Una Mentira Descubierta

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Saliendo del ascensor algo distraída para ir a cenar sentí que alguien me tomaba por el brazo.

¡Oi jasmim! ¿Cómo está? ¡Hola Jazmin! ¿Cómo estás?

─¡Olá, Tania! Que eu gosto de vê-lo novamente. ¡Hola Tania! Que gusto volver a verte. ─Con un cálido abrazo y dos besos la salude.

Espero que você continue dizendo as mesmas coisas, em seguida, que você sabe para o que veio. Yo espero que sigas diciendo lo mismo luego que sepas a lo que vine. Eu preciso falar com você. Necesito hablar contigo.

Seu tom de voz é bastante sério. Se você quiser pode falar no restaurante do hotel? Por tu tono de voz es bastante grave. ¿Si queres podemos hablar en el restaurant del hotel?

Obrigado. Acredite que se não fosse algo importante não te incomodaria. Gracias. Créeme que si no fuera algo importante no te molestaría. Pegar leve. Eu entendo. E como foi que eu encontrei? Tranquila. Yo entiendo. ¿Y cómo fue que me encontraste?
Você pergunta a Cadu. Eu sabía que não dejarias para vir. Le pregunte a Cadu. Yo sabía que no dejarias de venir.

Okey! Tomar alguma coisa? Quieres tomar alguna cosa?

Não. Enquanto a maioria logo dizer que vim melhor. No. Mientras más pronto te diga a que vine mejor.

Tania María Ferreira quién fue mi novia años atrás me dio la impresión de estar sometida a mucha presión. Su forma de hablar dejaba ver claramente su nerviosismo, si mal no creía conocerla podía asegurar que estaba allí en contra de su voluntad. Su mirada centrada en sus manos y la incomodidad que le provocaba ese encuentro conmigo pronto me harían entender para mi mayor sorpresa que me busco con un propósito que yo desconocía. Tania y yo mantuvimos una relación de pareja en la universidad por espacio de dos años y ya casi finalizando la carrera. Al principio la atracción física entre nosotras fue difícil de ocultar y más para mí que estaba de novia hacía tres meses con Juliet, una chica francesa de la que me enamore a primera vista hasta que mis ojos se fijaron en otro continente. Nuestra convivencia fue muy especial estábamos muy enamoradas al punto de hacer planes a futuro y aunque nada de lo deseado se dio, quedamos como amigas además de colegas. En mi segunda visita a su país sus intenciones fueron firmes por volver a estar juntas. Recuerdo que ambas habíamos tomado ella mucho más que yo, preocupada por no dejarla sola en aquel bar la convencí de irnos al hotel; cuando estaba por dejarla en su habitación me vi forzada a soltarme de su abrazo y su claro objetivo de darme un beso. Mi rechazo le dolió mucho eso lo puede percibir en su mirada. Al día siguiente me pidió disculpas y entendió que propiciar un acercamiento más allá de lo que nuestra amistad permitía nunca sería posible, yo ya tenía tres años siendo la pareja con Florencia. Tuve que manejar mi bronca a medida que Tania me contaba el por qué quería hablarme con tanta urgencia. Resulto que su primo


Thiago era el padre biológico de Nair, quién ahora por estar muy enfermó quería al fin conocerla. Según su relato su primo le había escrito una carta a Florencia contándole de su arrepentimiento por no asumir su paternidad. En ese papel le rogaba le diera la oportunidad de pedirle perdón a su hija por ser un cobarde y un irresponsable; antes de que su enfermedad degenerativa lo incapacitara totalmente. Al no obtener respuesta alguna de parte de Flor, su madre Carminha había viajado a Buenos Aires en par de ocasiones, amenazando con demandarla sino accedía al pedido de su hijo; además de hostigarla por espacio de un año con llamadas y mensajes. Tania me confeso que Thiago solo quiere verla a Nair y que siente vergüenza de la actitud tan prepotente que tuvo su madre. Por esta razón mi ex acudió a mí para que la ayude. Cuando termino de contarme no podía creer que mi esposa me ocultara algo tan delicado durante todo este tiempo. No tuve otra que fingir estar enterada, en ese momento me asombró como el destino tiene el poder de cambiarnos la vida en segundos.

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