Capítulo 4: Conociendo a Damon

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Unos días después...

Luego de un ajetreado día de escuela, nos dirigimos a casa. Stefan y yo vamos riéndonos, como si de dos hienas se tratara "literalmente".

— En serio, Freya... hubieras visto la cara de Max cuando le cayó encima el globo, pensó que solo era otro más con agua, pero no... ¡Estaba lleno de pintura!, nadie sabe como paso... bueno sí, Victoria dice que fue ella y que era porque se las debía...

— Ay Stefan, entre Max y Victoria siempre ha habido un especie de "amor-odio" —digo haciendo comillas con mis dedos y riéndome a la vez del asunto.

A los lejos, después de desviar mi mirada un poco de mi amigo, diviso como Damon conversa con una de las profesoras que nos da clases. Me molesta, no me mal entiendan, no son celos, Damon no es nada mío; pero ella siempre anda de zalamera con todos los recién llegados, hasta los estudiantes, y eso, ya da mucho que decir de ella. Su nombre es Rebekah Mikaelson, rubia de ojos claros, piel blanca... pero un fastidio, puede fingir todo lo que quiera con Damon, pero todos en la escuela sabemos muy bien quien es ella.

— Freya...— me llama entre divertido y enojado mi amigo.

— Oh perdón, ¿qué decías? —digo, volviendo mi rostro hacia Stefan.

Realmente me ha avergonzado dejarlo hablando solo. Rebekah se marcha, un poco fastidiada al parecer y deja por fin en paz al mayor de los Salvatore.
Dejo de mirarlo y fijo mi atención solo en Stefan, como debió de ser en un principio.

— Te decía, que si no crees que deberíamos asistir al baile, juntos... ya sabes, es nuestro último año...— esto último lo dice un poco sonrojado y casi susurrando, me contengo para no morir de ternura. Se que mi mejor amigo siempre piensa en todo y por eso lo adoro y quiero tanto.

— Claro, iremos juntos como los mejores amigos que somos— le digo, sonriendo sincera y guiñándole un ojo. El se ríe por lo bajo y dice:- Justo en la friendzone, Freya, no dejaré pasar esto por alto...

Los dos nos reímos de su broma y puedo notar una tercera risa y creo saber quien es. Volteo y me doy cuenta de que mis sospechas son ciertas: Damon.

— ¿Chicos van para la casa?, porque si quieren, les puedo dar el aventón.

Los dos nos miramos y le decimos que sí, el hace un comentario chistoso ante nuestra comunicación silenciosa diciendo algo sobre "ahora estos dos se creen gemelos con conexión especial telepática", solo sé que me da gracia y río.

Al llegar, entro a casa, saludo a Jeremy, Papá y Mamá. Subo a mi cuarto y en eso siento como vibra mi celular, me ha llegado un mensaje de Stefan

Mejor amigo🐝: Ey, Freya, mi familia quiere hacer una cena familiar y querían que te preguntáse si querías venir y compartir con nosotros, ya sabes así de paso conoces a Damon un poco más...

Se por donde va esto, Stefan es un tonto. Se que en estos días que han yendo pasando, le he puesto mucha atención a su hermano, pero solo es curiosidad por él, por su manera extraña y demasiado amable de ser, es como si ocultara algo...

Freya🍀: serás tonto Stefan, dejate de sisañas. Y... ¿Solo estoy invitada yo?

Mejor amigo🐝: Claro que no, obvio cuando digo que te invitan, es a ti y a los demás Mills en tu casa, tontita Freya.

A la final mis padres no pueden ir porque tienen turno nocturno (si, trabajan de Doctor y Enfermera en el hospital de MysticFalls) y Jeremy se excusa diciendo que tiene que estudiar (en realidad se que no quiere ir, ya que si papá y mamá no van, él no se siente en obligación de ir, aunque nos hayan invitado a todos).

