Conan bostezo ruidosamente mientras contemplaba su imagen en el espejo. Tenía bastante mal aspecto, y es que no había sido capaz de dormir bien. Su instinto de detective le decía que algo malo había sucedido en la noche.
Mientras se vestía y preparaba para desayunar, pensó que con toda seguridad su estado de ánimo se debía a los acontecimientos de los últimos días. Y es que el trabajar con el mago le pondría nervioso a cualquiera, era imprudente, descentrado, arrogante... Pero también debía reconocer que parecía una buena persona que se preocupaba por los que le rodeaban. Si le hubiera conocido en otras circunstancias… Desecho esa idea inmediatamente con una negación, jamás sería amigo de un ladrón, y menos de Kid.
- Buenos días Conan – le sonrió Ran cuando entró en la cocina – que tarde te has levantado.
- Buenos días Ran-neechan, es que anoche me dormí tarde – comento Conan mientras desayunaba.
- Seguro que es por lo que has estado haciendo estos días en casa del profesor. Voy a tener que hablar con él.
- Jajaja no no, no es eso… - intento disimular mientras pensaba lo observadora que era Ran, y lo difícil de engañar.
Una vez que hubo desayunado, y todo quedo recogido, Conan le comento a Ran que al ser domingo, iría a jugar con sus amigos de la Liga Juvenil de Detectives, lo que a la chica le pareció estupendo. Estaba por marcharse cuando unos toques en la entrada les sorprendió a ambos. Y la sorpresa aumento cuando vieron en el marco de la puerta a Heiji Hattori.
- Hattori, ¿qué haces aquí? ¿Kazuha ha venido contigo? – le pregunto Ran.
- Ah, no… no ha venido conmigo... Yo tenía que hacer unas cosas en Tokio y como pasaba cerca de aquí, me acerque a saludarles jajaja – mintió bastante mal el chico de Osaka.
El teléfono de la oficina de Kogoro sonó en ese momento y Ran corrió a cogerlo.
- ¿Para qué has venido en realidad? – interrogo Conan a Hattori aprovechando que los dos estaban solos.
- Ya te dije ayer que vendría para ayudarte en lo de ese tipo.
- Tonto. No era necesario. Bueno, Ran– neechan, yo me marcho – se despidió Conan al pasar por delante de la oficina.
- Ah, voy contigo – se apresuró Hattori a seguirle – saluda a Kudo si hablas con él.
Pero Ran no les oyó. Permanecía de pie, temblando como una hoja, con el teléfono en el oído.
Los dos chicos se pararon de inmediato al verla así.
- No puede ser inspector Megure – estaba diciendo Ran, era el inspector quien había llamado – Shinichi no puede haber desaparecido.
Conan sintió que el mundo le daba vueltas al oír aquello.
- Si, si voy a intentar localizarle yo también – termino Ran de hablar con el inspector y colgó el teléfono.
- ¿Qué le paso a Shinichi-niichan? – pregunto angustiado Conan, solo al pensar que su secreto pudiera ser revelado sentía que le faltaba el aire.
- Fue a investigar anoche un robo en una sala de exposiciones y no han vuelto a saber de él. Pueden haberle secuestrado o… o … - Ran se hallaba al borde de las lágrimas.
Hattori miro a Conan. Pero el cerebro del detective se hallaba trabajando intensamente. Una posibilidad cruzo por su mente y se interpuso a cualquier otro pensamiento.
- Voy a llamarle – dijo Ran, lo que saco al pequeño de sus pensamientos.
- Hattori y yo también intentaremos localizarle, seguro que Shinichi está bien – añadió Conan mientras le hacía gestos a Hattori de que le siguiera, aprovechando que Ran se iba por su móvil.
Los dos chicos corrían por la calle. Conan maldecía por dentro al mago por ser tan temerario. Aunque también tendría más tarde una conversación con Haibara por haberle dejado hacer eso.
- ¡Oye Kudo! ¿Qué es lo que sucede? – pregunto Hattori mientras mantenía el ritmo del detective.
- Ese idiota ladrón. Se disfrazó de mí y fue a meterse de lleno en una trampa muy obvia.
Su móvil sonando en el bolsillo les hizo pararse, lo que aprovecharon para recuperar el aire.
Era Ran. Tomando su lazo modificador de voz, Conan hablo con ella con la voz de Shinichi, tranquilizándola y disculpándose por haber preocupado a todos de esa manera.
Mientras hablaba con la chica, se le estaba ocurriendo una idea. Cuando colgó con Ran, llamo inmediatamente al inspector Megure todavía como Shinichi.
- Oh Kudo – la voz del inspector se notó aliviada al oírle – Celebro que estés bien. El inspector Nakamori me conto que te habías ido muy rápido por la ruta de escape de los ladrones y que no había vuelto a saber de ti.
- Si es verdad, pero al no hallar nada me fui y se me olvido despedirme del inspector – Conan tuvo que mentir, ya que no sabía que había hecho Kid exactamente. – Por cierto inspector, da la casualidad que Heiji Hattori está en la ciudad, y ha seguido el caso de esos ladrones de cerca.
Al oír su nombre, Hattori miro sorprendido a su amigo, ¿por qué le estaba mencionando?
- Quería pedirle inspector que interceda ante Nakamori para que le deje participar en su captura. A él y al pequeño Conan – continuo diciendo Shinichi – yo estoy ocupando en otro caso y no me es posible. Se lo pido como un favor especial.
- Mmmm no va a ser fácil convencerle, pero veré qué puedo hacer. Ahora mismo está muy alborotado porque hoy a la mañana llego un mensaje de Kaito Kid…
- ¿QUE LLEGO UN MENSAJE DE KID? ¿ESTA SEGURO DE ESO INSPECTOR?
- Si, tenía su firma oficial. Al parecer se ha aliado con esos ladrones tan violentos y planean un gran robo para esta tarde.
Aquello le sonó muy extraño a Conan. ¿Por qué Kid se aliaría con aquellos tipos, cuando intentaban matarle? Además que habían secuestrado a su compañero y amigo. No tenía sentido.
A su mente acudieron las palabras que Haibara había dicho hacía dos días.
“Mírale su expresión cuando habla con él. No es un simple cómplice, es un amigo. Me recuerda a ti y al profesor.”
¿Y si…?
¿Y si se estaba siendo obligado a ayudarles a robar para salvar la vida de su compañero y la suya propia? Desde luego, él haría algo parecido sin dudarlo. Puede que Kid se pareciera también en eso.
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Destinos Cruzados
FanfictionDurante el robo de una joya en el museo Suzuki, Conan intentará atrapar una vez más al escurridizo mago ladrón Kaito Kid. Pero alguien más quiere la joya. Una banda de ladrones que fue enviada a la cárcel por el primer Kaito Kid, el padre de Kaito K...