37. Decisiones

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Narra Fede

Mathi y Sebas ya habían pasado. Sebas prácticamente entró, me saludó y salió. Ahora estaba esperando a Nicole.

La verdad no entendía que estaba pasando. Recordaba perfectamente todo, pero no entendía que pasaba conmigo. ¿Por qué no me sentía fuerte.

A ver si me explico, intentaba levantar un brazo y, por más que podía hacerlo, me sentía increíblemente débil. Me sentía impotente. ¿Cómo podía cuidar a las personas que quiero si no podía cuidarme a mí siquiera?

En eso entra Nic, con los ojos llorosos.

—Mi amor... —Susurró. Y luego entró corriendo y me abrazó.

Yo correspondí su abrazo, y por más que no quería que me viera mal, no pude evitar soltar algunas lágrimas. ¿Que si ella no me encontraba en la piscina? Ahora no estaría aquí...

—Gracias. —Susurré en su oído.

Nic se separó un poco y me miró extrañada.

—¿Por qué? —Preguntó, mientras se secaba una lágrima.

—Me contaron por ahí que vos me sacaste. —Dije, intentando sonreír.

Nic asintió sonriendo.

—No hay nada que agradecer —Dijo ella—. ¿Cómo te sientes?

Se puso sería de repente.

—No lo sé... —Dije suspirando. Quería contarle, pero no sabía cómo— Osea, no me siento mal. Pero me siento... Inútil. Siento que fallé, quiero decir: Si no puedo cuidarme yo, ¿Cómo voy a poder cuidarte a vos, a Mathi, a Sebas, e incluso a Agus?

Nic me miró tierna.

—Amor, siempre nos has cuidado. Y no importa de qué manera, siempre has encontrado la forma de acompañarnos. A mí me ayudas simplemente estando al lado mío. A Mathi lo ayudas cuándo te necesita con Agus, cuando editas los vlogs, cuando grabas con él. Ayudas de muchas maneras. Hoy, yo no estaría como estoy y dónde estoy, si no fuera por tí. Y Mathi igual. A Agus la ayudas cuándo necesitas ayuda con Mathi, cuando organizan bromas, cuando necesita hablar con alguien, ella confía en tí. Tú ayudas, Amor. Incluso ahora, estás cuidandonos y ni siquiera lo sabes.

Yo tenía lágrimas en los ojos.

—¿Y cómo puedo confiar en que no me lo decís solo porque estoy enfermo? —Pregunté.

—Niño, no estás enfermo. Necesitas cariño, y mimos —Dijo Nic sonriendo. Le devolví la sonrisa—. Además, yo jamás te mentiría.

En eso tenía razón.

—Bien. Entonces... ¿No te doy asco, acá acostado, en estado deplorable? —Pregunté, alzando las cejas. Nic rió.

—Nop, al contrario. Me das ternura, bebé —Dijo, y luego me dió un beso. Yo la seguí, y ella sonrió en medio—. Te amo —Dijo, cortando el contacto—, y no importa en qué circunstancias estés, yo estaré ahí para ti. Lo prometo.

Yo la abrecé y le hice un espacio para que se acostara conmigo en la cama.

—Yo igual, amor. —Fue lo último que dije. Y luego nos quedamos dormidos, abrazados, y juntos.

Narra Santi

Luego de que se fueran los chicos, bajé a mí habitación, me sentía mareado, sin fuerzas. Decidí salir a tomar aire fresco, pero la molestia se hizo peor. Era como si el mundo girará a mí alrededor.

Decidí volver a la habitación, e intentar comunicarme con Nicole.

Decidí volver a la habitación, e intentar comunicarme con Nicole

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No pude seguir la charla. De un momento a otro mis manos ya no sostenían el teléfono, y mis ojos ya no veían los mensajes. Caí del colchón en el que estaba sentado al piso y todo se apagó.

Narra Nic

Habíamos dormido un rato con Fede, y más o menos media hora después nos despertamos. Estuvimos hablando y el me contó cómo fue toda la pelea con Santi. Las cosas que dijo... No podía creerlo. ¿Qué coño le pasaba a mí mejor amigo? Cuando volviéramos a la casa hablaría seriamente con el.

