Lost~Min YoonGi~BTS

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Después de un chequeo tortuoso me han dejado volver a asistir a la escuela, pero a costas de tenerme vigilada las 24 horas, pues tienen miedo de alguna recaida, y para ser honesta he perdido la confianza en mi misma también.

Ji Hoon no me ha quitado los ojos de encima pero tampoco me ha hablado en ningún momento, se siente culpable de lo que ha pasado y siente remordimiento, pobre.

Las clases han ido normalmente, nadie nunca noto mi ausencia y tampoco me importa, solo quiero dormir y dormir en cualquier lugar.

Recientemente se supo la noticia de que mis atacantes fueron masacrados por una mujer desconocida, ya que por casualidad esos son conocidos por el lugar, famosos por entrar a casas y robar, fumar cocaína y tomar cualquier cosa asquerosa, y que están furioso por ser humillados de tan vil manera. Sorprendente.

Mi nombre se ha omitido completamente por protección y estan en busca de mis agresores, de los cuales no dire nada, suficientes problemas tengo para empeorar todo.

-Yang mi..-Escucho a lo bajo.

-Ji Hoon.-Pronuncio su nombre.

-Quiero darte esto.-Volteo y me topo con 3 flores blancas recién arrancadas, sin espinas y emvueltas en papel transparente.

-¿Por que las flores?.- Sigo mirándolas sin tomarlas.

-Por ser un imbécil al no cumplir con mi palabra de cuidarte, de no ser por mi, nada hubiera pasado.-Quiere llorar.

-Gracias.-Las tomo.-Pero no fue tu culpa, fue mia, soy yo el problema aquí, lo unico que hiciste mal fue darme rosas blancas, no me gustan.-

Ji Hoon baja la cabeza y su cara de pena se hace mas grande, no debi ser tan dura.

-Perdoname Yang Mi, ni siquiera pude traerte algo que te gustara.-Se dobla para retirarse abatido.

Tomo su sueter de una esquina y lo obligo a no irse.-No, esta bien, tu detalle fue hermoso, solo no hablemos de eso, ¿Quieres?.-Lo miro a los ojos.-Vamos a nuestras clases.-

No dice nada, sonríe y me sigue al caminar, pronto se sujeta a mi ritmo.

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No se me ocurre nada que pensar, literalmente.

Ahi estaba yo, a punto de cruzar la salida del instituto cuando puedo divisar a lo lejos cuatro cuerpos y una cara malditamente reconocibles.

Veo como los chicos hablan con unos cuantos alumnos enfurecidamente sin mirar a ningún lado mas.

El líder, al parecer, trae una navaja que solo es un poco visible, esta amenazándolo y el otro chico no puede contener por mucho sus lagrimas.

Mi nerviosismo se incrementa de nueva a niveles exorbitantes y me pongo at espaldas de Ji Hoon, el nota mi cambio repentino y ve al mismo lugar que yo, toma mi mano para tratar de buscar un lugar seguro con la vista.

Al marcharnos, doy un último vistazo, pero ya no a los maleantes drogadictos esos, si no a la única cara conocida, la única cara de la que puedo dar credito de conocer: Min YoonGi, el cual me miraba con detenimiento desde no se cuánto tiempo, inmóvil.