Te Amo-Capítulo 7

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Narrador Omnisciente

Las cosas entre Anastasia y Dimitri eran totalmente diferentes: ambos pasaban la mayor parte del tiempo juntos, conociéndose mejor, divirtiéndose. Pero si algo era completamente cierto era que Dimitri se enamoraba cada vez más de Anastasia, y se daba cuenta de que haberse casado con ella fue lo mejor la mejor decisión y que tendría a la perfecta compañera de vida.

Anastasia poco a poco había descubierto la verdadera naturaleza de Dimitri y quedó cautivada. Si bien aún no lo amaba al menos ya se sentía atraída por él, y sabía que dentro de muy poco estaría en su corazón.

Era una cálida tarde de Septiembre, el otoño ya había iniciado y el jardín estaba tapizado de hojas secas de tonos marrones, amarillos y rojizos.

-¡Esta vez no podrás vencerme!- gritó Christian blandiendo la espada de esgrima.

-¿Eso crees, Dartañán? - respondió Anastasia.

Christian hizo una maniobra que Anastasia esquivó, luego él volvió pero ella contraatacó. Lanzó la estocada perfecta en el estómago de Christian, este puso las manos y se fingió herido.

-Muero, tengan compasión y ayúdenme.

Tomó un puño de fresas, las apretó todas y luego se batió todo en el estómago para simular sangre; cayó en el pasto y estiró todas sus extremidades. Anastasia puso el pie, cubierto sólo con una media, sobre Christian y las manos en la cadera y alardeaba orgullosa de su triunfo. Dimitri y Carolina aplaudieron.

-No sabía que supieras esgrima.- dijo la esposa del actor.

-Mi padre me enseñó. ¿Jugamos de nuevo, Christian?

-Estoy muerto, no puedo.-Anastasia rió.

Dimitri se levantó y ofreció vino a su esposa, el cual no rechazó.

-¿Tú no quieres jugar conmigo?

-La esgrima no es muy de mi agrado, pero si quieres. - Dimitri tomó la espada de Christian - Aunque debo advertirte que no me dejaré ganar.

-Eso crees tú, pero no hay una sola persona en éste mundo que pueda vencerme.

Comenzaron su torneo y al primer movimiento Anastasia lo derribó.

-Te lo dije.

-Y no le tomó ni un minuto.-concluyó Christian.

El cielo adoptaba un color anaranjado, el crepúsculo estaba llegando.

-¿Tan rápido atardeció? Ni lo noté.-dijo Dimitri levantándose del pasto del jardín.-Ya deberíamos entrar; ésta noche quiero cenar a tiempo.

-¡El último que llegue se come las sobras del otro!- gritó Christian y empujó a Anastasia con todas sus fuerzas.

Él salió corriendo y ella detrás de él. Indudablemente, la rusa iba a ganar la carrera.

 Indudablemente, la rusa iba a ganar la carrera

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La Reina InfielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora