La Reina Infiel

"Déjalo"-Capítulo 12

Narra Dimitri

El cochero jura y perjura que Anastasia estuvo paseando, y no le preguntaré a la nodriza porque me mentirá también. De ahora en adelante pasaremos más tiempo juntos, aunque quiera su privacidad, así que después de hacerla llamar, viene la joven rubia del otro día.

-Elena, hace días me buscó para decirme algo que consideraba importante. ¿Puede decírmelo ahora?

-Alguien de la ciudad me dio una carta para que se la entregara a su majestad, la reina.

Sí, la carta de Esteban.

-¿Dijo su nombre?

-Sí pero no puedo recordarlo. Era algo con Ar...

-¿Sonaba alemán?

-No.

Entonces, Anastasia se ha visto con Esteban. Probablemente. Pero de todos modos, la información de la joven no me dice nada nuevo.

Narra Anastasia

-Tome nodriza, queme esta carta.

Acaba de llegarme una carta de Esteban, me dio el lugar exacto de nuestros futuros encuentros: una posada (sino recuerdo mal) también a las afueras de la ciudad. Nos veremos mañana en la noche, sé lo que haré para que Dimitri no se sorprenda porque quiera salir. 

-¿Sabes dónde está Catalina? Quiero hablar con ella.-interrumpe de la nada Dimitri en la habitación.

-Está descansando en su habitación.-le respondo, corro a él y pongo mis brazos al rededor de su cuello.-Haz estado muy raro, ¿qué tienes?-trata de alejarse de mi pero no lo permito.- Si es por lo de anoche te juro que no te miento.-y ahora lo suelto.

-Como digas. Me voy, cuando Catalina despierte te pido que me lo hagas saber.-va de regreso a la puerta.

-Dimitri.-me oigo a mi misma suplicante, patética-¿No confías en mí?

-Ya te dije que no, no insistas.

-Te pido que confíes en mi, porque te amo.-le doy un beso y parece extrañado, como librando una pelea consigo mismo.-Quédate conmigo.

Sus bellos ojos verdes recorren lentamente la habitación hasta que finalmete topan con mis ojos; asiente con inseguridad, como si necesitara algo más apara estar seguro. 

-¿Me ayudas con el vestido?

Empieza a desamarrar los listones del corsé y poco a poco siento que se afloja, hasta que tengo que sostenerlo para no dejar todo al descubierto. Sus dedos tibios recorren torpemente mi espalda y sus labios se posan suavemente, como una mariposa, sobre mi cuello. Y como si leyera mi mente, sigue con lo que resta de mi vestimenta y después, los dos nos dedicamos a la suya.

Narra Dimitri

Al día siguiente

Sí, me dejé llevar por el deseo. Quería mantener mi distancia un tiempo, mientras descubra su trampa pero sabe manipularme bien, y no creo ser el único que cae fácilmente con ella.

-El padre de Alexis Kosnichef murió hace poco, ¿recuerdas a ese jóven? Dimitri, él nos pidió matrimonio a ambas, ¡y el mismo mes! Era un descarato totalmente.-habla Catalina mientras comemos.

-¿Y ya se casó?Me sorprendería si alguien lo aceptase.-responde Anastasia, evidentemente emocionada por estar al corriente de lo que pasa en Rusia.

-Sí, se casó con Daría Alexandrovna en vísperas de Navidad; ¡quién diría que esa muchacha iba a tener tan mala suerte! Y la hija del duque Constantino Dimitrievitch hace poco se casó porque estaba embarazada del conde Sasha Arcadietevich, el hermano de Esteban, ¿lo recuerdas?