Pasaron unas horas más y el cuadro estaba hecho, un ángel y un demonio en la misma imagen. Pero esa sonrisa en Kira y aquél semblante serio y severo en Gabriel les daba cierto toque diferente a lo pensado normalmente sobre cada uno de ellos.
Planeó llamar a Lucca, y así enseñarle el trabajo terminado pero sabía, que a esas horas ya estaba dormido. Eran las dos de la mañana y a penas y se había dado cuenta.
Pensando en qué más podía hacer puesto que aún se sentía con energías de hacer algo que no fuese dormir comenzó a recorrer la casa.
Observó cada detalle, los poco cuadros que en ella había y que no fuesen tal vez hechas por Tobías o alguno de esos artistas eran de éste mismo, de Tobías, acompañado por una señora de edad, en medio de él y de otro chico de lentes, era menor, o eso parecía era más pequeño que Tobías en el sentido de la estatura, llevaba un gorro que tapaba la mayoría de su cabello, llevaba una playera de RadioHead y unos jeans. En cambio, Tobías llevaba un traje de color negro y su cabello también era negro, aunque tenía lo que parecían ser unos “rayitos” de color azul o verde en la parte alta de su cabeza que no llegaban ni siquiera a las puntas del cabello negro. Eso debería de haber sido hace años, se veía tan diferente ahora. Aunque claro para John todo era nuevo y diferente.
Siguió viendo las fotos y algunas eran de Tobías y Lucca o solo de Lucca con otros dos chicos más altos que él, uno de cabello rubio y esbelto con un traje, al igual que otro de cabello castaño y corto algo más rechoncho que el otro chico. Los tres llevaban traje y parecía el mismo lugar de la foto de Tobías con aquél chico y esa señora.
Luego de unos minutos escuchó el ruido de una canción que no tardó mucho en saber cuál era Roads Untraveled sonrió, de menos tenían buen gusto para la música. Se quedó quieto sin saber si ir, puesto que no sabía si era su teléfono o de Lucca. Escuchó movimiento en la habitación y poco después Lucca salía con el aparato sonando entre sus manos, adormilado caminó hasta John y extendió la mano con el teléfono hacia él.
– ¿No lo escuchaste? –Preguntó tallando su ojo y John tomó el aparato.
– No, lo siento –Se disculpó y observó la pantalla.
Isaac
Se encogió de hombros y atendió la llamada observando a Lucca en todo momento.
– ¿Tobías? –Se oyó del otro lado, era una voz algo rasposa, como sí quién hablara estuviese drogado.
– Ah, sí –Dijo sin entender y escuchó un resoplido del otro lado– Es algo tarde ¿Sabías? –Lucca lo veía con la ceja enarcada y los brazos cruzados.
No veía a ese tal Isaac por lo tanto la poca ayuda que tenía no le servía de nada.
– Ya lo sé, imbécil –gruñó el otro– te quiero ver mañana ¿Ok? Donde siempre.
– Ah, ¿Dónde siempre? –Preguntó sin entender nada, miraba a Lucca y él también lo miraba.
– Agh, de acuerdo, nos vemos mañana en el centro comercial a las tres –John enarcó una ceja– sí quieres que todo sea estúpido está bien.
– ¿Ok? –Afirmó más como una pregunta y la llamada se cortó. Encogiéndose de hombros lanzó el aparato a un lado y observó a Lucca.
– Eres un asqueroso cínico –Espetó Lucca con molestia, John lo miró desconcertado. Y en menos de lo que se dio cuenta, Lucca estaba azotando la puerta de la habitación.
– ¿Y ahora que fue? –Preguntó John a sí mismo ante la reacción del menor.
Suspiró, aún no tenía sueño y si Lucca estaba molesto y había dado tremendo golpe con la puerta, no lo dejaría entrar a la habitación en lo que quedaba de noche. Pensó en que salir tal vez sería una buena idea para pensar, así que toó llaves solamente y salió del departamento chocando con alguien al instante.
– Oh, lo siento –Murmuró y se calló al ver quién era, era la Kira peli azul de esa misma mañana– ¿Qué haces acá? –Preguntó y ella le sonrió.
– Gabriel y yo te estamos cuidando –Dijo simplemente con la misma sonrisa– estaos desde hace rato en el apartamento de acá –continuó, señalando el apartamento que estaba al lado del suyo– escuché la puerta azotarse y pensé que pasaba algo por eso estoy afuera.
– ¿Cómo convenciste a Gabriel? –Preguntó John, sin creer aún que estuviesen ahí con él.
– Era venir o le decía a sus superiores lo que había pasado –Sonrió, y luego un Gabriel sin cambio alguno más que las alas salió por la puerta del departamento– ¿Qué ocurrió allá?
– No lo sé, solo entró una llamada de un tal Isaac y Lucca se molestó y entró a la habitación sin decirme nada más que cínico –Kira asintió como entendiéndolo y luego los tres pasaron a el departamento.
– Bueno… –Comentó Kira viendo unos segundos a Gabriel– creo que sé que es lo que pasa, Gabriel y yo hemos investigado –John suspiró con alivio, podrían ayudarlo de nuevo.
– Bueno ¿Qué se supone que pasa con el tal Isaac? –Preguntó y Gabriel negó un par de veces.
– No te lo diremos, sí bien investigamos un poco sobre eso no podemos seguir dándote esa ayuda –Musitó Gabriel.
– ¿Por qué no? –inquirió con algo de molestia– se supone que deben de ayudarme.
– Gabriel y yo hemos hablado, quedamos de acuerdo en que debes de averiguarlo por ti mismo, claro con la ayuda que te dierón y eso, pero nosotros solo te ayudaremos cuando no puedas hacerlo por ti mismo.
– Estan jugando ¿Cierto?
– En lo absoluto –Interrumpió Gabriel, sentandose en uno de los bancos cerca de donde John y Kira discutían– mucha ayuda de nosotros puede levantar sospechas y tenmos que irnos de vez en cuando a hacer nuestros trabajos. Sí sospechan, y peor aún, se enteran no sé que pasaría.
Pasarón las horas y ellos seguian debatiendo, John con una desventaja de que ellos eran dos, al final, cedió de mala gana.
¿Investigar por sí mismo?
¿Quién creían ellos que era? ¿Sherlock Holmes?
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Sí sé, años de esto. Gracias por leer, a quien esté leyendo esto claro, ¡Prometo actualizar más seguido! Perdon:(
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Desde Cero.
Misterio / SuspensoJonathan Gallart es un empresario de 24 años que vive en New York, a su corta edad ya tiene una bella familia y una bella esposa de la cual, espera un hijo. Pero un error del cielo lo despoja de todo. Por ese mismo error es devuelto a la Tierra pero...