2 Los derechos negados a la flor azul

879 87 0
                                    

-Hablando de Clarisse... He escuchado que últimamente está deprimida

Salina suspiro y me miro

-Eso se debe a que ha comprendido que no podrá heredar el trono bajo ninguna circunstancia. Ahora mismo está enfadada con su padre y conmigo por tenerla fuera del matrimonio

Aunque Clarisse era hija reconocida de la familia real y tenía el título de princesa había una gran diferencia entre una princesa legítima y una princesa bastarda.

Si fuera legitima y tuviera capacidad las leyes de este reino le permitirían gobernar. Pero al ser bastarda las anticuadas leyes impedían que tuviera derecho a heredar el titulo principal de su familia, pero si podría heredar alguno de los secundarios

-Debe estar muy furiosa

-Mas bien frustrada, espero que algún día comprenda el regalo que tiene al no estar atada por las mismas normas que la familia real

-Es una niña, ahora solo vera los derechos que le son negados

-Tienes razón, Erick y yo intentamos que tenga todos los derechos posibles, pero hay cosas que simplemente no podemos cambiar. Ser padres es muy duro

-Eso parece, espero poder experimentarlo pronto-mire a mi hermana con su suave sonrisa

Se había vuelto aun más hermosa tras ser madre. Su cuerpo había crecido y sus curvas habían aumentado. Su rostro había perdido cualquier aire infantil y ahora había en ella una hermosa juventud madura. La corona estaba sobre su cabeza y ella mantenía la espalda y los hombros erguidos para mantenerla en su posición

Definitivamente una mujer joven increíblemente hermosa, como una flor en su máximo esplendor.

-¿Andrew y tu aun no habéis hablado de tener hijos?

-Yo quiero, pero con nuestros horarios es casi imposible coincidir

-Tras traer a las niñas te daré una semana libre y a él también-mi hermana sonrió- Es normal que estéis alejados, pronto empezara el segundo juego

-¿La reina de los espíritus te ha dicho algo?

-Solo que para llegar al final feliz deberás elegir a Andrew

La puerta sonó como si estuviera por ser abierta y me levante a girar el manillar, quitando la magia de cierre e insonorización. Clarisse entro con un Efrion mimoso cogido de la mano

-Es hora de acostarle, madre, prometiste leernos un cuento

La sonrisa de Salina se hizo muy grande y cogió a su hijo más pequeño en brazos. El bebe abrazo su cuello con los brazos y dejo su cabeza en su hombro con un gesto cansado

-Por supuesto, ¿Continuamos más tarde?

-No será necesario-dije haciendo un gesto de despedida

-Muy bien, nos veremos pronto, hermana

El prado soñado de los sueños rotos [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora