"Jamás fui el hijo que mis padres deseaban. Eso no era ningún secreto para cualquier persona que conociera de manera mínima a mi familia.
A los cuatro años fue la primera vez que mi padre me levantó la mano, ese día terminé con un horrible moretón en la mejilla. A los siete dejé de llorar. A los doce me hice inmune al dolor de sus golpes. A los quince me defendí, la primera y la única vez.
Con el tiempo aprendí que el dolor físico era por mucho menor al de las palabras, aprendí que una simple palabra puede herir más que cien puñaladas en el pecho. El tiempo también me hizo huraño, intolerable e irritante.
¿Y saben qué fue lo que me hizo reaccionar? El darme cuenta de que me estaba convirtiendo en mi padre.
Las lágrimas que derramé jamás podré recuperarlas, pero el dolor lo llevaré por siempre, grabado como un tatuaje permanente. No quiero volver sobre mis pasos, pero a veces me siento obligado a hacerlo. Aunque no lo quiera, necesito volver al pasado para dejarlo atrás finalmente. Es por eso que lo sigo aguantando, cada día.
Es por eso que sigo sumido en el lugar que ha creado mis peores recuerdos. Los momentos de oscuridad tal vez puedan ser reemplazados por algunos más lindos, más brillantes. ¿Será correcto seguir ahí esperando algo que, probablemente, nunca llegue?, ¿es eso demasiado masoquista?
Mis heridas sanaron, pero las cicatrices persisten, y jamás van a irse. ¿Está bien arriesgarse a que puedan ser abiertas de nuevo?..."
- JungKookie, ¿qué escribes?
- No seas chismoso, TaeHyung.- una segunda voz se hizo presente, entonces el de cabellos castaños elevó la mirada, encontrando sus ojos con otros amables, dulces y sonrientes.
- Exacto, no seas chismoso, TaeHyung.- secundó el menor, cerrando abruptamente su cuaderno de Literatura y metiéndolo descuidado en su mochila. Tomó la manzana de su bandeja de comida y le dio un mordisco.
Tae se quejó, arrojando su bandeja sin derramar nada, impresionante.
- Pero... JungKook, sólo por curiosidad, ¿qué estabas escribiendo?- preguntó JiMin, pareciendo desinteresado mientras el castaño se lo pensaba y le hacía la seña de que se acercara. Cuando la oreja del pelirosa estuvo cerca de la boca del menor, éste lo mordió suavemente del lóbulo.
- No seas chismoso, JiMinnie.- repitió con burla sus palabras, sonriendo juguetón mientras JiMin lo insultaba entre dientes, limpiando su oreja de la "asquerosa" baba de JungKook.- ¿Dónde está tu comida?- inquirió esta vez el castaño, percatándose de las manitos vacías del pelirosa.
- Eh, olvidé mi dinero en casa.- Tae bufó con molestia, y su hyung le miró entrecerrando los ojos con disgusto.-¿Algún problema, TaeHyung?
Antes de que el mencionado pudiera responder con algo que probablemente los haría comenzar una pelea, JungKook intervino, levantándose de su asiento.
- Vamos, yo pagaré tu almuerzo.- JiMin apretó los labios, ¿tendría que pasar eso con JungKook también?
- Tae ya se ofreció a pagarlo también, JungKook, y ya le dije que no tengo hambre, ¿por qué es tan difícil para ustedes entenderlo?- se molestó, apretando sus puños cerrados en sus rodillas.
- ¿En serio quieres hablar de esto, JiMin?, ¿y aquí?- el de cabellos castaños sabía que su tono podría traerle serios problemas, y TaeHyung se mantuvo callado, a la espera de que la bomba explotara. Pero ese momento nunca llegó.
JiMin se levantó, tomó su mochila y se fue sin mirar atrás.
Y ellos no volvieron a topárselo el resto del día.
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Don't smile on me. myg; pjm. YoonMin
FanfictionDonde JiMin no está satisfecho con su cuerpo, y YoonGi es su simple compañero de apartamento, que frustra uno de sus intentos de suicidio. Ver etiquetas, si no se está cómodo con alguno de ésos temas, no leer.