cuatro.

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– Binnie, te he dicho que no es necesario.- el mayor abrió la puerta del departamento donde vivía, dejando entrar a su pareja.

– No dejaré que mi novio se enferme, ¿entendido? - tomó los hombros del castaño, lo volteó para quedar frente a frente y después beso la punta de su nariz, cerró la puerta con su pierna y guío a Min hacia el sillón.– Ahora tú te quedarás aquí mientras yo te preparo algo, ¿bien?

– P-pero Bin... - el dedo índice contrario se posicionó en sus labios, el pelinegro sonrió.

– Te cuidaré.- su sonrisa se ensanchó y el gesto fue imitado por el otro chico, quién enredó su brazos en el cuello ajeno, se levantó bajo la mirada expectante de Moon.

– ¿Por qué debes ser tan lindo? - murmuró Lee para después besar castamente los delgados labios de Bin.
El toque sólo fue por segundos pues el menor no quería llegar a algo más, no con su Minnie en aquel estado, acarició su cintura con cuidado e hizo que se sentará de nuevo.

– Eres mucho más lindo que yo.- acunó el rostro de Dongmin, dió un ligero beso en la frente del mismo y se marchó directo a la cocina, dejando al castaño en el sofá son una sonrisa inmensa.
El mayor se recostó en el lugar donde estaba, desde un día antes se sentía algo cansado, cerró sus ojos y se relajó, no pasó mucho cuando se quedó totalmente dormido.

Moonbin se deshizo de su suéter y se puso un mandil para no manchar su ropa, con rapidez comenzó a preparar una sopa. Mientras dejaba hirviendo agua para un delicioso té que esperaba y aliviará un poco a su novio, notó que la bebida caliente estaba lista por lo que la alejó del fue con cuidado y dejó hirviendo el caldo, sería mejor si primero llevara el té, así lo hizo.
Se encaminó a la pequeña sala de estar cerca de la entrada, dejó la taza con el líquido en la mesa de centro y después observó a su novio.

Su rostro relajado, su respiración lenta y pausada, con los labios entreabiertos, algunos mechones de cabello fuera de lugar y sus manos sobre su abdomen, una vista totalmente hermosa para el menor, quién sonrió enternecido y acarició con su dedo el pómulo del castaño.

– Minnie, despierta.- susurró en la oreja del mayor, este gruñó y se removió con incomodidad.– Preparé un té para ti.- susurró una vez más, finalmente dejó dos castos besos en los párpados del chico.
Lee al sentir aquel dulce tacto, le dió la espalda y siguió con su sueño, Moon rió por lo bajo, colocó ambos brazos a cada lado del cuerpo contrario, besó la rosada mejilla del castaño.

– Levántate, bebé.- murmuró con cariño contra la piel de Min, este sonrió sin mostrar sus dientes, aún con los ojos cerrados, soltó un sonido de negación.– ¿No lo harás? - preguntó con alegría pues a causa suya, el otro chico comenzaba a despertar.

– No.- susurró adormilado, algo bastante adorable.

– ¿Seguro? - al menor se le salió una sonrisa traviesa, sabía qué hacer. Dongmin negó con la cabeza.– Bien.- sus manos descendieron cuidadosamente y sin tocar el cuerpo del mayor, paró cuando estuvo cerca de la cintura del mismo y sin perder tiempo, comenzó a dar cosquillas por toda esa parte al igual que el abdomen, las risas de Lee no se hicieron esperar y resonaron en toda la habitación.

– Yah, yah.- dijo aún entre risas mientras trataba de parar las manos de Bin.–B-basta.- rogó, su cuerpo se retorcía bajo el cosquilleo, el menor sonrió ante la grandes risotadas que daba Dong. Unos minutos después las risas y cosquillas pararon, el castaño tenía la respiración agitada con una sonrisa en los labios.

– Toma, te lo he hecho.- el pelinegro le acercó la taza y se contrario se reincorporó en el sofá, con cuidado agarró el vaso, bebió el contenido.– ¿Te gustó? - preguntó su novio, aunque obtuvo su respuesta al ver que Min bebía con rapidez el té, cuando terminó salió un suspiró junto a una pequeña risa.

– Claro, hace mucho no tomaba uno, creo que me hacía falta.- rió bajito.– Gracias, Binnie.- susurró y besó ligeramente la mejilla del mencionado.

– Todo para que mi príncipe esté bien.- acarició algunos cabellos castaños del chico, ambos estaban sumergidos en su burbuja hasta que un olor peculiar salió de la cocina. Moon abrió los ojos con sorpresa y se levantó de golpe.– ¡La sopa! - corrió al lugar dicho con Lee tras de él.

– ¿Qué pasó? - su preocupación era notable, ¿qué había intentado hacer el menor?

– Ay, no.- murmuró entre dientes al ver como su sopa perfecta estaba arruinada, no iba a sorprender a su novio como quería. Dongmin se acercó a sus espaldas y miró lo que había dentro de la olla, pollo, algunos vegetales y el agua consumida, el hedor llegó a su nariz y una vez más las náuseas aparecieron.

– Tapa eso, Bin.- se alejó y su mano tapó sus fosas nasales, no quería vomitar sólo por el olor.

– Quería sorprenderte.- susurró apenado, tomó la cazuela y tiró el contenido en la basura, con el mayor observando todo. Su voluntad no pudo más y corrió al baño, vomitando lo poco que había comido en el día, las arcadas eran tan fuertes que su garganta quemaba.
Moonbin fue tras él, al verlo en aquel estado se sintió tan mal, no quería ver en enfermo a su hermoso Minnie. Se acercó, se sentó a su lado y acarició la espalda del chico, mirándolo con tristeza. Un rato después, las arcadas habían cesado, Dongmin jaló de la cadena del escusado, limpió sus labios y miró a su pareja.

– Necesitas atención médica, Minnie.- lo atrajo a su cuerpo y un abrazo se formó, tratando de consolar al castaño.

– No lo creo, se quitará pronto.- murmuró contra el pecho del muchacho, él creía que sería algo pasajero, Bin no respondió mas sólo suspiró. Dongmin era algo difícil al hacerlo cambiar de decisión, no quería pelear.










Me disculpo por cualquier falta de ortografía y/o de redacción.

¡Muchísimas gracias por leer!

Quería agradecerles por sus visitas, comentarios y votos, ésta es la primera de mis historias que sube tan rápido de rankings. ♡

De igual manera, mis disculpas si este capítulo parece relleno. Mi cerebro se secó un poco. :'v

Nota: Jinwoo aparecerá pronto, al igual que Minhyuk. Sanha ya salió v:




— Lnrg.

La torta antes del recreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora