Siento el aire desaparecer y el camino encogerse, mis manos sudorosas y tan frías a la vez es la combinación perfecta para que el pánico y el terror puedan volverse uno dentro de mí, y para ser honesta, es también la combinación del caos, la combinación de una explosión horrorosa, esa que controlas con la serenidad y paz, el gris perfecto, por que el blanco no existe, pero tampoco puedes ser negro, y el negro es el color de todas estas emociones desencadenadas.
No se como ni cuando, pero terminé en un callejón detras de una tienda desconocida, que ya estaba cerrada y sin ninguna luz vigente, solo habían pedazos de madera en forma rectangular tirados de manera desordenada llenas de suciedad, y debido a esto, no pude esconderme en ningún sitio, o tal vez sí, pero mi desesperación no me dejo ver nada, mierda.
El grupo por fin llega, se separan y se preparan para no se, atacarme o violarme, o matarme. En total eran cuatro. Todos sin nada que me impida ver sus rostros, supuse que el chico que rio primero fue el de la idea repentina de meterse con una chiquilla por diversión.
Pero algo aquí no cuadra, por que mientras estaban en el área de cervezas yo pude divisar cinco cabezas, y cuando note su persecución, también vi cinco cuerpos entre la penumbra.
Y fue ahí entre pensamientos que vi en la salida del callejón un hombre parado viendo lo que pasaba, alto, de cabello negro, y pálido hasta la coronilla.
Mi mente empieza a dar vueltas y apunto del colapso cuando se acercan peligrosamente y sus miradas lujuriosas me enseñan lo que tanto temía; mi corazón se detiene y me tiro al suelo al sentir un fuerte e intenso dolor de cabeza dando pulsadas.
Cuando al fin siento unos brazos sujetarme grito hasta que mis cuerdas vocales arden y pataleo con toda la fuerza que tengo, me intentan sujetar además de mis pies pero muerdo al atacante que sostenía mis brazos.
Con lo que no contaban era que no lo soltaría ni aunque me dieran puñetazos en mi débil estomago, pues mi fuerza se desborda en este momento.
Por qué ya no puedo parar.
Mi cerebro ya no funciona con normalidad, siento placer al escucharlo gritar de dolor, siento placer cuando le encajo mis las uñas de mi mano aún libre en uno de sus pómulos. Y ni siquiera se por que lo disfruto.
Al fin pudieron zafarme de su agarre y veo chorros de sangre salir de donde lo mordí ¿Por que sale tanta sangre?, uno de los 3 me mira encolerizado y va hacia mi con un puño bastante apretado, me levanto con toda la energia del mundo y me aviento encima para poder tirarlo, tomar su cabeza y azotarla contra el suelo todas las veces que me lo permita. En cierto momento otro de ellos me toma como puede para dejar al chico en el suelo, todo es tan rápido que ni me doy cuenta de la masacre que acaba de ocurrir, el chico que me tomo me aterra y me muevo con frenesí para librarme y correr, y cuando le doy una patada en la entre pierna, no huyo, tomo una madera con clavos y le doy un golpe en no se donde haciendo que cayera gritando de dolor. El miedo se desvaneció hace mucho, y ahora solo quiero verlos muertos, me gusta cuando alguien se muere, por que esas vocecillas que se fueron hace mucho aparecen para felicitarme.
Use todo lo que tenía, que termine de cuclillas observando como el único de los cuatro, menos herido, trataba de llevarse los cuerpos de sus amigos a salvo, pero en eso, otra punzada más horrible me dio en mi cabeza, y tanto fue el dolor, que comencé a gritar y agacharme al piso cerrando los ojos. Necesito ayuda, y ahí es cuando el quinto participante de este oscuro relato sale de las sombras, de la nada para apartarme el cabello, mirarme, tomar su teléfono y escuchar que llamaba a alguien, pero no supe a quién, pues me desvaneci, y por milisegundos recordé mi peor miedo, al color negro.
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Lost~Min YoonGi~BTS
FanfictionEl golpe estridente de sus nudillos contra la puerta me sacaron de balance. Mis piernas temblaban y mis manos sudorosas estaban. El olor que emanaba el piso era putrido, algo así como veneno para ratas, tanto así, que mi cabeza empezó a doler de lo...