Orgullo LGBT+, segunda parte

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La noche pasaba y Magnus podía decir con tranquilidad que todo parecía en orden. Sí, la fiesta estaba llena de gente bailando, gritando, bebiendo y conversando, pero por suerte él y Alec se había adherido –luego de saludar a los invitados más cercanos a Alec– al grupo conformado por Raphael, Simon, Isabelle y... Lily Chen.

Magnus estaba dando todo de sí para no avergonzar a Alec con su fanatismo hacia la actriz de rasgos asiáticos.

–¿Y hasta cuándo te quedarás en América? –preguntó Alec a Lily.

–Vuelvo a Inglaterra mañana. Mi vuelo es al medio día –contestó, haciendo un gracioso puchero–. En realidad debería de haber vuelto ayer, pero hablé con el director para poder alargar un par de días más mi regreso. ¡No podía perderme tu cumpleaños, pequeño Alec!

Si bien Alec no era bajo, sí era joven a comparación de Lily.

Alec estaba recién cumpliendo veintiocho años, mientras la mujer iba para los treinta y siete. Sin embargo, no es que representara su edad. Si no fuera porque Magnus había leído su biografía en internet, habría jurado que la Lily tenía, como máximo, treinta.

~

Alec vio la hora en su reloj y vio que eran las dos de la mañana.

Ya le habían cantado "Feliz Cumpleaños" hace un buen rato, frente a un colosal pastel que tenía tantos colores como el arcoíris y ahora se estaba llevando a cabo un torneo de karaoke donde Magnus llevaba una clara ventaja, y eso que varios de los invitados se dedicaban a la música.

–Quién diría que canta tan bien –le dijo Clary, que se encontraba abrazada por Jace.

–Es el alcohol –rio Alec–. La verdadera sorpresa es que él se haya pasado de copas y yo no. Creí que me tendría extremadamente vigilado, con gente supervisando lo que bebo y así.

–Pero te has portado muy bien, de todas formas –lo felicitó Jace–. No te estoy diciendo alcohólico... pero–

–Pero tengo un pasado que me precede –sonrió desganado Alec. Jace y Clary lo miraron preocupados–. He estado a muy poco de volver a como fui en la adolescencia...

–Alexander... –lo llamó una preocupada Clary.

–No tienen que preocuparse. Magnus ha estado ahí para ponerme en mi lugar de inmediato –rio más relajado.

La pareja sonrió viendo feliz a su amigo de hace ya tantos años.

Sin embargo, en el momento en que Magnus cantaba la nota más alta de "Libre soy", el celular de Alec comenzó a sonar.

–Oh, número desconocido –dijo a la nada, aunque la pareja logró escucharlo–. Ya regreso. Aquí no podré escuchar nada.

Caminó rápidamente entre la gente para dirigirse a las terrazas, más cuando iba a contestar, la persona de la otra línea había cortado.

–Grandioso –bufó Alec–. Ahora nunca sabré quien fue.

Estuvo a punto de volver a entrar al bullicio, cuando el mismo número volvió a llamarle. Sin pensarlo dos veces contestó. Era de madrugada, debía ser algo importante.

–¿Aló?

¿Alexander? –le respondió la voz de un hombre al otro lado.

–Sí, con él –asintió, aun cuando la persona del otro lado no podía verlo–. ¿Con quién hablo?

No es importante –escuchó que decía la otra persona con resignación–. No esperaba que me invitaras a tu fiesta, pero la prensa ha comenzado a subir algunas fotos y me topé con la desagradable sorpresa de ver que sales con un chico. ¿Tu nuevo novio?

En picada | malec auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora