Me gustaría decir que me caí, me levanté y cuando abrí los ojos, encontré un chico guapo que me tendía su mano y comenzábamos una bonita historia de amor.
Permítame que me ría.
En primer lugar, caí de culo, aplanándolo más de lo que ya estaba.
En segundo lugar, el chico que NO me tendió la mano ya que también se había aplanado el culo, estaba sobándose la cabeza.
En tercer lugar, había perdido el amor de mi vida en un accidente. ¿Cuál accidente? Esa misma caída. ¿Qué amor? El café que ahora mismo estaba derramado sobre el pecho del chico.
En cuarto lugar y último, su mirada al levantarse y mirarme no fue precisamente como miras a alguien cuando te has enamorado e él a primera vista.
Nop. Nope. Nopi. No.
En quinto lugar, (¿Creiste que el cuarto era último? Te la creíste we, equis de, equis de), estaba cagada. Y una no empieza su historia de amor cagada. La mirada que aquel sujeto de nombre desconocido (véase el apartado cuatro) me atravesó como un balde de agua fría.
Sus mejillas estaban ligeramente teñidas de un color carmesí (azul, no te jode), tenía los ojos más abiertos que el papo de Kylie Jenner y su pecho subía y bajaba frenéticamente.
Me miró a mí, después a su pecho lleno de mi sensual café y luego otra vez a mí (hola, guapo). En todo ese tiempo, que habían sido tres segundos, me levanté de un salto con las manos cerradas en puños sobre mi pecho. Sentía las orejas calientes, más calientes que Kylie Jenner. Sí, me había sonrojado al igual que las protagonistas de las historias de Wattpad. Cliché. Sin embargo, no era por estar nerviosa (que lo estaba), si no porque tenía miedo. Sí, sí, lo sé. ¿Te sonrojas por miedo? Pues sí.
El pecho de aquel chico (Vamos a llamarle Jhonny. No es que se llame Jhonny, no tengo ni puta idea de quien es) seguía subiendo y bajando como si de un toro se tratase. Vi como una de sus manos se alzaba hasta convertirse en una mano acusatoria que me señalaba y su boca se abrió para decir algo.
¿Quieres saber qué dijo? Pues luego me lo cuentas porque antes de que sus cuerdas vocales actuasen, yo ya había puesto la canción de Party Anthem y había efectuado un RUN, BITCH, RUNN! en toda su sensual presencia.
Sí, señores. Yo, Saturno Collingwood, alias La-tipa-que-todo-lo-que-toca-se-va-a-la-verga había preferido correr (cosa que odio) a pedir disculpas y arreglar un problema como se supone que lo hacen las personas. Personas normales.
Corrí durante aproximádamente... ¿Dos minutos? (bueno, ni puta idea, amigo) hasta divisar una puerta de color celeste claro con un logo que no llegué porque me metí dentro sin dejar que mis ojos se fijaran en él. Cuando la cerré a mis espaldas y me apoyé en ella como en las películas, exhalé el aire que parecía que estaba conteniendo desde mi nacimiento. O desde que me levanté y me encontré con la mirada del chico-toro, mejor conocido como Jhonny.
Me pasé las manos por la cara respirando frenéticamente.
"¿Qué coño acababa de hacer?"
Dios necesitaba agua.
Me dirigí al lavabo, incliné mi cuerpo sobre el grifo y puse mis labios sobre el chorro de agua. Pero nada más hacerlo, como si fuera automático, me aparté.
"Nota mental: El agua de los grifos es mierda líquida transparente."
Apoyé mis manos sobre el lavabo y me miré en el espejo.
-¿Qué has hecho, Sat? -Pregunté a mi reflejo.
Tenía la cara roja y el pelo hecho una mierda. Me quité el gorro que me cubría el cabezón para poder peinarme un poco, pero al hacerlo, no sé que pasó y se me cayó en el lavabo.
Y sí, el grifo seguía abierto. Y yo, como estrella de la NASA, hija de Einstein y merecedora del premio Nobel por Inteligencia Inhumana que soy, metí la mano. Y me mojé la manga. Fuertemente.
-¡LA MADRE QUE...!
-Esto... El baño de chicas no está aquí...
Universo, ¿qué te hice ahora?
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N/A. El cap está sin editar. Avísenme si hay errores.
Id al último cap de HPD para saber que pasó en todo este tiempo.
Comentad y votad si os ha gustado. 💜
Os amo
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Cursi Saturno ©
Teen Fiction«Alcé los ojos y me di cuenta de que era su mirada la que quería ver nada más despertar, nada más vivir...» _ Los inseguridad y la torpeza siempre han sido las mayores cualidades de Saturno. Atada a una madre extremadamente estricta, comienza su seg...