El prado soñado de los sueños rotos [Terminada]

24 Es tiempo de llorar

Erick estaba sentado en el trono con la corona un poco torcida y expresión de cansancio

-Muy bien, podéis retiraros-dije- Preparad el transporte de las niñas y la reconstrucción de la residencia Leishenger. Además, hay que enviar a administradores reales a los territorios. Pero nos ocuparemos de esos asuntos por la mañana. Los duques eran buenas personas, amables con todos y un poco excéntricos. Esta noche lloraremos su perdida.

Los nobles presentes, los criados y los ministros asintieron antes de irse todos. Me acerque a mi esposo que seguía abatido en el trono

-Le vi la semana pasada, estábamos presumiendo de nuestras hijas-musito sin mirarme- Estudiamos juntos, me apoyo muchas veces,... Era un hombre rudo y gruñón, pero era un buen hombre

-Lo sé, lo sé...-le abrace con fuerza y una lagrima se deslizo por mi mejilla- Charlotte me vino a ver y me hablo sobre cómo estaban empezando a cultivar un viñedo. Dijo que la primera botella de vino seria para nosotros

-Las niñas... Me alegro tanto de que Annela y Claire estén bien

-Tenemos que ocuparnos de ellas. Cada una es la heredera de un ducado. Poseen un gran poder político y económico. No podemos separarlas y sería peligroso dejarlas al cuidado de otro duque

Erick me miro

-¿Hablas de adoptarlas?

-Ambas tienen menos de cinco años, no es la primera vez que se ha hecho cuando un duque quedaba huérfano a temprana edad.

-Pero entonces la monarquía tendrá un poder muy grande

-Podemos lidiar con eso diciendo que mi instinto maternal al estar embarazada me llevo a suplicar por las niñas-le mire- Se lo debemos a ese par.

-¿Y qué titulo le daremos a cada una?-Erick se echo hacia atrás- Los dos ducados son igual de poderosos y hasta este matrimonio estuvieron en conflicto.

-Annela tiene los ojos azul grisáceo y el pelo rubio como su padre. Claire tiene el pelo del color del chocolate con leche y los ojos azules como las turquesas, igual que su madre. Creo que podemos guiarnos por eso-le sonreí- Ahora están solas...

La historia del ducado Xavier y el ducado Leishenger estaba marcada por la enemistad y el odio. Grandes competidores y varias veces casi se habían diezmado entre ellos.

Hasta que el rey Efrion hizo un decreto, para cesar las hostilidades Charlotte Xavier y Erick Leishenger contraerían matrimonio para que las dos casas fueran hermanas. Charlotte y Erick se conocieron en un encuentro organizado por el príncipe Erick. Hijos de dos casas enemigas, habiendo oído a sus padre renegar del matrimonio durante años, incluso sin haberse conocido,... Fue verse y enamorarse

Erick se reía a carcajadas al contarme como su amigo de la infancia y su compañera de prácticas, que renegaban de conocerse, fue verse y ponerse los dos rojos como la grana y tímidos como recién nacidos. Erick solía renegar de los que poseían poco poder mágico, decía que eran inferiores, Charles no lo veía así, creía que todos éramos igual de importantes.

Charles fue de mis primeras maestras de etiqueta. Gracias a ella empecé a ganar confianza en mí misma, todo gracias a sus consejos.

Erick hizo algo por mi persona que jamás puede ser pagado. Me dio valor antes de mi presentación en sociedad

-Alza tu cabeza, aunque seas una discapacitada mágica, Su Alteza te ha aceptado. Así que nunca escuches las voces de los nobles que dicen que eres inferior en algún sentido

No podre compensároslo en esta vida, pero os aseguro que me asegurare de que vuestras niñas estén bien cuidadas