Bajo el mismo techo | Yoonmin

37.-

Pov. Taehyung

Min Yoongi consigue calmarse pasados unos segundos, las palabras del chico siguen dando vueltas por mi cabeza, Jungkook no sería capaz, ¡vamos!, Jimin no sería capaz. Por más que lo repito, no consigo alejar los pensamientos de mi mente. Chequeo mi teléfono a cada segundo, casi sin prestar atención a lo que sucede a mí alrededor.

Los minutos pasan silenciosos, hasta que Namjoon interrumpe lo que podría llamarse calma.

-Espera, conozco este camino-

-Pareciera que nos lleva al bar- Min Yoongi, quien hace bastante miraba alrededor confuso, cambia su rostro a uno más preocupado

-Salió inteligente el niño, eh-

-¿Por qué haces esto?- Cuestiono a Young Bae, con cierta decepción. La primera vez que lo vi, no parecía un mal chico, incluso colaboró con nosotros ¿fingió todo este tiempo? ¿Con qué sentido?

- Porque por culpa de maricones como ustedes lo he perdido todo... básicamente- La calma en su voz es perturbadora, ¿siquiera tiene sentimientos? Nuevamente la camioneta se torna silenciosa. El camino restante al bar lo dedico a analizar el rostro del chico, la sonrisa y los ojos fríos de los que no me había percatado. Al parecer, Min Yoongi y Kim Namjoon lo vigilan también, el primero lo hace desde el reflejo de la ventana, mientras el otro lo hace desde el espejo retrovisor. 

Una eternidad, eso es lo que según mi percepción ha transcurrido hasta llegar al bar, al cual no hemos ido en un tiempo, todo parece igual.

-¿Es aquí?- Pregunto con bastante incredulidad, a lo que Young Bae responde indicando con su dedo al local colindante al bar. Chasqueo mis dedos con nerviosismo en lo que salto fuera de la camioneta, ya fuera (y algo desorientado) me aproximo a la puerta anteriormente señalada, la cual para mi sorpresa se encuentra abierta, me adentro ignorando los gritos del resto.

Pov. Yoongi

A veces creo que este chico no piensa, como ahora.

-¡Taehyung, detente!- Gritan al unísono Namjoon y Seokjin, la velocidad con la que Tae dejó el vehículo y entró a ese lugar no me permitió pensar con claridad. Con torpeza me quito el cinturón y salto fuera del vehículo.

-¡Yoongi, no!- Hago caso omiso a la advertencia de Nam. Tae no puede estar solo en esto.

Al entrar, me encuentro con un angosto pasillo repleto de puertas de variados colores y tamaños, el lugar consigue marearme. Guiándome por las fuertes pisadas de mi compañero, me adentro en la tercera puerta de la izquierda, la que destaca por marcas color carmesí en un fondo tan claro como mi piel.

Los pasos se detienen y algo me retiene, intento asustado quitarme lo que creo son manos, volteo desesperado y no me equivoco, un hombre casi medio metro más alto que yo estruja con fuerza mis extremidades superiores, un leve pinchazo en mi cuello me toma por sorpresa. No consigo ver más que oscuridad.

Mi cuerpo es arrastrado y mis pies no parecen responder, la fuerza del agarre que ejercen los captores me parece mínima. La tela que cubre mi rostro es lo suficientemente delgada como para reconocer sombras y luces. Mis pies caen escaleras abajo, mi cuerpo está flácido, esto es frustrante.

Pov. Jimin

Han pasado ya horas desde la última llamada de Min. Luego del incidente con Jungkook decidí encerrarme en mi habitación, la señal aquí no es muy buena, pero ni siquiera sé si quiero recibir noticias, no por egoísta, sino por cobarde. Me aterra saber si le hicieron algo a Hobi, me aterra lo que puedo llegar a pensar, sólo quiero que vuelvan ya.

Pisadas interrumpen mis pensamientos, supongo que es Jungkook, quien baja las escaleras, lamentablemente, no me equivoco. No quiero verlo, no después de lo que hizo, ¿por qué lo hizo? Estábamos tan bien.

-¿Puedo?- Pregunta ya pasado el umbral de la puerta. Evito mirarlo, ocultando mi rostro en las almohadas que adornan la cama que hace bastante no sentía tan vacía.

-Ya estás dentro

-¿Vas a seguir así? Ya te pedí perdón- Su voz me recuerda a la de un niño consentido, que a pesar de haber cometido un error (¡y vaya error!) se muestra orgulloso, aunque algo apenado. Volteo hacía el, chasqueando mi lengua.

-Tienes que entender que lo que hiciste está mal

-¡¿Crees que no lo entiendo?!- De pronto, Jungkook ya está llorando de nuevo, se me parte el corazón al verlo así de frágil, sigue siendo muy pequeño para estas cosas, todos somos muy pequeños para estas cosas. Decido acercarme, dubitativo me pongo de pie y doy un par de pasos hasta llegar a su lado. Con unos golpecitos en su espalda indico (amistosamente) que estoy aquí. -¡Lo amo! No sé que me sucedió, no sé porqué lo hice... Yo no quería hacerlo- Sus manos cubren su rostro por completo a excepción de su nariz y parte de su boca, su cuerpo se hace pequeño como buscando un abrazo, lo rodeo con mis brazos y continuo dando golpecitos.

-Lo sé, lo sé- Me limito a decir 

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Hola, gracias nuevamente, por leer y esperar.

Estoy intentando mejorar mi escritura y espero que lo estén notando (y que esté mejorando). Tenía gran parte del capítulo escrito, sólo que no sabía bien si publicar o no.

Gracias.