¿Alguna ves has perdido a alguien? Algún ser querido, un amigo, un familiar, una pareja, incluso una mascota. Me imagino que si, por que a pesar de todo la muerte es parte del ciclo de la vida, naces, creces, te reproduces y mueres. En La Paz los hijos entierran a sus padres, ese es el ciclo básico de todo esto pero... estos no son tiempos básicos. Ahora los padres entierran a sus hijos, el ciclo se altera y todo cambia, las bajas en batalla y los heridos son el precio a pagar de la victoria de cada día, o el castigo por la derrota.
Te lo preguntaré una vez mas, ¿Alguna vez has perdido a alguien...pero que allá sido de alguna forma tu culpa? Ojalá y no y espero que jamás lo experimentes por que es horrible. Si dijiste que si, pues... estás a un paso de sentir lo que yo, tan solo tienes que multiplicarlo por 48. Cuarenta y ocho malditas bajas el día de hoy, todas causadas en la infernal batalla desarrollada hace algunas horas, a la cual yo los guié.
Mi cuerpo se tensa, aprieto mis músculos y estoy por dar un grito, pero siento una mano en mi hombro izquierdo. Es Jhon que me dedica una mirada que indica que no es el momento.
-Estamos esta noche reunidos para venerar a nuestros colegas caídos, nuestros hermanos que cayeron defendiendo nuestra patria de aquellos que intentan profanarla, por lo tanto sus muertes no han sido en vano, quedarán en nuestras memorias y corazones por siempre ya que nos permitieron vivir para luchar otro día y que descansen acogidos en los brazos de nuestras tierras, Starco... Forever.
-Starco Forever -repiten todos, algunos casi en un susurro, mientras que otros se limitan a asentir. En estos momentos, miles de cosas pasan por mi cabeza, me dan ganas de correr hasta desmallarme o que un francotirador enemigo me dispare en la cabeza.
-Levanten las llamas -inmediatamente un grupo de soldados con antorchas le prenden fuego a los cuerpos muertos de nuestros compañeros, encendiendo una gran fogata. Es una tradición que se adoptamos a lo largo de los días. Veneramos a los muertos, y les prendemos fuego para que sus almas nos mantengan calientes y protegidos por la noche al mismo tiempo que sus pertenencias son recogidas y almacenadas para luego entregárselas a sus familiares, es nuestra especie de funeral, algo muy personal del batallón ochenta y seis, cuarenta y dos. Lo sé, no tiene sentido pero debíamos ponerle algo de sentimentalismo a toda una etapa de crueldad y salvajismo.
Entre los cuerpos distingos a varios de mis compañeros. En el primer montón tumbado con los brazos al pecho esta Zack, un chico de 22 años, era el artillero del cañón principal, le encantaba ver arder cosas, ahora mismo estaría extasiado al ver cómo su cuerpo parece arder con más intensidad que los demás. A unos metros está Chris, "El Chofer del tanque" o así solíamos llamarlo, era muy optimista reflejando una luz de bienestar, ahora su cuerpo *o al menos lo que queda de él* estaba tan calcinado que casi no se podía distinguir entre sus restos y la oscuridad de la noche. Otros varios miembros de la artillería y la infantería que estaban atrás de los tanques, expuestos al enemigo para luego ser fusilados cuando el vehículo que los cubría explotó.
Los daños a los vehículos fueron más decentes, solo dos tanques destruidos y una pieza de artillería dañada. La artillería se repararía pero los vehículos estaban perdidos junto con sus tripulantes... excepto uno.
-Dejen de pensar o les estallará la cabeza -Se acerca Luis por detrás mientras nos extiende una cerveza con una sonrisa relajada- Tranquilo general, salió mejor de lo esperado y la ciudad es nuestra, la misión se cumplió.
-Lo se, solo estaba navegando entre mi mente -Tomo la bebida y con la esquina de la puerta del camión en el que estoy sentado le quito la corcho lata.
-Como todos aquí hermano, no creas que nos alegramos por las muertes de nuestros compañeros. -Se sienta alado mío y destapa su propia bebida. -Pero,al final todos confiamos en nuestro líder -Me golpea el hombro de forma amistosa y le doy una sonrisa a medias, luego se pone a charlar con Luis. Yo retiro la mirada y me pongo a beber en silencio mientras observo que hacen los demás soldados.
La mayoría están descansando después de una dura batalla, unos bailan y cantan felizmente alrededor del fuego, otros ya están durmiendo y algunos escriben cartas para sus familias y entre otras cosas personales para dejar pasar el amargo momento, ( le doy un trago a mi cerveza) saboreo el líquido ya en mi boca, esta algo tibia pero tampoco está mal, de echo creo que es lo mejor que eh tomado en meses. Ya el ambiente es más relajado... aunque todo fue más fácil cuando explote la artillería, los tanques avanzaron sin problema alguno y eliminaron al búnker, de ahí el enemigo se retiró a la ciudad pero con todas sus fuerzas en la zona destruídas, no pondrán mucha resistencia a la hora de recuperar la Etiopía.
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Walk Alone
Hayran KurguLuchar por lo que crees y amas no es fácil, menos en una guerra ya que cada paso que das puede arrebatártelo todo y quedaras solo. De chico yo me divertía de las historias de mi abuelo sobre la guerra que el vivió, me parecía asombrosas, típicas ide...