Don't smile on me. myg; pjm. YoonMin

K O E S O H G N U J

Estaba aterrado de los problemas. Mi vida casi siempre fue normal, sin ningún tipo de dificultades. Pero últimamente todo estaba yendo mal, incluso en la escuela, y con mi grupo de amigos. Lo sentía.

Estaba tan asustado, que decidí no ir a la escuela ese día.

No hablé con mis amigos, no hablé con mi familia, no tenía ganas de ver a nadie, excepto a ella.

Al comienzo de la semana supe que mi abuela iba a morir, pronto, muy pronto. La habían internado en el hospital porque le dio un paro cardiaco, quise creer que se iba a poner bien, pero siendo sinceros, ella era vieja ya. Y aunque mi abuela era la mujer más fuerte que conocía, a todos nos llega una hora.

Murió a los dos días de estar ingresada en el hospital, y fue cuando los verdaderos problemas, los problemas egoístas, comenzaron.

Yo era el favorito de la abuela, ella me amaba y yo la amaba de vuelta, aún la amo, pero que mis padres me usaran para que dejara toda su herencia a mi nombre fue demasiado bajo. Lo más bajo de toda la situación, fue que mis parientes se enfadaron a tal nivel, que las amenazas continuas a mi familia comenzaron.

¿Qué demonios?, ¿dónde quedó la gran y dulce familia que aparentaron ser antes de la muerte de la abuela? Me sentía atrapado, porque por alguna razón, yo estaba en medio de todo esto. Yo tenía la principal culpa.

El tío Jung golpeó a mi padre el mismo día que se enteró de que quien había recibido la herencia de la abuela fui yo, llamándolo manipulador y otra serie de insultos que no quiero recordar. También quisieron golpearme, y habría estado bien si no fuera porque mi hermana y mamá estaban metidas en esto también. ¿En qué clase de ambiciosa familia nos habíamos convertido?

Yo no tuve ningún problema en aceptar transferir el dinero cuando me lo exigieron, pero mi padre sí que lo tuvo. ¿Qué clase de hombre prefiere mantener resguardado un montón de dinero que a su familia?. Mi padre era el que decidía, porque al fin y al cabo, yo aún no soy mayor de edad.

Me dolía recordar a la dulce mujer que esperó vernos compartir y ser una familia feliz, me dolía recordar su muerte y todos los problemas que ahora cargaba en mi espalda.

La frustración que estaba sintiendo a lo largo de este corto período de tiempo me hizo descuidarme de algo que necesitaba mucha atención.

Ese día fue cuando lo entendí, pero hubiera deseado saberlo más temprano que tarde.

》♡《

"- A veces hay que ser lo suficientemente fuerte como para aguantar tanto, los débiles no caben aquí, porque ceden al instante y jamás serán capaces de llegar a nada, todo su esfuerzo es en vano. ¿Sabes de qué me he dado cuenta hoy? De que tú eres un débil."

Los sonidos empezaron a llegar a sus oídos, ajenos y distantes, como si tuviera la cabeza sumergida en agua. Un pequeño zumbido, como el de un refrigerador funcionando, se escuchaba a lo lejos aunado al ruido de los autos en la calle y las voces mezcladas de varias personas, siendo imposible determinar cuántas eran. A parte de eso, sentía como si estuviera resguardado del mundo, alejado del barullo.

"- Sé qué fue lo que te dije, JiMin, jamás lo olvides. Por favor, lucha por ti y por mí, he estado tratando de ocultarlo, pero al fin y al cabo... también soy débil."

Trató de abrir los ojos, resultándole una tarea para nada sencilla ya que todo de él, incluso partes de su cuerpo que ni siquiera recordaba dolían, se sentían pesadas.

"- Si alguna vez empiezas a sentirte hastiado, deja esto en manos de alguien más, no olvides ninguna de mis enseñanzas porque en cierto momento serás tú quien las predique."