-Buenos días-
Saludo a mi reciente invitada, Siohban, a la que ahora tenía amordazada, que por supuesto me miraba con odio, era divertido, verla de esta manera, aun conservando su presunción, cuando estaba a pocas horas de ayudar a mi alimentación, eran las seis de la mañana, debía prepararme para ir a trabajar, y tendría la maravillosa oportunidad de ver a Kara, al dejarle a mi querido Mini Twist. Encendí la luz y disfruté su expresión llena de terror, miedo, pánico, creyendo que estaría con las demás, pero no, no valía la pena, de la mesa, cerca de la ventana circular el ático, agarré un cuchillo, acercándome con lentitud, deslizando el filo por sus mejillas, hasta llegar a sus senos.
-¿Sabes?, he leído tanto sobre ti en los diarios que, me repugna haberte elegido, aunque espero tengas buen sabor-
Seguía deslizándolo hasta llegar a sus muslos, recorrí su vestido, admirando esa zona de su cuerpo, la mujer se mantenía muy bien, no me sorprendía que siempre conseguía un amante, levanté la mirada, sonriéndole, ella descifró mi objetivo, se removió desesperada, solo que yo, puse más fuerza, tocando su muslo, con sumo cuidado, rebané lento y tortuoso la parte derecha de este, evitando así tocar puntos vitales, al desprender tal jugosidad, agua se me hizo la boca, saboreando mis labios, oliendo la sangre fresca, era un perfecto corte.
-Gracias—coloqué el pedazo de muslo sobre un plástico—desayunaré espléndidamente-
Ella lloraba, así que vertí vinagre en su recién herida, gritó, pero la mordaza silenció correctamente su horrible voz, sus lágrimas exageradas, corrían en sus mejillas, era grato ver a una engreída de esta manera, besé su frente, tomé con cuidado el muslo y bajé con este del ático, Mini Twist ya me esperaba, ronroneando por el hambre, le sonreí guiándolo, bajamos las escaleras, yendo a la cocina, lavé con cuidado el desayuno, el subió posándose cerca de mí, sus ojos duales como los míos, brillaban por el deseo de probarlo.
Al estar limpio, pongo la sartén en la estufa, vertiendo aceite de oliva con un trozo pequeño de mantequilla de soya, rebano el muslo en tiras, simulando al tocino norma, solo que con cuidado y mi perfecto pulso, corto círculos, apilándolos con las tiras delgadas sobrantes como nudos, así en una torrecilla de siete, los baño un poco de sal y comino, un sabor peculiar como me gustaba, los puse en el aceite de oliva ya caliente, moviéndolos con cuidado, jugando con la mantequilla, olía delicioso.
Dejé que se tostaran un poco, sacando el jugo de fresa de la nevera, sirviendo un poco en mi vaso especial de vidrio, con mi personaje favorito literario, Jiminy Cricket, ese elocuente y sabiondo grillo que pinocho, jamás escuchó, de ser así, no habría historia que contar, recordaba que mi hermano me obsequió ese libro a los cuatro años, supe entonces que Cricket, también era mi fina consciencia, aunque claro, no era quien me impedía buscar a mis víctimas, sí no todo lo contrario, me guiaba a las indicadas o indicados. Cuando el desayuno estaba listo, deje dos torrecillas en el tazón de Mini Twist y el resto en mi plato, al probarlo, cerré mis ojos como él, era un sabor exquisito, la promiscua era efectiva en algo al fin.
Al terminar, lave los trastos, subiendo con rapidez a mi alcoba, me duché en tiempo record, vistiendo de azul, mi camisa y jeans, con mis converses muy cómodos en color negro, guarde mis cosas en mi pequeña mochila, peinándome con una simple trenza, no debía verme bien frente a cadáveres. Al bajar, esperé a que las mejillas que preparé ayer con ensalada y aderezo, se calentaran en el microondas, no pude evitar recordar el rostro de Kara ayer, esa rubia hermosa ocultaba tanto, lo sé.
Miré mi reloj de muñeca, a penas y tenía tiempo para llegar, al preparar mi almuerzo en un recipiente, acomodándolo perfecto, el timbre sonó, esperaba no fuese Callahan, ya que no tenía tiempo para burlarme, dejé mis cosas en la isla de la cocina para abrir, ahí estaba ella, con un gesto tímido, sonreí por inercia.
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Kieran
Mystery / ThrillerYo, he disfrutado literalmente de la humanidad, del glorioso sabor del conocimiento y la verdad que nos construye, sabiendo de mis capacidades de encontrar a la presa ideal, sin embargo, cuando ella, una magnifica creación que saborea el arte en su...