El reto del escritor.

Un relato con una canción o poema como tema central de tu texto

"Por mucho que te ame, no te quiero en mi linea sanguínea. 

Puede que seas muy apuesto, puede que seas muy honesto, puede que seas como nadie a sido conmigo, pero aún así, no te quiero en mi línea sanguínea. 

Aunque  sé que no eres lo mejor para mí, eres tú el que está en mi mente.No puedo dejar de pensarte, pero aún así, no te quiero en mi línea sanguínea. ¿Por qué simplemente no seguimos mintiéndonos como si de verdad nos amamos cuando en realidad no estamos haciendo más que engañar a las personas aparentando algo que no somos?

Sí, bueno, No hay necesidad de disculparse, sólo termina con esta mierda. "

Fueron las palabras que Eva le dejó a Gustavo cuando decidió terminarlo. La carta estaba encima de la mesa en un sobre tan negro como el abismo de dolor que se había formado en el corazón  de él al leer el contenido del mensaje. 

Sí, le dolía demasiado, Eva había sido su novia por más de 5 años y aunque a todos les sorprendía, él ya tenía planes de boda; pero al parecer, ella no. 

Pero aún así, la entendía. Él no había sido el mejor novio del mundo, pero no entendía porqué ella había decidido simplemente irse; sin embargo, si se ponía a pensarlo bien, podría recordar las veces que él le fue infiel con chicas diferentes o las mentiras que le había dicho para que no lo fuera a ver al trabajo, o para que simple y sencillamente lo dejara en paz por unos  días. 

Si lo ponía desde esa perspectiva, se daba cuanta que era alguien tóxico, lo que le dolía aún más porque era él quien había fallado y no ella. No permitiría que las cosas se quedaran así, tomó su teléfono y marcó el número de Eva. Simplemente ella no contestó. Volvió a intentarlo.

 Nada. 

Un suspiro de frustación salió de él, después de unos minutos, lo volvió a intentar, esta vez, logró tener éxito. 

─¿Gustavo? ─El melodioso sonido de la voz de Eva hizo latir a mil por hora el corazón de Gustavo, sentía las manos temblar, ya no sabía qué decir ─Gustavo... ¿qué quieres? ¿Por qué me hablas tanto?

─Yo... leí... tu carta...

─¿Mi carta? ¿Cuál carta?

─La carta que dejaste sobre la mesa, en la que decidiste que era mejor terminarme.

─¿Terminarte?

─Sí, decía algo así como que no me quieres en tu línea sanguínea, y que sólo fingimos nuestro amor; Eva, yo te amo, sé que te fui infiel con tu mejor amiga, pero te pedí perdón por eso, sé también que me acosté con tu prima, pero sólo fue una vez, además nunca volví a hablarle, además, yo...

─¡Tranquilo, tranquilo! ─Eva lo interrumpió, acompañó su acción con una de las tantas pequeñas risas que volvían loco al hombre ─ ¿Estaba en un sobre negro?

─Ajá, sí, esa. ─La risa al otro lado del teléfono hizo enfadar por un momento a Gustavo, ¿acaso ella no comprendía lo mal que lo hacía sentir que lo haya terminado? ─¿Qué te causa tanta gracia? Me siento realmente mal, no puedo creer que me terminaras, si yo te amo, creí que habíamos arreglado nuestros problemas ─Nuevamente se rió de él─ ¡Eva por favor, esto me duele mucho!

─Gustavo, mi amor, no puedo evitar reírme de ti; esa carta no era para ti, es más, ¡Ni siquiera es una carta!

─¿Qué?

─Sí, es en realidad mi pequeño escrito para ayudarme a guiar la nueva historia que estoy escribiendo, se supone que tiene que ser un relato con una canción o poema como tema central del texto y entonces yo elegí la canción Bloodline de Ariana Grande, que precisamente trata de una chica que simplemente quiere a alguien para andar por un tiempo, pero que en realidad no quiere pasar toda su vida con esa persona. No puedo creer que hayas pensado que eso era para ti, porque por supuesto que yo quiero pasar mi vida a tu lado.

─ Dios mío, que sustazo me has pegado, Eva. Nunca vuelvas a hacer eso. 

─Por supuesto que no te dejaría por medio de una carta, sino que te lo diría en persona. Por cierto, es en serio que te amo, corazón. 

─Yo igual te amo.

─Y ahora, tengo que colgar, acaba de llegar un paciente que tiene una botella insertada debajo de una de sus axilas, no sé cómo carajo le pasó; nos vemos corazón 

Pronto, el sonido que anunciaba el final de  la llamada había terminado, así como el temor de Gustavo de perder a la única mujer que le soporta sus infidelidades.