Me visto con un traje que hace mucho tenía guardado (no soy de salir mucho a fiestas) y me lo pongo.

Llego a la casa, toco y me sorprendo al ver que no es mi mejor amigo quien abre.

Damon aún no había volteado, pero cuando lo hace para ver quien llamo a la puerta, observo su reaccion: primero sorprendido y luego recupera la calma que es tan propia de él. Quizás le parecí linda

Si claro Freya, obvio Damon va a pensar eso, solo eres una niña ante sus ojos y la mejor amiga de su "hermanito".

Por una vez en mi vida, creo que pienso igual que mi conciencia, no puedo ser tan vanidosa.

— Freya, que guapa te ves, pasa. Mi padre y Stefan están ya poniendo los últimos platos en la mesa y mamá terminando de hacer el postre —dice con su típica sonrisa de lado.

Paso y los veo a todos los demás y los saludo, me excuso por mi familia y doy las razones por las cuales no pudieron venir. La señora Salvatore me dijo que perdiera cuidado.

La velada pasa magnífica, Damon habla sobre sus travesías cuando se fue a estudiar lejos, todo lo genial que la pasó por allá y otras tantas cosas. Todos reímos por sus chistes ocasionales. Al final de todo, hay algo que me deja un poco pensativa: su mirada, de manera discreta a veces se posa en mi y luego desvía rapidamente para seguir con sus anéctotas, pero fue lo mismo que sentí cuando iba entrado a la casa y después de que me abrió la puerta: su mirada clavada en mí.

_____________minutos más tarde...

Me excuso diciendo que necesito ir al baño. De regreso hacia el comedor, me quedo viendo unas fotos del pasillo, específicamente cuadros colgados en la pared. Y uno en especial  capta mi atención: una niña de largos cabellos rubios con una dulce sonrisa, junto a Damon y Stefan, los dos abrazados por el mayor y viceversa... mi mejor amigo y yo debemos tener como unos 4 años y Damon unos 12.

— Por si te lo preguntas, somos nosotros 3 de niños, Stefan, tú y yo. —dice una voz de la nada y me toma desprevenida y pego un salto, debido a la sorpresa de escuchar su voz.

— Perdón por asustarte. —dice divertido y lo miro enojada, lo cual parece hacerle gracia y que suelte una suave y dulce risa y con la manos en alto, en señal de disculpa.- De verdad, lo siento, pero te ví tan concentrada viendo la fotografía, que no pude resistirme a explicarte, ya que pareces confusa...

— La verdad es que no recuerdo mucho, ya que de niños Stefan y yo convivíamos más entre nosotros que contigo, Damon.—digo un poco cohibida al sentirme obsevada por esa mirada zafiro.

Damon me explica, que quizás es porque de bebés (Stefan y yo) éramos apegados a el debido a nuestra tierna edad. Pero que eso cambio cuando el empezo a ir a campamentos relacionados con lo que sería su futura profesión y máxima pasión: la música y el baile. Stefan y yo entramos a la secundaria y años después, él se fue a estudiar a la universidad.

De repente, de mis labios sale una pregunta, que quizás me haga arrepentirme de todo... ya que sospecho que así fue que inicio todo mi futuro caos.

— ¿Por qué me miras tanto y de esa manera, Damon? —le digo y justo me sonrojo, arrepietiendóme de lo que acabo de decir.

Damon sonríe y agacha la mirada.

— Soy así Freya, me gusta observar a las personas cuando hablo con ellas, pero si te refieres a porque lo hago contigo, solo te dire que me causas curiosidad, Freya Mills.

Y, con esto, pone un dedo bajo mi barbilla, haciéndome alzar la vista y enfrentar la suya; y así, sin más, me sonríe como si fuera una despedida y se va por el pasillo, dejándome sonrojada, con dudas por todo lo que dijo y con un cosquilleo bajo mi mentón y entre mis costillas.

Freya: "Entre Música Y Amoríos"© Fanfic Story✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora