Antes de la época Joseon existía el reino de Goguryeo, tan poderoso y dueño de casi todo en ese entonces, encabezado por el convaleciente rey Jeon, deja en manos de su joven hijo Wonwoo todo aquel poder por que el mismo deberá luchar, no solo como u...
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-voy a bajar yo mismo-
-pero Wonwoo espera- Jisoo intentaba detener a Wonwoo quien estaba dispuesto a bajar ante el problema con los guerreros del límite norte, tal parecía no podían seguir peleando, y Wonwoo debía ganar, esas tierras estaban destinadas a su pueblo. - no puedes hacerlo-
-si puedo, estoy harto de estar sentado en esa silla sin poder hacer nada!, es hora de que el rey ponga orden! ¡Es hora de que sepan quién es su rey! Prepara mi traje de batalla y mi caballo- ordeno a su asistente este e inmediatamente salió por lo que le había pedido, Jisoo intentaba detenerlo pero era imposible, cuando una idea se metía en la cabeza de Wonwoo esta jamás se iba, Jihoon aún no regresaba y eso lo ponía más impaciente, el tiempo seguía corriendo y Wonwoo estaba a medio camino de llegar al punto máximo de la batalla estaba preparado para pelear el mismo, Jeonghan desde el palacio real miraba todo eso a través de su báculo, esta vez Jisoo estaba en la espera de los demás para ir detrás de Wonwoo.
-basta ya!- grito al llegar, sus súbditos se arrodillaron ante el- como osan darle problemas a mi ejercito! ¡Están acabados! - sus ojos se volvían perlas rojas, y el blanco que quedaba se teñía de negro, ese demonio lo había llevado a su muerte. - no puedo ensuciarme las manos, pero si ustedes se dan por vencidos perdonare su vida! - dijo firmemente en medio del fuego y los hombres escapando.
-jamás! ¡Esta tierra es nuestra! -
-porque nadie entiende- Wonwoo bajo del caballo que montaba, desenfundo su espada y la acaricio con su mano, su mirada era aquella misma de un demonio, y sus manos ardían por matar.- mientras mi piel jamás toque su sangre o el pulso de todos ustedes se detenga seguiré siendo el rey! Seré SU REY!- al decir aquello enterró la espada en el terregoso suelo un potente viento alzo su cabello, y una bruma negra salió despedida aceleradamente, poco a poco los contrincantes iban desapareciendo uno a uno siendo tragados pro el suelo que pisaban, entre gritos desgarradores, miedo, Wonwoo se regocijaba, se sentía bien escuchar aquel desesperado grito de ayuda, ayuda que jamás llegaría.
-Wonwoo!!- grito Jisoo atrayendo la atención de este- que has hecho?!!-
-no están muertos! - dijo intentando convencerlo.
-mírate! ¡Ese no eres tú! -
-lo soy! Soy yo! ¡Esta tierra es mía ahora! -
-Wonwoo basta! - Jisoo bajo del caballo corriendo hasta Wonwoo, la misión era única, darle a beber a Wonwoo aquel brebaje que Jun había preparado. Como lo haría, aun no sabía, solo sabía que tenía que calmarlo o su futura muerte seria este mismo día. - ven aquí... por favor- entre rugidos, Wonwoo lo miro confundido, miro sus manos imaginando aquella visión que le mostro Jeonghan, su piel llena de sangre, con feroces garras, y el dolor en su pecho, él no quería morir aún.
-a...ayúdame- imploro cayendo de rodillas al suelo, rápidamente Jisoo lo sujeto por los hombros impidiendo que se desmayara por completo, estaba semi inconsciente, lo cual aprovecho para verter aquel liquido dentro de su boca.
