"Y a este que bicho le pico", me dije. Quizás se me paso la mano con lo del juego, pero creo que no nos escribimos nada del otro mundo. Saque mi celular para revisar loa textos y nada, no había algo fuera de lugar. Luego lo guardo y cuando volteo, Damon está mírandome con una sonrisa de oreja a oreja.
— Te asusté ¿eh?— me dice el muy idiota. Ja, ja... que gracioso Damon. Yo solo pude poner una expresión de "en serio".
— Vaya, ¿esa es tu idea de una broma? Ahorratela en estos momentos, no estoy de humor para tus chorra...
— ¡Ey, calma fierecilla!— dice el muy idiota, riéndose. Vamos, perdónale Freya, no ha sido más que una bromita. Suspiro. Quizás sobre reaccione un poco.— Solo era para sacarte de esa tensión en la que estás, un susto no hace daño.
— Pues eso funciona con el hipo, quizás deberías probar con algo diferente la próxima vez.— resolví.
— Ya, lo capto. No estás de humor.— reponde, ya un poco más serio.
— Verás... quizás ni debería de contártelo, pero ese que vino es mi ex novio, — con el rabillo del ojo, mientras el ojizarco sigue conduciendo, logro captar que enarca las cejas. Bueno, es una reacción normal.— y resulta que ahora está con la que una vez fue mi mejor amiga... ¡Ah, que más da! El tipo me puso los cuernos con ella y siguen de novios actualmente.— de pronto Damon pega un frenazo. Solo lo resiento un poco. Gracias a Dios por mi costumbre de siempre ponerme el cinturón de seguridad. Volteo a verle y noto que está estupefacto. Vaya, eso es una novedad.
Me voltea a ver un segundo, para después continuar conduciendo. Al parecer, Matt se dio cuenta de nuestro problemilla; porque se acerca en reversa.
— ¿Les pasó algo, chicos?— nos pregunta. Yo le niego y respondo que todo está bien, en vista de que Damon parece no haberse repuesto del shock de mi monólogo. Matt sigue y Damon vuelve a la carga.
— Bien, no diré que no me dejo pasmado todo lo que soltaste, cual carretilla loma abajo sin nada que la detenga.— dice algo irónico.— Pero supongo que eso fue hace mucho, y por eso vas a ver a tu amiga...
— En realidad se está muriendo, quiere mi perdón y yo no pienso negárselo...— digo más para mí, que para él.— Le voy a demostrar que soy mejor persona de lo que ella fue. Además, ¿cómo puedes negarle una última voluntad a alguien que poco a poco se está yendo?— en eso rompo en llanto. Siento su mano por un momento, sobre mi mejilla; esto solo hace que mi llanto se profundice. En verdad me duele que Caroline esté terminando así su vida, cuando ella siempre fue tan alegre. Damon no sabe que decir, pero la agradezco que esté aquí conmigo y para mí.
Diez minutos más tarde, llegamos al lugar donde se encuentra el hospital. Bajamos del coche, Matt nos espera y entramos los tres al hospital. El se anuncia en recepción y le dicen que podemos pasar, pero de dos en dos. Damon le hace ver a la enfermera que el solo viene acompañándome, entonces nos cede el paso al cuarto de mi ex mejor amiga.
Voy por el pasillo y tengo miedo. Pareciera que me fueran a poner en el banquillo de los acusados. Llegamos a la puerta y Matt entra primero, vacilo y Damon solo dice:
— Ve. Yo te estaré esperando aquí afuera.— Yo solo asiento y sigo el camino dentro de la habitación. La puerta se cierra suavemente tras de mí y veo hacia delante. Matt sostiene la mano de mi amiga y sí; digo amiga porque en el fondo, nunca dejé de quererla. Me acerco y ella al verme, aspira aire asustada.
— Tranquila cariño.— le dice Matt, tratando de calmarla— Freya está aquí para hablar contigo, tal como querías...
