La hija secreta de... Voldemort

Capítulo 37

Capítulo 37: El Ejército de Dumbledore y los Thestrals

Pov. "____":

Durante gran parte del día nos las pasamos avisando a los chicos que habían firmado la lista para avisarles el lugar y la hora de la reunión de aquella noche. Terminada la cena supusimos que las veinticinco personas ya estaban enterados así que a las siete y media salíamos de la sala común de Gryffindor en dirección de la Sala de Menesteres.

Llegamos a donde debería estar la Sala de Menesteres, aunque estuvimos consultando el mapa del merodedor cada cierto tiempo para que no fuéramos atrapados ni por Umbridge ni por Filch. Caminamos por los pasillos hasta que llegamos a un tramo vacío de pared frente a un enorme tapiz.

—Muy bien— dijo en voz baja— Dobby dijo que teníamos que pasar tres veces por delante de este trozo de pared, concentrándonos en lo que necesitamos.

Hicimos lo que indicó Harry, yo entrecerraba los ojos mientras pensaba en un lugar dónde podamos practicar libremente, aunque una leve idea pasó por instante, aparte de practicar también quería un lugar para entrenar en combate.

—¡Chicos! —nos llamó Hermione.

Volteamos y una puerta brillante de madera había aparecido en la pared. Harry giró el picaporte, abrió la puerta y entró, nosotros entramos después de él.

La habitación era amplia, colgaban antorchas y lo primero que me llamó la atención fue que en una de las paredes colgaban varios tipos de armas. Me acerqué hacia ella con una sonrisa para primero sostener el arco y flecha, apunté en dirección del blanco que se encontraba unos metros más adelante de mi y luego de suspirar, solté la flecha que cayó en el centro del blanco. Miré a Hermione cuando ella soltó un gritillo de emoción al ver los estantes llenos de libros de Defensa. Ron miraba los cojines con emoción, ahora se aseguraría de al menos caer en uno de ellos cuando practiquen hechizos aturdidores.

Mientras que Hermione leía uno de los libros, yo practicaba con las dagas. Cuando lancé la cuarta daga, unos golpecitos se escucharon en la puerta. En grupos de cuatro o cinco los asistentes empezaron a entrar. Ya cuando todos estaban presentes, nos sentamos en uno de los cojines esperando que Harry dijera algo.

—Bueno... Éste es el sitio que hemos encontrado para nuestras sesiones de prácticas y por lo que veo... todos lo aprueban.

—¡Es fantástico!— exclamó Cho

—Bueno, he estado pensando por dónde podríamos empezar y... ¿Qué pasa, Hermione?— la mencionada alzó la mano

Luego de que Hermione nos hiciera escoger un líder (Harry) y un nombre para el grupo para hacer más oficial todo. El nombre escogido para el grupo era Ejército de Dumbledore (ED)

—Muy bien— habló Harry— ¿Empezamos a practicar? He pensado que lo primero que deberíamos hacer es practicar el Expelliarmus, es decir, el encantamiento de desarme. Ya sé que es muy elemental pero lo encontré muy útil...

—¡Vaya!— exclamó Zacharias Smith mientras se cruzaba de brazos.— No creo que el Expelliarmus nos ayude mucho si tenemos que enfrentarnos a Quien-tú-sabes.

—Yo lo utilicé contra él— habló Harry sereno— En junio, ese encantamiento me salvó la vida.

Sonreí al ver que Zacharias se quedó con la boca abierta

—Pero si crees que está por debajo de tus conocimientos, puedes marcharte...—Nadie se levantó —Bien, podríamos dividirnos en parejas y practicar.

Todos empezaron a formar parejas y como observé que Neville aún seguía solo me acerqué a él y con una sonrisa le pregunté:

—¿Quieres practicar conmigo?