-No voy a salir de aquí...no lo hare, no puedo, no debo...- dentro de la habitación de la reina, aun con su cuerpo vuelto un montón de arena, Mingyu daba vueltas, aquel instinto de decía que saliera de ese lugar y defendiera a los inocentes, sentía el peligro, podía la oler la muerte acercándose, pero también sabía muy bien que solo lo llevaba a Wonwoo, que, si cedía ante aquel deseo de proteger, debería ir en contra de Wonwoo.
-tú quién eres?!- Jihoon daba una ronda por el palacio para reguardar todo lo que podía, ya que los guardias habían sido llamados por Jeonghan, la reina se quedaría son protección- que has hecho!- dijo al ver el puñado de arena en donde debía estar la reina, desenfundo su espada y la puso contra el cuello de Mingyu.
-no fui yo! ¡Aléjate de mí! - mirando al os ojos de Mingyu, Jihoon retrocedió. Aquella mirada era la mirada del antiguo rey Jeon.
-quien eres tú!?-
-Kim Mingyu...-
-eso no me dice nada Kim Mingyu, luces como un hechicero blanco...dime que has hecho, porque estás aquí?...dilo antes de que te lleve al matadero! -
-si yo supiera lo que hago...soy Kim Mingyu, el heredero legitimo del trono, el único hijo de sangre de los reyes...-
-que...- al ver el miedo en sus ojos, Jihoon le creyó, parecía que había nacido hacia un par de segundos, o que había recuperado la memoria, Mingyu lucia desubicado. - si eres el rey, que haces escondido aquí! Aquí en lugar de dar pelea, ¿en lugar de defender el palacio? Si esto sigue así, las tropas chinas llegaran en cualquier momento, ¡el valle se hundirá! Estamos en contingencia, ¡el pueblo este libre aviso! -
-el pueblo...-
-hemos cerrado las puertas a la ciudad, pero no podremos proteger tanto tiempo, menos si los chinos vienen, Wonwoo ha sido que ha avivado esa pelea...no podemos detenerla si no lo detenemos a el-
-pero...-
-él es malo, tú eres bueno, vete, detenlo, hemos intentado ayudarlo...pero creo que el único que podrá hacerlo eres tu-
La ira de Wonwoo se había desenfrenado, aunque el dolor en su pecho era mortal, no se detenía, pasaba sobre todos imponiéndose, el cielo repentinamente comenzaba a cambiar, Jun no podía alejarse de Minghao quien pelaba codo a codo contra el rey demonio, Jeon Wonwoo, parecía que las puertas del inframundo se abrían de par en par, almas sollozantes en ruegos y llanto se escapaban para formar parte del nuevo y oscuro mundo mortal, mientras más blandía aquella espada, Wonwoo mas dejaba de sentir su alma.
Las manos de Mingyu temblaban al calor de Wonwoo, aunque no estuviera frente a él, podía sentir tu intenso pesar, aquel corazón que palpitaba tan solo hacia unas horas atrás sobre si, estaba muriendo, estaba volviéndose una roca, a esto estaba destinado, a conocer lo que podía tener, y a saber que jamás podría ser suyo. ¿Acaso seria capas de sacrificar a todo el valle solo por la vida de Wonwoo? Nadie le dijo cuál sería su destino, pero suponía que eso era lo divertido, saber que estaba destinado a la pena y la catástrofe, mientras lo esperaba pacientemente.
-mi alma? ¡Querido! ¡Yo no tengo alma! - girando su báculo Jeonghan comenzaba a atacar a Seungcheol pensando en el como un mortal más, sorprendido quedo cuando este regreso el ataque en forma de destellos de magia. - qué demonios eres! -
-desde que supimos la familia real te libero, hemos asechado tu camino, deseando con fuerzas tomar esa linda y diabólica cara tuya para darle muerte al fin-
-veamos si lo logras! Si yo muero Wonwoo también! ¡Él es mi recipiente! ¿Acaso me creen un tonto?, principiantes! - mientras la pelea se volvía más densa, mientras más muertos caían al suelo el cielo se volvía negro con destellos rojos, Jeonghan comenzaba a liberarse.
-basta Wonwoo! - Jisoo se atravesaba momentáneamente intentando ayudar a Wonwoo a volver. - que lo que hiciste no servirá de nada!?-
-servirá! Debe estar funcionando, pero la criatura que se alimenta de él es más poderosa que eso. - respondía jun.- de todas formas, espero que aun tengas lo demás-
-claro que sí! -
-estoy harto de todos ustedes! - con una voz profunda de ultratumba, Wonwoo se elevaba por el cielo deprendiendo una bruma negra a su alrededor, parecía que recargaba sus poderes para poder terminar con todos aquellos que se interponían. Mientras más alto llegaba el cielo más se oscurecía, sus ojos finalmente habían cambiado, eran los ojos de una bestia desatada.
-basta! - con un empujón salvaje, en cuestión de segundos, Wonwoo veía todo caer a su alrededor, era eso o alguien lo había lanzado al suelo. Gruñendo de dolor, levantándose enseguida se enfrentó con aquello que lo sometió.
-tu...- sus ojos momentáneamente volvieron a ser los mismos, había caído de rodillas nuevamente, al tener a Mingyu frente a él, su corazón se había apretado más en su pecho, aunque él no lo notara estaba muy lastimado.
-basta Wonwoo...por favor no hagamos esto-
-lo sabias no? ...que tu...- Mingyu asintió tristemente.
-no pienso atacarte...no lo hare-
-si no me atacas esto no terminara nunca! -
-no puedo hacerlo! ...-
-cómo es que alguien como tu tiene estos poderes...-
-no lo sabes...- Wonwoo se reincorporo sosteniendo su espada firmemente para guardar distancia con Mingyu. - yo soy...yo soy el verdadero hijo de los reyes...-
-que...pe-pero-
-tu y yo no somos hermanos, no lo somos porque tú fuiste creado por Jeonghan...fuiste una ofrenda ante los poderes de mis padres...el rey de los cielos y la reina oso...ambos necesitaban protección...-
-estas mintiendo! -
-sabes que debo poner fin a tu vida, peor no sabes por qué!, créeme que daría lo que fiera por no haber recordado nada de esto...por no haberme criado en tú camino...yo, yo puedo sentir tu dolor-
-cállate! - en cuclillas Wonwoo cubría sus oídos, no lo hacía por no escucharlo, lo hacía por dejar de oír el latido de su corazón acelerado, su corazón desfalleciente.
-están juntos! ¡Están juntos ahora! Este es el fina! ¡Es el final de todos! - Jeonghan enloquecía repentinamente lanzado hechizos a Seungcheol quien retrocedía ante estos, podía defenderse, podía luchar contra él, pero todo estaba preparado para que los poderes de Jeonghan aumentaran con cada acción de Wonwoo.
-Seungcheol! - Jihoon llegaba en su caballo, había ido ayudando a todos los guardias del reino para salvarlos, estaba lleno de sangre y tierra, Seungcheol se distrajo a causa de él siendo alcanzado por Jeonghan, lo hizo caer al suelo levemente herido.
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La leyenda del Hijo del Cielo
Fiksi PenggemarAntes de la época Joseon existía el reino de Goguryeo, tan poderoso y dueño de casi todo en ese entonces, encabezado por el convaleciente rey Jeon, deja en manos de su joven hijo Wonwoo todo aquel poder por que el mismo deberá luchar, no solo como u...