— ¡Matt!, ¡yo nunca te pedí esto! Sabes bien... que ya no quiero causarle dolor a Freya, suficiente le hicimos ya en el pasado.— dice con voz rota y las lágrimas que se desbordan de sus ojos zafiro.
— Caroline...— susurra Matt, un poco consternado por la actitud de la ojizarca. Yo solo atino a acercarme del todo a la cama y pongo una mano sobre la de él.
— Vamos, que estoy aquí, no hablen como sí no.— les sonrío. Caroline me mira triste, pero yo volteo mi mirada al rubio.— ¿Crees que podrías dejarnos un momento a solas?— le pido. El se queda pensativo, pero al final asiente y sale de la habitación. Yo me subo un poco a la cama y me acuesto en la orilla. Tomo una mano de Car entre las mías. La siento frágil, fría, seca. Se me achica el corazón, y hago un esfuerzo grande por no llorar. Esa no es la vivaz y fuerte muchacha que fue mi amiga por tantos años, es un despojo de lo que apenas fue. La vida puede tratarnos, tan mal a veces...
— Freya, yo...
— Ssht, calla. Seré yo la que hable.— ella solo acata a hacer el gesto obstinado que siempre hacía, cada vez que yo la callaba cuando hacía alborotos en el pasado. Sonrío, nostálgica.— Car, Matt me hablo de tu enfermedad y de que necesitabas mi perdón.
— Freya, en verdad lo siento.— murmura la chica.— De verdad, yo quería disculparme, pero Matt me dijo que era mejor esperar a que todo se calmara y pasara un tiempo. Para cuando estaba pensando hacerlo, a mis padres le salió una oportunidad de trabajo y nos tuvimos que mudar. Trate de llamarte, pero al parecer cambiaste tu número.— sonríe triste, por fin levantando la vista y atreviéndose a mirarme a los ojos.— Obvio lo harías, no querías saber de nosotros. Y te comprendo. Yo solo te pido perdón, por enamorarme de Matt y no haber luchado de manera limpia por su amor. Yo le dije, Freya. Le dije que si en verdad quería algo conmigo, primero aclarara las cosas contigo. Que te dejara y todo resuelto...
Yo veo a mi amiga pedirme perdón, y en verdad me siento liberada. Mas que sentirme mal por Matt, era a Caroline a quien sentí que perdí. ¿Por qué nunca me dijo que amaba a Matt? ¿Qué hizo que no tuviera confianza con quién prácticamente era su hermana de crianza? Nos habíamos distanciado hace mucho y no lo notamos. Me acerco y la abrazo, ella rompe en llanto; yo solo dejo salir las lágrimas de manera silenciosa.
— Yo te perdoné hace mucho, Carrie.— le decíamos así cariño, Bonnie, Jeremy y yo a Caroline. Era nuestra pequeña broma, haciendo alusión a la obra homónima de Stephen King.
— Freya, te quiero mucho.
— Yo también Caroline, te quiero más y te perdono por todo.
Nos miramos y sonreímos al abrazarnos de nuevo.
— Te extrañe, Caroline.
— Yo también.Buenos días mis amores, me siento realmente inspirada estos días. Espero poder seguir desarrollando mis historias y hacerlas crecer. ¿Creen que Caroline merecía el perdón de Freya?🤔
Lo que si nos queda claro, es que ambas se adoran😢.
Los siguientes capítulos, serán desde la pespectiva de otros personajes.😊
No olviden dejae sus estrellitas 🌟 y comentarios. Saludos, mis amores❤😘
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Freya: "Entre Música Y Amoríos"© Fanfic Story✓
FanficFreya, es una chica dulce con una hermosa familia, hasta que esa fachada se derrumba. Su vida tendrá muchos cambios, entre ellos un triángulo amoroso cuando el guapo hermano de su mejor amigo regrese al pueblo como profesor de artes escénicas. Frey...