Luego de unos diez minutos entró Agustina a la habitación.

—Nic...—Dijo, entrando lento—El horario de visitas finalizó, nos tenemos que ir.

Yo miré a Fede que me miró triste.

—Andá, mañana te espero. —Dijo, fingiendo una sonrisa.

Yo hice una mueca triste.

—No quiero irme...—Me quejé triste—¿No hay manera de que me pueda quedar?

Agus negó.

—Vine yo para que no te sacará la enfermera, pero si no nos vamos se van a enojar.—Yo asentí y me despedí de Fede con un beso.

—Te amo —Beso—. Mañana —Beso—. Vengo —Beso—. A verte. —Beso. El me sonrió y asintió.

—Yo también te amo. Cuidá a Sebitas por mí —Ambos reímos—. Chau hermosa.

Eso fue lo último que dijo, y así me retiré. No quería irme, pero estaba feliz de verlo mejor.

—Le haces muy bien a Fede, Nic. —Dijo Agustina, sacándome de mis pensamientos.

—El me hace bien a mí. Yo intento devolver lo mejor. —Dije sonriendo.

Ella sonrió.

—Antes de que aparecieras Fede estaba bastante caído. El se dedicaba a sonreír para el vlog, editar y dormir. A veces ni comía. Sos lo más sano que hay en su vida actualmente —Agustina me estaba mirando un poco más seria. Yo no sabía que eso pasaba cuando yo todavía no estaba. Según yo, Fede vivía al máximo. Más encima, cuando me enteré de los vlogs, y como se veía en ellos. Supongo que a veces la gente pretenda estar mejor de lo que realmente está, para no preocuparme al resto—. Yo sé que te sonara raro, pero cuidalo. Porque el, además de ser el mejor amigo de la persona que amo, es mí amigo. Y se nota lo mucho que te aprecia, y cuando está con vos es imposible no notar que está feliz. No quiero que eso desaparezca, verlo feliz a Fede nos transmite alegría a todos los del Team.

Nunca me había puesto a pensar en eso. Jamás imaginé ser tan importante en la vida de nadie.

—Yo nunca lo voy a lastimar —Aseguré—. Y si algún día lo hago, prometeme que me harás entrar en razón.

Agus asintió y me abrazó.

—Vamos, los chicos nos esperan. —Asentí y fuimos juntas a donde estaban Mathi y Sebas.

—Vam... —Mathi estaba por decir algo, pero lo interrumpió el sonido de la notificación de mí teléfono.

Miré y mí cara cambió completamente. Era Santi. No sabía realmente si quería hablar con el, pero me llamó la atención su mensaje.

—¿Por qué esa cara? —Preguntó Agus, acercando su cara a mí celular— ¿Quién es?

—Santi. —Ella se puso igual, o incluso más seria que yo.

—¿Qué dice? —Preguntó Mathi, también serio.

¿Porque ellos así?

—¿De que me perdí? —Le pregunté a los chicos.

—Más tarde te cuento —Dijo Agus—. ¿Que dice?

Yo la miré extrañada, pero volví la vista al celular.

—Dice que está mareado —Dije frunciendo el ceño—. Que no puede moverse.

—¿No es eso lo que le pasó a Fede? —Preguntó Sebas, extrañado.

Yo asentí. Seguí escribiéndole a Santi, pero no contestaban.

—Haganme un favor, vayan a la casa y fíjense que Santi esté bien, tengo que hablar con los médicos. —Mathi y Sebas asintieron, y comenzaron a caminar hacia la puerta, pero Agus se quedó conmigo.

—Yo me quedo acá, no te voy a dejar sola. —Mathi la miró y luego asintió.

—Bien, vamos.

WUUUU ¿Que habrá pensado Nic? 7w7

Espero que les haya gustado. ¡Voten! Hoy o mañana subo otro.

Chaoo ♥️

Mi Más Esperada Casualidad ~Fedecole~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora