tres.

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- Creo que necesitamos pensarlo mejor, Binnie.- bajó la mirada apenado, el menor tomó su barbilla con delicadeza e hizo que le mirará.

- Minnie, no hay nada que pensar.- sonrió con dulzura.- Te amo y tú a mí, ¿no es así? - asintió con lentitud.- ¿Qué esperamos?, en algún momento de nuestra relación tendremos que dar el siguiente paso ¿por qué esperar más?

Un suspiro salió de los labios del castaño.- Esto fue tan repentino, jamás creí que me pedirías tales cosas.- confesó para después dedicarle una pequeña sonrisa a su novio.

- Creo que tienes razón, tal vez me emocioné de más.- Moon se alzó de hombros un poco avergonzado.- Pero es que... cuando vi a ese hombre con su hija mi corazón dió un vuelco y de inmediato apareciste en mi mente con un bebé en brazos.- se sonrojó ligeramente tras lo dicho, Dong le miraba con atención, unas pequeñas cosquillas aparecieron en su estómago.

- Binnie...- sus palabras quedaron al aire pues después de la espera, sus pedidos habían llegado.

- Perdonen la tardanza.- dijo el joven mesero dejando sus respectivas bebidas a cada uno y un apetitoso sandwich recién hecho a Moonbin.

- Gracias.- murmuraron ambos chicos.

- Disfruten.- mencionó el empleado, hizo una pequeña reverencia para después retirarse con una sonrisa.

Sin perder ni un segundo más, el menor dió una gran mordida a su comida, disfrutándola en demasía, no tardó en notar la mirada de Min sobre él.

- ¿Tengo algo? - preguntó ingenuo al mayor mientras ladeaba la cabeza ligeramente, el castaño sólo atinó a negar.- ¿Quieres un poco? - acercó el plato al contrario, quién volvió a negar con una cara de desagrado.

El menor se alzó de hombros y siguió devorando su sandwich, Dongmin no dejaba de mirar la comida, no porque tuviera antojo de ella si no por el olor que emanaba, era sumamente asqueroso, según lo que pensaba.
Bebió de su frappé, tratando de ignorar el aroma y buscando alguna distracción pero le parecía imposible. Giró su cabeza, miró a los meseros pasar con grandes bandejas repletas de comida y bebidas, uno de los empleados pasó tan cerca de su mesa que el olor de lo que traía en manos llegó a la nariz del castaño, hizo una mueca de asco y las náuseas aparecieron.

Tapó su boca y nariz con su mano derecha, evitando que algún otro hedor y como precaución a contener alguna arcada.

- ¿Estás bien, Minnie? - su novio preguntó al verlo tan asqueado y con cara de desagrado.

- Sí, es sólo que el olor es muy fuerte.- comentó tapando sus fosas nasales, Bin lo miró confundido.- Voy al baño.- dijo con rapidez y después salió disparado a los sanitarios.

- ¿Qué olor? - se murmuró Moon a sí mismo, pues no percibía ningún aroma desagradables en particular y él era muy bueno con el olfato.

Dongmin abrió la puerta del baño con fuerza, una vez dentro soltó todo el aire que estuvo conteniendo. Respiró con lentitud, tratando de que sus fuertes náuseas se alejarán, se acercó a los lavabos y se miró al espejo, ¿por qué estaba tan pálido?, lavó sus manos y mojó un poco su rostro, espero unos minutos más a que su cuerpo estuviera estable y salió del baño.

Llegó a su mesa y se sentó en su lugar un poco más calmado, el menor lo miró con sin entender.

- Minnie.- le llamó.- ¿Te quieres ir? - preguntó con preocupación, él sabía cuándo a Lee no le agradaba algo o se sentía mal, el castaño se limitó a asentir con lentitud. Tan pronto hizo aquel gesto, Moon llamó al mesero para pedir la cuenta de lo consumido, pagó y salieron del establecimiento.

Caminaron hacia un pequeño parque cerca de ahí, el lugar estaba un tanto vacío y tranquilo, justo lo que Dongmin necesitaba, se sentaron bajo la sombra de un árbol. El mayor fue el primero en sentarse y recargar su espalda en el tronco, cerró los ojos con fuerza, las náuseas habían vuelto.
Bin lo notó, se posicionó frente a él y acarició su mejilla, Min lo miró, ambos sonrieron de forma leve.

- ¿Estás bien? - preguntó preocupado, acunó el rostro ajeno.

- No mucho, ayer vomité y he tenido náuseas.- dijo cabizbajo, mordió su labio y tomó las manos de su novio.- No creo que sea nada grave.- sonrió en un intento de no preocupar al menor.

- ¿Haz comido algo fuera de lo común o algo parecido?

- Mhn, el otro día Myung hyung me llevó a comer en la calle, ¿tal vez fue eso? - mencionó dudoso, su hyung no siempre era de confiar.

- Agh, le dije a hyung que no te llevará.- Bin se sentó, acarició el puente de su nariz. Myung no siempre le tomaba importancia a lo que decía y eso le molestaba.

- Tranquilo, Binnie.- puso su mano en la rodilla contraria y la acarició con lentitud.- Se quitará pronto, sólo necesito descansar, sólo eso.- sonrió con dulzura, el menor lo miró y copió el gesto.

- Ah, tienes razón pero yo le dije a hyung que no te llevará a ese lugar ¡y lo hizo! - dijo algo frustrado y molesto, Min rió por lo bajo.

- Sabes cómo es él.- Bin se recostó en el césped con los brazos y piernas extendidas, el mayor le imitó y recargó sus manos y barbilla en el pecho ajeno.

- Te llevaré a tu casa, descansarás y yo te cuidaré, ¿bien? - dijo decidido, pronto un pequeño puchero apareció en los labios de Dongmin.

- No.- alargó la última letra.- Es nuestro aniversario, no quiero arruinarlo.- su labio inferior salió, haciendo notar más su tierno gesto, el menor negó.

- Primero es tu salud, no quiero que mi novio quedé grave sólo por no atenderse rápido.- acarició algunas hebras de cabello castaño.- Además, tendremos un montón de aniversarios en el futuro, tenemos tiempo.- murmuró estando a centímetros del rostro ajeno, plantó un corto beso en la mejilla del mayor.

Moonbin hizo que Dongmin se levantará para después empezar a caminar a la casa de este último.






Me disculpo por cualquier falta de ortografía y/o redacción.

Sólo vengo a decir algo rápido.
Muchas gracias por leer esto, es la primera vez que tengo vistas y estrellitas tan rápido. (:'v)
Espero que estén disfrutando de este fic, tanto como yo al escribirlo. ♡

Nota: las bebidas que pidieron sí se las llevaron y terminaron, olvidé poner esa parte y ya no tengo ganas de corregirla (en mi país son las dos de la mañana :'v).

¡Nos leemos después, gracias por todo!





—Lnrg.

La torta antes del recreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora