Don't smile on me. myg; pjm. YoonMin

N O O J M A N M I K

NamJoon trataba de lidiar con la presión día a día. Él mismo y varias de las personas a su alrededor le decían siempre que no era bueno sobreesforzarse, que podría ser muy perjudicial para él.

Pero por otro lado, estaban todas las expectativas que tenían sobre su persona. Siendo un estudiante perfecto y un hijo perfecto. ¿Qué debía hacer para no defraudar a las personas que amaba?

Usualmente le preguntaban: "¿cómo es que logras tener notas tan perfectas?", y él no sabía qué responder, porque no quería manchar su imagen frente a otros.

Llegó a un punto de odiar todo lo relacionado con la escuela, con su hogar o cualquier cosa que lo involucrara a él siendo un prototipo inexistente de la persona perfecta.

Fue en su año más difícil que conoció a YoonGi, sus padres estaban muy enfadados con él por no seguir la carrera predilecta que tenían destinada para su único hijo, y al entrar al aula de primer año en creación y producción musical, se encontró con un joven pálido que se veía demasiado entusiasmado en grabarse todo lo que el profesor decía.

Parecía desinteresado y serio, pero NamJoon pronto se dio cuenta que le gustaba mucho lo que hacía.

Y fue dos semanas después que Min YoonGi se presentó ante él, no por sus excelentes composiciones y felicitaciones de parte de los maestros, sino para burlarse de que, por algún motivo, todos los días rompía algo dentro del aula de clases.

Así fue como se hicieron mejores amigos, y después se unió SeokJin. Ese hermoso chico de labios gruesos y hombros anchos, YoonGi le dijo que lo conoció en la fila de la cafetería, cuando lo defendió de un enorme estúpido que se metió delante del muchacho pálido en la fila, y YoonGi prefirió no decir nada por la pereza que le producía crear una pelea. Pero por supuesto Jin, que estaba formado detrás de YoonGi, no pudo quedarse callado y empezó una pelea a gritos con el grandulón. Desde ese momento Jin no se separó de YoonGi.

Apenas un mes después fue cuando NamJoon y SeokJin empezaron su relación, ambos secretamente agradecidos con su mejor amigo por presentarlos y darles un merecido empujón.

Pero, aún con amigos leales, una buena reputación en su carrera y un estupendo novio, seguía sintiendo presión.

Se sentía presionado de parte de sus padres, se sentía presionado de parte de sus profesores, se sentía presionado por sí mismo. Y es que aunque NamJoon no lo quisiera, le era imposible no resaltar haciendo aquello que amaba, le era imposible no dar todo de sí y le enfurecía de sobremanera que absolutamente todos se hiciera expectativas de lo que iba a hacer de su vida.

Pero no podía hacer nada al respecto, y eso era lo que más le dolía. Mantenerse quieto ante personas que no lo conocían de nada, pero aún así aseguraban que sería uno de los éxitos de su generación.

Tal vez muchos se sentirían halagados, pero NamJoon sólo quería que pararan de meterse en su vida, porque ya tenía suficiente presión acerca de él mismo como para sumar la de otras personas.

Su vida era muy dulce por fuera, pero por dentro sólo existían un mar de reproches por no poder ser todo lo que los demás querían.

Lo único que agradecía era que SeokJin y YoonGi se mantuvieran a su lado, ellos dos eran su motivo para seguir intentado alcanzar sus sueños sin que terceros interfirieran en su futuro.

》♡《

- JiMin, es hora de despertar.

Ni siquiera se movió cuando la voz de su madre sonó en el marco de la puerta de su habitación, no abrió los ojos, se mantuvo quieto a la espera de que ella se fuera, porque no quería ver a nadie. Incluyéndola.