido de las teclas del teléfono, unos casi imperceptibles pasos descendiendo por las escaleras de la casa llamaron la atención del mayor de los Park. 

Esperó, haciéndole una seña a su esposa y a su hijo. Entonces, como un cálido aliento abrasador hacia sus corazones, su pequeño niño pelirosa apareció en el marco de la puerta, con una expresión adormilada y tallando uno de sus ojitos con su puño. Estaba arreglado para ir a la escuela, con la mochila echada sobre el hombro.

- Me levanté tarde, pero estoy despierto.- dijo JiMin, bostezando, parecía cansado.- ¿Aún hay tiempo para ir a la escuela?

Los señores Park se quedaron sin aliento, JiHyun se levantó de un salto para ir a abrazar a su hermano y preguntarle si hoy pasaría por él después de la escuela. JiMin se sentía avergonzado, pero tenía la esperanza de que algo cambiaría a partir de ese día.

- Claro que hay tiempo, cariño. Toma una manzana para el camino y tu almuerzo, ¡espera que te lo envuelvo!- su madre fue rápidamente a su lado para darle un beso en la mejilla y un fuerte abrazo, luego se encaminó a hacer la tarea que se había impuesto.

JongSu no pudo decir palabra, le dio unas palmadas en el hombro a su hijo y fue directo a encender el auto para pasar a dejar a su familia y llegar al trabajo. Aún tenía la sensación de que era irreal, pero le encantaba el hecho de que JiMin por fin hubiera salido de su estado anímico.

Don't smile on me. myg; pjm. YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora