·Casado· || Joerick || Terminada

Once.

Maratón 3/4

Las dos últimas semanas fueron bastante tranquilas, quitando el hecho de que Riki venia dos veces por semana a pedir perdón. Pero no importaba, por que con una cojida, se olvidaban de todo.

En ese momento, Erick se estaba despertando, en su habitación, por que se había enojado con Joel por que banda era mejor, si Imagine Dragons u OneRepublic, obviamente, Erick se ofendió al escuchar "OneRepublic es mejor", en fin, por eso amaneció en su cuarto.

Sintió una sensación extraña cuando escuchó un grito que provenía del cuarto de Joel, por eso decidió subir las escaleras, e ir a la habitación.

El estómago se le dió vuelta, los riñones se le estremecieron y el vómito llegó a su garganta.

La espeluznante escena de Riki y Joel cojiendo, y gemidos por parte de Riki, una escena asquerosa para el pequeño ojiverde.

-¡Eso, Joey! -gemia el ojiclaro- ¡Sabes como me gusta! 

-Como extrañaba tus gemidos... -Joel se inclinó para besar sus labios y fue suficiente para que Erick cerrara la puerta y vuelva a su habitacion- ¡Me encantas!

Malditas ilusiones, maldito trabajo y maldita vida.

En ese momento tomó la decisión de hacer sus malditas maletas, mientras decía un sin fin de insultos para el puerco de Joel, lo odiaba, y juraria que si no fuera por que todavia es su jefe, le hubiera dado un buen golpe.

Tomó sus auriculares, subió todo el volumen de su celular y puso su música favorita.

Pero luego pensó un momento... Joel y él no eran nada, no tenia por qué enojarse.

Debió comprender que solo habían sido malditas aventuras.

Respiró bien profundo y comenzó a desarmar sus maletas.

Maldito Joel que le podía tanto.

Un par de horas después, luego de sentir el ruido de la puerta, decidió salir de su cuarto e ir a la cocina.

-¿Dónde andabas? ¿No ves que tengo hambre? -dijo apenas lo vió.

-Podrías haberte hecho algo tú... -susurró por lo bajo- Disculpa -dijo firme.

-Deja de pedir perdón y ve a hacerme algo, pero ya. -el ojimarron solo se sentó en el sillón a observar.

Erick se puso hornear un poco de pollo y luego preparó una ensalada. Se la alcanzó y luego se sentó en una silla.

-Debería despedirte.

-¿Y por qué no lo haces? 

-Sabes, pienso en tu maldita vida y en  tu maldito departamento, se que lo tienes que pagar.

-¿Cómo mierda sabes eso?

-¿Por qué ese pedazo de mierda es tan importante para ti? -lo miró con el ceño fruncido, mientras Erick solo bajaba la mirada- Por que con lo que ahora te estamos dando, podrias comprarte algo mejor que ese pedazo de mugre.

-Callate...

Joel se paró y se acercó a los labios de Erick -Callame -dijo mientras miraba los labios del menor.

-Vete a la mierda -dijo Erick mientras corría la cara, pero Joel le tomó la barbilla y lo besó.

-Estoy en ella cuando te tengo cerca, amor -una sonrisa se formó en sus labios, luego soltó a Erick.

Este sólo se paró y miró a Joel unos segundos -O capaz tu eres la mierda -luego fue hacía su habitación y la cerró con fuerza.

Joel rió por lo bajo y luego siguió comiendo tranquilo, no sentía culpa o preocupación alguna.