Declaración De Guerra

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Conan llevaba 10 minutos al teléfono disculpándose con Ran por llevar casi un día entero sin regresar de la casa del profesor Agasa. El Detective estaba usando el tono de voz más infantil, adorable y lloroso que era capaz de hacer para intentar ablandar a la chica, que con voz fuerte y enojada le regañaba sin cesar por no haberla llamado antes.

- Es que el profesor y yo nos enganchamos con un serial de misterio por internet, Ran-neechan… Pero hoy suben el siguiente episodio…Siii, mañana voy al colegio sin falta… Hasta mañana.

A su lado, Kaito se reía bastante con una sensación de dulce venganza, lo que provocaba que el detective le lanzara miradas asesinas. Hacia un rato que él también había tenido una conversación similar con Jii, lo que había provocado algún comentario ingenioso por parte de Conan y Haibara sobre que ahora entendían mejor su título de “Kid”. Le tocaba al mocoso pasarlo mal.

*30 minutos antes*

Después de pactar un tiempo de tregua y colaboración en su enfrentamiento particular, Kaito había llamado a Jii pues estaba seguro que éste se hallaría angustiado al no saber de él. Apenas si había pasado 2 segundos desde que había marcado el teléfono, cuando…

- ¿ES USTED AMO? ¿DONDE ESTA? ¿SE ENCUENTRA BIEN JOVEN KA…? – se escuchó en toda la habitación la voz chillona de Jii, Kaito tuvo que tapar el auricular rápidamente y miró a Conan, Haibara y Agasa con preocupación. Solo faltaría que también supiesen su verdadero nombre.

- No grites Jii-chan – le dijo mientras se iba a hablar a una distancia – Me
encuentro bien…

En pocas palabras, le contó todo lo que había sucedido en el robo de la noche anterior.
Como había resultado herido, que al parecer alguien había ido a por él y el trato hecho con el pequeño Detective y sus amigos para dar con ellos. Lo cual provoco una cascada de frases dramáticas por parte de Jii tales como que debería dejar ese trabajo, y que si algo le sucedía no podría disculparse ante su padre lo suficiente.

Era tal la angustia y el dolor sufrido en las últimas horas que trasmitía en su voz, que Kaito no fue capaz de cortarle como hacía siempre así que le intento relajar con palabras suaves.

Haibara le observaba mientras hablaba por teléfono. Conan se dio cuenta de que no había cesado de hacerlo desde que le habían llevado a la casa inconsciente.

- ¿No me digas que ahora te interesan los ladrones? – la preguntó, un poco con ironía.

- Al menos son más divertidos que los detectives – le contrataco la chica. Nunca admitiría que lo que le atraía del mago era que le recordaba a él físicamente. – Pero no es eso, mírale la expresión de su rostro… Esa persona con la que habla no es un simple cómplice para él. Es alguien muy especial. Un amigo de toda la
vida. Me recuerda a cuando tú hablas con el profesor.

Conan medito las palabras de Haibara. Nunca se había imaginado que ese vinculo pudiera existir entre ladrones. Recordó el suceso de la teletransportación, como Kid había corrido el riesgo de pasar por encima de la red alzada entre los edificios con su planeador para poder no sólo huir él, sino también poner a salvo a su colega en el truco de magia llevado a cabo.

~~~~~~

Después de colgar a Kaito, Jii se sintió mucho más relajado. Aunque esa alianza no terminaba de convencerle, pues algo podía salir mal. Pero al parecer el detective se comprometía a proteger a su joven señor, y para Jii lo más importante era que él estuviese a salvo.

Kaito le había pedido antes de despedirse que investigase si había habido algún grupo que hubiera intentado hacerse con la Tormenta Púrpura antes de ser adquirida por los Suzuki o si alguien estaba interesado en adquirirla si desaparecía de la circulación. Cuanta más información tuviesen, mejor. Así que salio del Blue Parrot y emprendió camino de su casa, esa noche tenía otro trabajo que hacer.

Iba tan absorto en sus pensamientos que no se fijo en una moto y en su conductor vestido completamente de negro y con un curioso casco que le observaba a distancia.

- Bueno - preguntó Kaito, una vez que Conan dejó de hablar con Ran - ¿y ahora qué, Detective? ¿Cuál es el siguiente paso?

- Debemos averiguar si la policía tiene alguna información sobre esos hombres. Si han actuado antes en algún robo, si están fichados...

Haibara mientras Conan hablaba había encendido la televisión. En las noticias hablaban del incidente del museo la noche anterior, y como a pesar de que la policía había recuperado la joya con éxito no habían sido capaces de arrestar ni a Kaito Kid ni a los hombres armados que se habían introducido a la fuerza.

- Así que si robaste la Tormenta Púrpura a pesar de todo el caos que se organizó - afirmó, y no preguntó Conan.

- Si, lo hice - una sonrisa satisfecha apareció en el rostro de Kaito - pero no era lo que buscaba y la deje en otro sala antes de volar con el ala delta.

- Siempre dices eso en tus notas cuando devuelves alguna piedra... Que no es lo que buscas... ¿Acaso buscas una piedra en particular o con alguna característica concreta?

- Los secretos hacen a un mago ser lo que es... - Kaito mantenía una cara de poker difícil de descifrar - no todos pueden ser revelados hoy, Gran Detective.

La presentadora interrumpió para dar la noticia de un comunicado de última hora. Al parecer los Ladrones del museo Suzuki se habían puesto en contacto con la policía y le habían hecho llegar un mensaje:

"En el día más largo, durante la noche más oscura, la llama que se apago con el frío de altos muros volverá a arder. Y está vez, consumirá al fantasma mágico haciéndole desaparecer de este mundo"

Kaito se había levantado del sofá y permanecía inmóvil mirando la televisión. Su sonrisa había desaparecido y Conan se sorprendió porque nunca le había visto tan serio.

- Mira mira - rompió el silencio Haibara - toda una declaración de guerra entre ladrones.

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