Freya, es una chica dulce con una hermosa familia, hasta que esa fachada se derrumba.
Su vida tendrá muchos cambios, entre ellos un triángulo amoroso cuando el guapo hermano de su mejor amigo regrese al pueblo como profesor de artes escénicas.
Frey...
Me siento adolorida. Anoche lo único que hicimos fue bailar y bailar. Bonnie se divirtió mucho con Enzo. Nos sacamos muchas fotos con los teléfonos y se las pasamos a Car. Ella estaba contenta de que nos la pasáramos tan bien. Pero ahora me sentía como si tuviera una resaca corporal. En eso se abre la puerta y Jeremy brinca sobre mí.
—¡Arriba, bella durmiente! —grita el muy cretino. A veces no lo soporto, aunque sea mi único hermano querido.
—Vamos, Jer... me siento sumamente cansada.
—Pero abajo llego un paquete para ti. —y es lo único que hace falta que el diga, para que yo me siente repentinamente en la cama. Me le quedo mirando, en búsqueda de algún indicio de que me esté mintiendo. Él me mira fijamente, sin alterar su mirada.
Yo decido bajar corriendo e ir a ver de que se trata. Llego a la sala y hay una caja una mediana, forrada con papel regalo. Me siento ansiosa por algún motivo.
—¿Cuándo dices que llego esto? —le pregunto a mi hermano. Él responde.
—No te lo dije. Acabo de encontrarla.
Decido abrirla. Cuando al fin lo hago, me quedo impactada por lo que veo adentro. Se trata de una pequeña cobija junto con un peluche. De repente, siento que me duele la cabeza. Siento leves punzadas en la cien. Todo se pone negro y me dejo ir. Lo último que escucho es la voz de Jeremy, llamando a gritos a nuestros padres.
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STEFAN
Estoy en la sala de la casa. Hoy Stella no está en la casa. Estoy sumamente feliz de que ella y yo nos hayamos vuelto más unidos, pero es irónico que ha pasado todo lo contrario con Damon. Cada día que pasa, nos hemos vuelto más distantes. Todo porque nos enamoramos de la misma chica. Sé que el no lo quiere admitir, pero es así.
Hablando del diablo, el se aparece por la sala, y pasa ala cocina. Supongo que va a prepararse algo para el almuerzo. En eso, vibra mi celular. Es el número de Jeremy. Que raro, el casi nunca me llama. Solo nos mensajeamos para planear reunirnos a hablar sobre cómics y anime.
Presiono en contestar.
—¿Hola?
—Stefan, ven rápido al hospital. Es Freya.
Dejo de respirar. Algo le ha pasado a Freya. Reacciono inmediatamente.
—Está bien. Mándame por mensaje de texto el cuarto en el que está. Voy para allá.
Me calzo unas zapatillas y corro de un lado para otro, buscando las llaves y mi chaqueta.
Damon nota mi alteración, porque se acerca mí y me detiene.
—¿Qué pasa? ¿por qué te veo con tanto desasosiego? —me pregunta. Yo decido contestarle, después de todo el también quiere a Freya.
—Es Freya. Se encuentra en el hospital, acompáñame.
