Freya, es una chica dulce con una hermosa familia, hasta que esa fachada se derrumba.
Su vida tendrá muchos cambios, entre ellos un triángulo amoroso cuando el guapo hermano de su mejor amigo regrese al pueblo como profesor de artes escénicas.
Frey...
Ya es una nueva semana. Freya se recuperó se su golpe y ya está asistiendo a clases normalmente. Papá y mamá parecen aún estar un poco distanciados. Stefan y yo estamos nerviosos. Queremos conocer a Stella, nuestra media hermana.
Falta unas pocas semanas para el cumpleaños de la mejor amiga de mi hermano. Él está contento con la planeación de este y también, con conocer a Stella. Según tengo entendido, mañana vendrá a nuestra casa.
Estoy ya en el salón de profesores, en eso aparece Rebekah.
— Buenos días, Damon. — me dice la rubia, sonriendo coquetamente.
Yo solo le sonrío y contesto el saludo. No estoy para sus cosas en este momento. Me dirijo al salón de clases.
Entro al salón y veo a todos los alumnos cuchicheando, pero en cuanto me ven entrar ocupan sus lugares.
El día se pasa demasiado rápido. Los chicos están contentos entre lo del baile y demás, pesar de que falta mucho para el mismo. Cuando estoy a punto de salir, vuelvo a cruzarme con Rebekah.
— ¿Qué necesita, profesora Mikaelson?— le pregunto si mirarla directamente a los ojos, mientras rebusco un documento dentro de mi portafolio. Siento que su mano se desliza suavemente por mi brazo.
Oh no, ya estamos con eso...
Interrumpo bruscamente mi búsqueda del documento y sujeto su mano. Ella y yo tuvimos una historia en nuestra juventud. Yo era el típico chico popular en el colegio y ella no solo fue popular y porrista, sino la mejor de su clase. Jamás entenderé, por qué terminó como una profesora en este lugar y no en la NASA o escribiendo artículos sobre algún descubrimiento científico.
— Rebekah, yo no creo que sea momento y lugar para esto.— le digo. Ella se relame su labio inferior, mientras baja su mano.
— Lo sé. Es solo que... Te extraño ¿Sabes? ¿Te parecería bien salir esta noche a cenar?— pregunta. Yo me quedo un poco sorprendido. Ella es hermosa y no le falta pretendientes ¿Para qué obsesionarse tanto con respecto a mí? Decido aceptar su invitación. Entre más pronto zanje el asunto, mejor.
— Está bien Rebekah, está noche. ¿A las 7:00 p.m. te parece bien?
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FREYA
Los días pasados, en los cuales estuve como dos días hospitalizada, aproveché para visitar a Caroline. Estábamos en el mismo hospital. Aproveché para hablarle de mi vida amorosa. Por lado Damon, su madurez y esa sensación de nostalgia que me provoca a veces. Y Stefan, mi mejor amigo de toda la vida, con quién he compartido casi toda mi vida. ¿A quien debería elegir? Recuerdo aún lo que me comentó.
Flashback
Caroline estaba riendo por algunas de mis desgracias amarosas.
