Kieran

Ley De Newton

No hay manera de que pueda amar a nadie, pero quiero ser amada por alguien a la vez, el mundo no puede tener, terminó ayer después de todo, pero no vamos a ceder desde donde estamos, Dios, ¿a favor de cuáles partes nos has dejado?, no recibo ninguna respuesta, nunca lo hago, ¿todavía estás aquí?...

Nunca caminarás solo, yo camino contigo, voy a compartir todos tus pecados, junto a ti, yo camino, un camino sin huellas.

—♪All Alone With You♪—

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Tengo tanto que pensar, tanto que planear, pero poco que decir, como una Estrella de mar devorada en la orilla del mar, por una afortunada gaviota. Ahora, tenía a Kara frente a mí, como todos los días, había pasado una semana ya, en que ella se había mudado, nos considerábamos amigas, era un inicio prudente. Amaba tanto a Mini Twist como yo, sin embargo, lo enigmático a su alrededor seguía tan claro como el cloro, y eso era lo que me hacía querer tenerla cerca, como si hubiese un misterio que nos unía más allá de su mórbida mente al pintar, y mi artística mente para asesinar. Hoy, era el día indicado para salir de traje, luna nueva, cuando el cielo o puede estar lleno de estrellas o desierto en un color oscuro, mi sombrero de copa esperaba, así como mi bastón en el último cuarto, donde nadie podía entrar.

-Houston a Kieran—desperté viendo la mano de Kara pasar frente a mí— ¿Me escuchas?—se reía, rara vez me distraía, esto era tan extraño.

-Sí, lo siento—sobé mi frente—estaba pensando-

-¿Trabajo?—comía su coctel de frutas.

-No, momentos personales, el aniversario luctuoso de mi tía está cerca-

-Oh—baja la mirada— ¿y qué haces?-

-Irme—ella levantó la mirada sin entender—sus cenizas están en un lugar en específico, debo viajar hasta ahí para rendirle el respeto que merece-

-Hago lo mismo, aunque yo debo viajar hasta Irlanda-

-Nos ronda la perdida—levanté las cejas y ambas sonreímos—así que tendrás a Mini Twist contigo, por tres días-

-¿Tres días?—deja caer el tenedor sorprendida—pe… pe… pero… ¿por qué tanto tiempo?—ahora estaba de pie con las manos apoyadas en la isla, en cualquier momento parecía querer tirarse sobre mí.

-Porque es el tiempo que necesito para viajar a ese lugar—respondí con total calma, cuando ella era todo lo contrario—saldré hoy en la noche, tendré que viajar como toda persona normal sin vehículo—sonreí.

-Yo puedo llevarte—dijo presurosa—tengo la Jeep que ha estado estacionada desde que llegué-

-Agradezco la oferta pero…-

-¡Vamos Kieran!—de acuerdo, estaba actuando muy extraño—no será ninguna molestia-

-Te dejaré llevarme a la estación de buses—ella iba a replicar pero levanté la mano—ni una palabra más señorita-

-¿Somos amigas no es así?-

-Lo somos-

-¿Entonces por qué no me permites llevarte?-