Prólogo

885 64 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-sabía que vendrían pronto- decía una hermosa criatura, demasiado andrógino para saber si en realidad era hombre o mujer, delgado, finas facciones, una hermosa y pequeña nariz respingada, su piel, pálida como el hielo, y sus ojos un perfecto tono rosado para ser un humano común. Su bien combinada ropa, un elegante hanbok en tonos rosados, carmesí y oscuros le hacían ver más delicado.

-por favor...ayúdanos-

-lamentablemente eso que desean no puedo dárselos, así como así-

-pero Jeonghan!... eres tu el único que puede-

-lo sé, pero las cosas no son tan fáciles-

-hemos venido desde Goguryeo, sabes cuánto nos ha costado! Hemos dejado el reino por venir-

-lamento estar atado a esta maldita torre, lamento estar entre límites de territorios, pero por usted su majestad es que estoy aquí! - Jeonghan muy molesto se acercó a el elegante y viejo rey, aquel rey tenía el cabello oscuro como la noche, una barba cuidada, usaba aquel hanbok de ceda roja y dorada al igual que su hermosa esposa. En el momento en que Jeonghan se molestó se acercó a ellos tensando esa cadena que estaba atada en su cuello y sus pies, aunque era invisible, cuando se movió esta se hizo ver, y sus ojos rosados se volvían destellantes magentas perfectas.

-hagamos un trato...-

-hice un trato contigo su majestad y mira como he terminado! -

-esta vez yo haré lo que tú quieras- al oír sus palabras Jeonghan se tranquilizó volviendo a su lugar, tomo aquel abanico de la mesa y comenzó a agitarlo prestándole atención.

-deben estar muy desesperados-

-los 5 reinos chinos están a punto de unirse...no puedo dejar que suceda... se convertirán en un imperio si eso pasa...-

-y? a mí que me importa-

-por favor... aún estamos en tratados con Silla y Tang para unirnos-

-pero no lo harán porque desean que las tierras sean suyas, eso ya lo sé, dime que es lo que quieres que haga por ti-

-quiero un hijo- respondió el rey.

-un hijo? ¿Has venido hasta aquí para que yo te de un hijo? ¿Cuantos años tienen? -

-eso no es de tu incumbencia! -

-debiste escoger una mejor mujer Jeon DongWoo, pero está bien, lo hare sin preguntar mas-

-de verdad!?- dijo la mujer.

-si, a cambio, me darán mi libertad- los reyes se miraron entre si asustados, era un arma de doble filo liberar a uno de los 3 hechiceros más poderosos del reino, hacía décadas habían podido atraparlo, y ahora lo iban a soltar, eso era algo que debían pensarlo.

-la tendrás, pero con una condición...-

-la que usted diga su majestad- respondió Jeonghan haciendo reverencia.

-eras el guardián de ese niño que traigas a la vida, serás su sombra, veras su futuro y evitaras problemas...-

-quieres que sea su niñero?, no me molesta, ya soy el tuyo, otro más estará bien, entonces ¿es trato hecho? - titubeándolo aún, el rey asintió. - bien...entonces...- Jeonghan hizo aparecer aquellas cadenas que lo mantenían prisionero de sus poderes y su libertad, acerco los candados justo frente al rey, y este, del interior de su jeogori tomo una llave que siempre tenía con él atada al cuello.

Al abrir todos esos candados, las cadenas desaparecieron en polvos brillantes, Jeonghan cerro sus ojos y un pequeño temblor sacudió la torre, con su abanico en mano, lo miro unos segundos y este se convirtió en una ligera diamantina flotante mostrando así su báculo, en el mango de este había una hermosa piedra rosa que emanaba una luz brillante.

- su majestad- dijo tomando la mano del rey y colocando un recipiente debajo de esta, lentamente en su mano materializo una daga negra con la cual corto su palma dejando caer la sangre. Repitió la misma acción con la reina.- dentro de los 7 reinos oscuros, las noches se hacen días, los días se hacen noches, el tiempo no existe para aquellas almas abandonadas y penadas, el limbo, el inframundo, la pausa del mundo, entre la luz y la oscuridad, entre la bondad y la maldad...ábrete!!!- con la punta de su báculo golpeo el suelo dos veces haciendo que un extraño portal brillante apareciera, gritos desconsolados de dolor y llanto se escuchaban.- una nueva vida, en una vieja alma, un nuevo ser construido de sangre y huesos, una nueva criatura humana a partir de este elixir...y- metiendo la mano en aquel portal tomo una pequeña esfera magenta oscura- el alma pura de un humano- dejando aquella esfera dentro del recipiente se convirtió en agua clara y cristalina- bebe esto su majestad- pidió a la reina, esta tomo lo que le entrego y miro como era que el portal seguía abierto, desconfió de Jeonghan como siempre, Jeonghan era un hechicero muy bueno, pero también era el rey de las mentiras y engaños, todo tenia acciones dobles, pero esta vez, un hijo era lo que salvaría el reino de la desgracia.

La mujer bebió el contenido, una vez que desapareció en su interior, Jeonghan encendió su báculo y sus ojos se transformaban en perlas rojas.

-el deseo de poder, la ambición de gobernar de honestamente, mantener al resplandor deslumbrante en una torre...la criatura que llevas en el vientre a partir de hoy tendrá sus días contados, ohh gran Widaehan Gongjag, un recipiente te alimentará, el destino de ese bebe esta en mis manos, entre el bien y en mal vivirá, con una sed de matar, con una sed de morir, pidiendo paz y creando tempestad, la única decisión será suya! ¡Tener poder o tener paz...entra en ella ahora! - alzando sus brazos en el aire agitando el báculo en círculos de aquel portal salía una bruma negra que se impregnaba a la mujer, el rey luchaba por separarla de su esposa, pero había sido imposible, esa bruma estaba entrando en ella directo al feto en su vientre.

Jeonghan coloco una rodilla en el suelo transformando su báculo nuevamente en un abanico.

-nos vemos cuando ese bebe nazca! - con una sonrisa abanico muchas veces estallando en un temblor la torre, los reyes cerraron sus ojos en un abrazo teniendo lo peor. Al abrirlos se encontraron a ambos en medio del campo límite de Goguryeo.

-nos engañó...- dijo ella abrazando su vientre.

-no... eso esperaba...-

-que? -

-cómo crees que he llegado tan lejos como rey, ese bebe tendrá el poder-

-de que hablas...-

-Widaehan Gongjag...el gran duque del infierno es ahora nuestro hijo...-



hola! que tal! después de darle muchas vueltas, y gracias por escribirme para participar a MeanieAwards me puse a trabajar en esta nueva historia que pienso yo sera mi comeback! le he puesto muchas ganas, si han leído Fight for the sunset, es una de mis favoritas que tengo, me gusta mucho la ambientación de época, por lo cual me puse a hacer contenidos visuales, espero que les guste, dejare hoy 5 capítulos ya que es para un concurso, y la iré subiendo parcialmente de 5 en 5 capítulos probablemente.

espero les guste!! 

muchas gracias por leer!

La leyenda del Hijo del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora