Capítulo 14

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Capítulo 14: Cosas en que pensar

Harry salió de la tienda, junto con "____" y se fueron a pasear por el lago, cada uno hablaba de como se habían sentido al enfrentar al dragón. Cuando terminaron de hablar, decidieron ir al castillo. Cuando se acercaban al cuadro de la señora gorda escucharon mucho ruido proveniente de la sala común. Dijeron la contraseña y entraron. minutos se escuchó como se abría la puerta de la sala común. Rápidamente se escucharon gritos y vítores. "____" al entrar, pudo ver que las mesas de la sala común estaban montones de pasteles y de botellas grandes de zumo de calabaza y cerveza de mantequilla. Dean Thomas, que era muy bueno en dibujo, había colgado unos estandartes nuevos impresionantes, la mayoría de los cuales representaban a Harry volando en torno a la cabeza del colacuerno con su Saeta de Fuego, y a "___" alzando el fuego lanzado por los dragones al aire.

—¡Jo, cómo pesa! —dijo Lee Jordan cogiendo el huevo de oro de Harry que había dejado en una mesa, y cargandola en una mano—. ¡Vamos, Harry, ábrelo! ¡A ver lo que hay dentro!

—¿Quieren que lo abra?— preguntó Harry emocionado

—¡Sí!— gritaron varios

Lee le pasó el huevo a Harry, que hundió las uñas en la ranura y apalancó para abrirlo.
Estaba hueco y completamente vacío. Pero, en cuanto Harry lo abrió, el más horrible de los ruidos, una especie de lamento chirriante y estrepitoso, llenó la sala.

—¡Ciérralo! —gritó Fred tapándose los oídos con las manos.

—Pero que rayos era eso— preguntó Ron

Dejaron a Harry y a Ron hablar para que arreglaran las cosas, mientras que Hermione hablaba con "___" preguntándole sobre su herida y si aún le dolía.

—Que no me duele Hermione —decia "____" segura— ¡Au! ¡Hermione!— gritó dolorida ya que Hermione le tocó fuertemente el lugar donde estaba su herida

—¿Ves? Te duele

—Ya se me pasará...—le sonrió— Cruel— susurró

—¿Qué?

—Nada

Por otro lado, Harry no podía concebir tanta felicidad: tenía de nuevo a Ron de su parte, había pasado la primera prueba y no tendría que afrontar la segunda hasta tres meses después.

Era casi la una de la madrugada cuando por fin los campeones subieron a los dormitorios. "____" se fue a su habitación a hacerle una carta a sus padres donde les contaba sobre la primera prueba, fue a la lechucería y le puso la carta en la pata de Taly. Luego se fue a la dirección para poder dormir.
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El comienzo del mes de diciembre llegó a Hogwarts vientos y tormentas de aguanieve. Aunque el castillo siempre resultaba frío en invierno por las abundantes corrientes de aire, a "____" le alegraba encontrar las chimeneas encendidas y los gruesos muros cada vez que volvía del lago.

—No estoy seguro de si hibernan o no —dijo Hagrid a sus alumnos, que temblaban de frío, en la siguiente clase, en la huerta de las calabazas—. Lo que vamos a hacer es probar si les apetece echarse un sueñecito... Los pondremos en estas cajas.

Sólo quedaban diez escregutos. Para entonces tenían casi dos metros de largo.
Desalentada, la clase observó las enormes cajas que Harry acababa de llevarles, todas provistas de almohadas y mantas mullidas.

—Los meteremos dentro —explicó Hagrid—, les pondremos las tapas, y a ver qué sucede.

Pero no tardó en resultar evidente que los escregutos no hibernaban y que no se mostraban agradecidos de que los obligaran a meterse en cajas con almohadas y mantas, y los dejaran allí encerrados. Hagrid enseguida empezó a gritar: «¡No se asusten, no se asusten!», mientras los escregutos se escapaban por el huerto de las calabazas tras dejarlo sembrado de los restos de las cajas, que ardían sin llama. La mayor parte de la clase (con Malfoy, Crabbe y Goyle a la cabeza) se había refugiado en la cabaña de Hagrid y se habían atrincherado allí dentro. Harry, Ron, "____" y Hermione, sin embargo, estaban entre los que se habían quedado fuera para ayudar a Hagrid. Entre todos consiguieron sujetar y atar a siete escregutos, aunque a costa de numerosas quemaduras y heridas.

La hija secreta de... VoldemortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora