Deuda Eterna

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Gero se marchó a descansar a su habitación, Nair, Jaz y yo recogíamos toda la decoración hecha por mis Abejorros para celebrarnos el Día de las madres. Hoy me olvide por completo de llamar a mi hermana Vir para felicitarla, ya mañana me disculpare con ella espero que haya tenido un día tan espectacular como el nuestro. Pasadas las 21 mi Abejorra nos deseó buenas noches y se fue a dormir, la pobre se caía del sueño pero cabezota como su madre no dejo de ayudar hasta que todo estuvo listo y arreglado. Mi esposa y yo a pesar de nuestro cansancio emocional y físico "este último me encanta sentirlo por razones obvias", nos quedamos a charlar acostadas en el sillón del living cómplice de tantas locuras; Jaz me abrazaba con delicadeza dándome besos esporádicos sobre mí frente, yo apoyaba sobre su pecho mi cabeza haciéndole caricias en su abdomen; podría estar horas en esa posición escuchando su corazón, el vaivén de su respiración y sintiendo sus brazos que siempre me brindan seguridad, para mi este es mi lugar preferido. Recuerdo que cuando estuvimos embarazadas hacíamos las mil y una maniobras por conseguir esta posición pero ya pasados los 5 meses dejamos de intentarlo, nuestras panzas crecían a un ritmo vertiginoso imposibilitándonos disfrutar de un momento tan mágico como este.

─¿Amor, sabes que estoy recordando?

─No hermosa ¿Decime?

─Cuando estando embarazadas queríamos estar así como ahora y terminábamos frustradas.

─¡Uhhhh Pichi! Más que frustrada te agarrabas unas broncas.

─Reconozco que me porte pésimo contigo. Lo bueno es que vos siempre me tuviste paciencia y mi molestia duraba segundos.

─Mi paciencia por vos es inagotable. Ambas guardamos silencio sintiendo añoranzas por ese momento especial.

─Me podes contar ahora sobre aquello de seguirte la corriente.

─Ya me había olvidado. ¿Recuerdas lo que sucedió después de leer la propuesta?

─Si me acuerdo, son de esos momentos inolvidables que quisiera repetir muchas veces. Levante mi cabeza para ver su expresión.

─No me provoques. Hay una grabación de ese momento.

─¡Nooooo! ¿Me estás jodiendo?

─Posta que no, y te digo más te ves muy sexy en el video.

─Enséñamelo ya, lo quiero ver.

─Para para, déjame que te diga algo primero.

─¿Qué? ¿Qué onda?

─De esto no deben enterarse los Bebotes hasta que podamos editarlo, si es que se puede hacer.

─¿Y por qué se lo vamos a ocultar? Jaz vos y yo hicimos un pacto lo tenemos que cumplir.

─Ya lo sé Pichi, pero una cosa es contar algo y otra verlo.

─Mostramelo y te doy mi opinión.

─Ok. Voy por la laptop.

─Y vos seguís con el misterio Jazmin del Rio. Intrigada por lo poco que me conto mi esposa espere ansiosa, la vi buscar algo encima de la heladera al llegar a mí me entrego un pendrive y se sentó a mi lado.

─Allí tenes el cuerpo del delito Florencia Estrella del Rio.

Como una niña impaciente prendí la compu, me acomode en el sillón y espere para ver qué tan subida de tono era la escena o mi esposa realmente estaba exagerando. Al principio de aquel video comencé a llorar, una cosa es verlo de afuera y otra es estar dentro. Lo impresionante vino después a medida que avanzaba la grabación mis ojos comenzaron a ponerse como platos. ¡Dios! Fue la única expresión que salió de mi boca porque todo mi cuerpo ardía en una calentura, haciéndome cuesta arriba el poder disimular delante de Jaz lo que me pasaba. Y al final de incrédula mi subconsciente me delato.

─¡Ña ña! Almejita sabrosa.

─Cuando puedas volver a tu estado normal espero tu opinión. La reacción de Florencia al vernos en ese video me halago profundamente. Saber que sigo provocando en ella el deseo como el primer encuentro me da la certeza de que nuestro amor se mantendrá firme por largo tiempo. Ese mismo deseo que en mí se vuelve necesidad cada vez que la siento cerca y ahora estoy haciendo un esfuerzo sobre humano para no tomarla entre mis brazos y comerle la boca.

─Amor, te doy toda la razón. Hay que editarlo.

─¿Estas segura de lo que dices?

─Obvio que sí. Podemos dejarlo hasta donde decís que soy la mujer de tu vida.

─Ok. Estamos de acuerdo. ¿Y qué hacemos con esa parte editada?

─Bueno... yo creo que es importante conservarla. Digo como material de apoyo para corregir y mejorar. Mi esposa con su mirada esmeralda me mostraba una cara de picardía elocuente, eso me dio a entender que ya sabía mi respuesta y solo me dejo hablar para divertirse con mis ocurrencias.

─Sos hermosa. Me llenas de ternura con tu explicación. Le di un beso en la boca.

─Gracias amor por bancarme todos estos años. Me acerque para abrazarla.

─Gracias no, todavía tenes una deuda pendiente y pienso cobrártela.

─¡Ahhh! Déjame que te abra mi caja chica para que compruebes mí solida liquidez.

─¿Señora Florencia usted me está pidiendo ser su acreedora?

─Necesita hacer buenas inversiones para multiplicar sus ganancias Señora Jazmin.

─Mis acciones van siempre en alza por eso sigo ofreciéndole crédito a largo plazo y tasas preferenciales.

─Hagamos la fusión así triplicaríamos el capital.

─Nada me gustaría más que cotizaras en mí mercado bursátil pero ya por hoy no se hacen transacciones.

─No me dejas otra opción que administrar sola mi empresa.

─Como asesora no te aconsejo hacer ese tipo de operación, es más recomendable contar con mano de obra calificada y muy efectiva para que obtengas resultados satisfactorios. Florencia me observaba con los ojos como platos por la asesoría sexual que acababa de hacerle; mi siguiente movimiento fue tomar su cara entre mis manos e invertir todas mis ganas en besarla apasionadamente, robándole sus activos con mucha fluidez. Flor y yo somos profesionales del mundo financiero; ella con un MBA en Pace University en la Cuidad de New York, al graduarse se vino al país a encargarse de la gerencia administrativa en la compañía de alimentos para bebes de su familia. Yo tengo un PhD en economía y finanzas también graduada en NY pero en Suny University, no estoy a cargo directamente de ninguna de las tres empresas de mi padre aunque soy su asesora financiera; aparte invierto mi tiempo en ser conferencista internacional y a dar clases en 2 universidades y he publicado 3 libros sobre el mundo de las finanzas.

─Se me calienta la chichi ña, con estos juegos provocativos. Cuando me besas así no quiero despejarme de vos. ¿Sabías que me llenas de magia?

─Si lo sé porque a mí me pasa lo mismo, tus labios son mi fuente de vida.

─A veces nos pasamos de cursis pero me encanta cuando me decís esas cosas.

─Es cierto, es muy lindo escucharlas. Te amo hermosa.

─Y yo a ti amor. ¿Nos vamos a dormir?

─Si la verdad tengo un poco de sueño. Este día especialmente ha sido agotador.

─Ok. Te prometo que me portare bien y te dejare descansar.

─Yo no te prometo lo mismo. Estoy pensado refinanciar tu deuda.

─Espero que los intereses de mora sean muy altos. Almeja acreedora.

Nuestra Historia (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora