Lo que sea que sea esto.

Capitulo 21

Al otro día quería terminar con todo esto de una vez por todas, siendo sincera me vuelvo a sentir completamente cansada de este tipo de situaciones y no tengo un solo deseo de seguir con esta situación así que llamo a Bruno.

- ¡Ey Berna! - Me dice animada una voz por el otro lado de la línea.

-Te veo a las 4 - Finalizo la llamada y no le doy ningún tiempo de que me diga algo más.

Cuando llego a el restaurante Bruno ya está sentado en una de las mesas, en el instante en el que me ve entrar se levanta y recorre la silla que esta enfrente de el para que yo me pueda sentar.

-Hola Bruno - Digo sin ningún signo de emoción.

- ¿Hola Berna, pasa algo?

-Muchas cosas y en una de ellas estas involucrado.

-Para que soy bueno.

-Yo sé que, para muchas cosas, pero por ahora solo quiero que hablemos en serio.

-Claro dime, ¿Qué sucede?

-Mira te seré sincera estoy cansada de este tipo de situaciones estoy tan enfadada de estar metida en tanto drama que sobra un poco en mi vida, Bruno eres un chico muy lindo realmente pero no puedes seguir así, llevamos solo 4 días de conocernos y a todos lados quieres llevarme y no se no me gusta.

-Pensé que a las mujeres les gustaba ese tipo de gestos.

-Y sí que lo hacen, pero todo a su tiempo y he hablado con alguien y me ha dicho que tu pues no sé cómo decirlo pero que tu tiendes a ilusionarte rápido y la verdad es que lo único que yo te puedo ofrecer es una amistad eres muy lindo, pero... - Me interrumpe.

-Ber se perfecto que hablaste con Daniel, me lo ha dicho, pero creo que no puedes precipitarte de esta manera como dices tu llevamos solo cuatro días de conocernos, dame la oportunidad de demostrarte que te voy a hacer feliz y que no te vas a arrepentir de nada, es solo cosa de tiempo, te voy a hacer feliz.

-Lo siento Bruno, pero yo quiero ya a alguien y no puedo decirte que nos conozcamos o no de otra manera que no sea amistosa, porque eso sería ser muy poco leal a mis sentimientos.

-Entiendo, pero Berna no puedes decir que no podemos tener nada si no lo has experimentado.

-Bruno, por favor.

-Entiendo Berna, pero si decides tener algo en serio búscame, yo siempre estoy dispuesto a que me machaquen el corazón.

Después de ver a Bruno y platicar con el llego a mi departamento cercas de las 6 de la tarde y alguien esta recargado en la puerta de lo lejos no alcanzo a percibir quien es, pero cuando estoy frente a él puedo distinguir perfecto quien es.

-Hola Ber, te traje esto- Me dice extendiéndome una caja blanca un poco grande junto con un sobrecito blanco en la parte de encima- Espero que te guste, pensé en mandártelo, pero al final quise traerlo.

- ¿Quieres pasa? - Le digo emocionada e impaciente por saber que tiene adentro la caja la verdad es que me entusiasma un poco esta situación, la caja no es lo suficiente pesada, pero tampoco es completamente ligera.

-No, no solo venia de rápido, bueno llevo unos 20 minutos esperándote pensé en dejarla afuera pero no lo hice y bueno ya has llegado me voy - Se sonroja y me da un beso entre la mejilla y la comisura del labio para salir corriendo y en menos de lo que lo pienso desaparece de mi vista.

Intento abrir la puerta del departamento sin bajar la caja al suelo y sin recargarla en la puerta para evitar dañarla aunque sea solo un poco, la curiosidad me carcome, dejo la caja en la mesa, dejo el pequeño sobre aun lado de la caja, abro la caja tan despacio como si fuera a ser un explosivo, cuando abro la caja veo un montón de rosas blancas pintadas de azul uno podría pensar que se ven mal pero la verdad es que se ven tan hermosa que siento que el corazón se me sale del pecho, mis flores favoritas son los girasoles y las rosas blancas y mi color favorito es el color azul creo que pensó que era la mejor idea combinar dos de mis cosas favoritas en uno, recuerdo que deje la el sobre a lado y lo abro.

"Yo enamorándome de imperfecciones,

y tú, jodidamente imperfecta".

-Diego Bergasa.